[Libro] La guerra de dos mundos

Publicado el 20 de marzo de 2009 en Libros por omalaled
Tiempo aproximado de lectura: 8 minutos y 2 segundos

El libro del que hoy os quiero hablar está escrito por Sergio L. Palacios, doctor en Ciencias Físicas. Desde el año 2004 imparte una asignatura en la Facultad de Ciencias Físicas de Oviedo llamada «Física en la Ciencia Ficción». Tiene un blog con el mismo nombre en el que él mismo habla de su libro.

El autor es un apasionado de las películas de ciencia ficción, pero dada su pasión también por la ciencia, encuentra rápidamente errores de tipo científico que aprovecha para explicarnos dónde están los errores y continuar haciendo su labor: la de profesor. Os paso a hacer el resumen habitual.

La luz, a medida que se aleja de su foco, se ensancha. Y se ve bastante: varios centímetros después de unos pocos metros. Con un rayo láser, esto no sucede. De hecho, existe uno que apunta constantemente a la Luna y después de un viaje de 400.000 km no se dipersa más de 3 km. Los láseres operativos abarcan longitudes de onda que van desde el infrarrojo hasta el ultravioleta. ¿Pueden hacerse estos haces con ondas más energéticas? ¿o sea, rayos gamma? Pues sí y el autor explica que en caso de existir estaría clasificado como secreto militar. Y es que a los militares les encantan estos juguetitos.

La expresión «platillo volante» nació el 24 de junio de 1947 cuando el piloto estadounidense Kenneth Arnold afirmó haber avistado nueve objetos volantes a unos 3.000 metros de altura y que se desplazaban a unos 2.000 km/h. Podemos creerle o no, pero debería haberse oído el clásico ruido de un avión rebasando la barrera del sonido. Que sean extraterrestres no implica que nos vuelvan sordos, ¿no? Además, quienes afirman haberlos visto dicen, además, que hacen giros repentinos en ángulo recto a la misma velocidad. Suponiendo que fuera a 1000 km/h, la aceleración implicada en un proceso de este tipo para sus tripulantes sería de unos 300 g’s. Los pilotos de combate, rara vez superan los 10 g’s y para ello, llevan trajes especiales en los que van embutidos para que la sangre no se les acumule en las piernas y pierdan el conocimiento. Así que los tripulantes de los OVNIS deben estar fenomenalmente entrenados.

También este libro es perfecto para enterarse de que el primer strep-tease a gravedad cero en el cine lo hace Barbarella. Según el autor, es lo único que vale la pena de toda la película.

¿Hasta que punto es posible el combustible por antimateria? Hoy día, la producción de antiprotones del CERN no supera los 10 millones por segundo. Esta cifra puede parecer impresionante, pero en peso es medio nanogramo (la mitad de la milésima de la milésima de un miligramo). Con esta tasa de producción, necesitaríamos 2.000 millones de años para fabricar 7 gramos de antiprotones. Así que la propulsión por antimateria parece que todavía quedará en la ciencia ficción.

También habla de de películas con exposiciones al vacío, recordando películas como Atmósfera cero o Desafío total. Los casos documentados de personas que tuvieron breves exposiciones al vacío no son muy halagüeñas. En 1960, Joe Kittinger Jr. tuvo un accidente en una ascensión en globo y posterior salto en paracaídas a 31 km de altura: se produjo un agujero en uno de sus guantes. El dolor fue intensísimo y su mano quedó inservible. Cuando llegó a tierra, no obstante, pudo recuperarse totalmente al cabo de 3 horas. También habla de un técnico de la NASA que perdió la consciencia en menos de 15 segundos al llevar a cabo un ejercicio de simulación con un traje espacial.

¿Es posible que existan armas que disparen proyectiles a la velocidad de la luz, como en la película Eraser?. Una bala de unos 10 gramos, lanzada a 270.000 km/s y según la mecánica relativista tendría una energía cinética que rondaría los 280 kilotones: unas 20 bombas de Hiroshima: demasiada energía para un arma de mano. Y si aun así insistís, pensad en el retroceso: un buen mamporrazo de un rifle de unos 10 Kg a una velocidad nada despreciable de 620 km/s. Va a ser que no. Y por no hablar de la temperatura que alcanzaría el proyectil debido al rozamiento con el aire: recordad que por encima de 4.500 ºC no existe material alguno en estado sólido.

Habla del teletransporte. Para enviar un ser humano (vivo o no) hemos de hacer un escaneo de cómo se distribuyen los átomos por su cuerpo. Estamos formados por un 63% de hidrógeno, 25% de oxígeno, 9% de carbono, 1’4% de nitrógeno, 0’3% de calcio, 0’2% de fósforo, etc. Conociendo las masas atómicas de los átomos podemos hacer una media de número de átomos que tiene nuestro cuerpo: unos 10.000 billones de billones (un 1 seguido de 28 ceros). Almacenar toda esta información no es algo trivial. El profesor Samuel L. Braunstein estimó que para cada átomo se requerían unos 10.000 bits de información relevante, así que tenemos que para almacenar la información de cada átomo de una persona son necesarios 10.000 billones de billones de Kbytes: aproximadamente 50 millones de billones de discos duros de 200 Gb. Sin olvidar que toda esa información hay que transmitirla. A 10 Gb/s se emplearían más de 300 billones de años. Resumiendo: mejor ir a pie.

O los trozos de hielo que se hunden a gran profundidad. Si dejamos caer desde 10 metros de altura un bloque esférico de hielo de 2 metros de radio, la profundidad que alcanzaría antes de volver a emerger a la superficie sería de unos 18 metros. Pero para alcanzar 200 metros, el mismo bloque debería precipitarse desde una distancia unas 20 veces la de la Tierra a Neptuno.

Habla de los choques elásticos e inelásticos y explica de forma muy clara por qué vemos el cielo de color azul o por qué las nubes son blancas u oscuras en caso que haya que resguardarse del inminente chaparrón. Anticiparé que la causa está en la dispersión de Rayleigh para el caso del color del cielo y la dispersión de Mie para los colores de las nubes. No obstante, dejo los detalles para que los leáis vosotros mismos.

Habla también de los viajeros en el tiempo. En 2007, multitud de supuestos viajeros temporales se dejaron caer por los foros de internet. La cosa llegó tan lejos, que el mismísmo MIT organizó el 7 de mayo de 2007 una convención para estos supuestos viajeros del tiempo. En la invitación constaban todos los detalles precisos para que no se perdieran indicando las coordenadas exactas de longitud y latitud. No se presentó nadie.

Explica que las motocicletas no pueden subir por paredes verticales, como sucede en la película El motorista fantasma. Resulta que cuanto más inclinada es una pared, más fuerte tiene que ser el coeficiente de rozamiento entre las ruedas de la moto y dicha pared. Para subir una cuesta con 45º de inclinación (o sea, pendiente del 100%… la vertical sería pendiente infinita) necesitamos un coeficiente de rozamiento de 1. Los materiales requeridos para ello serían, por ejemplo, cobre y acero. Y no hablemos de la potencia que tendría que desarrollar ese motor: para subir una pared vertical, unos 300 kg necesitaría un motor de unos 650 CV; vamos, como los coches de Fórmula 1. Realmente, ese motorista es un fantasma.

Lo mismo sucede cuando ametrallan a Superman, que debe tener unas botas con un coeficiente de rozamiento altísimo. De hecho, por muy fuerte que fuera, al ser golpeado por la metralla, debería irse hacia atrás a una velocidad de unos 120 km/h.

Otro tema del que habla es del nivel del mar. En películas como Waterworld, tenemos toda la tierra bajo las aguas. ¿Cuánto hielo necesitamos para cubrir toda la Tierra hasta una altura como el Everest? La respuesta es que unas 200 Antártidas. Bien, el nivel del mar subirá, sí, pero no tanto.

También explica las características que tendría que tener un hombre para poder volar tal como lo hacen algunos súper-héroes. A 36km/h, un hombre necesitaría para echar a volar una superficie de 80 metros cuadrados. Como promedio tenemos unos 18.

Hasta habla de los diamantes. Ese romanticismo de que un diamante es para siempre… lo siento, no es verdad. Aunque, en el fondo, nada es para siempre, los diamantes tienen una estructura metaestable, esto quiere decir débilmente estable. Pueden mantener su estructura miles de años, pero los átomos de carbono que lo componen acaban dejando de ser una joya para pasar a ser grafito. Por otro lado, no es fácil fabricarlos: la presión necesaria para que la estructura cristalina del diamante fuese más estable que la del grafito a temperatura ambiente sería de unas 15.000 atmósferas. Eso es equivalente a la presión que sentiríamos a 150 km de profundidad. Sólo os diré que la fosa de las Marianas tiene 11 km y sólo se ha llegado allí una vez en la historia. En 1955 la compañía General Electric anunció en la revista Nature la conversión de grafito en diamante a una temperatura cercana a los 2.500 ºC y una presión de 100.000 atmósferas. Siete años después afirmaron conseguirlo sin un catalizador, pero 38 años después de la primera gesta, volvieron a publicar en Nature que el primer diamante era en realidad natural y se les había «colado» en el experimento. En abril de 2007, en la revista Science, se anunció que unos investigadores del Caltech habían sintetizado diboruro de renio que presentaba unas propiedades parecidas al diamante, con la ventaja que podía ser fabricado a presiones normales. ¿Por qué no puede ser también romántico y más barato un anillo de piedras de diboruro de renio?

Al autor le basta el detalle de que Superman intente beber agua con una cañita mientras va volando para hablarnos del famoso experimento de Otto von Guerike y las esferas de Magdeburgo: ni la fuerza de 16 caballos pudo con la del vacío. Hasta aprovechando al Increíble Hulk nos da una lección dosimetría.

Uno de los detalles que más me ha gustado y dejado perplejo es que si el hombre invisible realmente existiera… sería ciego. Ese detalle lo dejo para que lo leáis por vosotros mismos.

Sólo he de hacerle una pequeña crítica. En la contraportada afirma que el libro no tiene «temidas fórmulas» y que no hace uso de ellas, pero no es del todo cierto, pues las dice con letras. Por ejemplo, «la energía cinética es la mitad del producto del cuadrado de la velocidad por la masa». Pensándolo bien, ¿qué hay de malo en escribir una fórmula y analizar cada uno de sus puntos en detalle?

En resumen, es un libro que enseña, con un estilo bastante parecido al blog de MalaCiencia, al que incluso cita en alguna de sus páginas. Recomendado, sobre todo, para quien tenga un mínimo nivel de conocimiento científico, por ejemplo, que tenga claros conceptos como energía cinética, cantidad de movimiento, etc. Si se tiene ese mínimo, el libro se vuelve muy divertido y repleto de curiosidades.

Portada del libro

Título: «La guerra de dos mundos»
Autor: Sergio L. Palacios

Otras opiniones del libro:
http://libros.libertaddigital.com/la-guerra-de-dos-mundos-1276234832.html
http://www.fisimur.org/2008/05/20/la-guerra-de-dos-mundos/
http://www.cientemas.com/la-guerra-de-dos-mundos-n340.html



Hay 40 comentarios a '[Libro] La guerra de dos mundos'

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  1. #1.- Enviado por: Cesar

    El día 20 de marzo de 2009 a las 20:59

    Muy interesante, Omalaled, un libro que me gustaria leer sin duda.
    Vivo en Terrebonne, Canada, es que se vende fuera de España, o tal vez conoces alguna edicion digital por ahi???

  2. #2.- Enviado por: omalaled

    El día 20 de marzo de 2009 a las 21:37

    Cesar: me he quedado con la boca abierta cuando me has dicho dónde vives. Me parece increible que pueda escribir un artículo en Barcelona y en un abrir y cerrar de ojos llegue tan lejos.

    El libro lo saqué de la biblioteca, pero lo venden en La casa del libro. El problema es que el envío te saldría más caro que el propio libro… me pongo en contacto contigo en privado.

    Salud!

  3. #3.- Enviado por: Sergio L. Palacios

    El día 21 de marzo de 2009 a las 09:04

    Omalaled, te agradezco sinceramente una vez más la reseña que has hecho sobre mi libro. Tengo la espina clavada de lo que dices sobre el «uso» de las ecuaciones. Prometo intentar hacerlo mejor la próxima vez.
    Un abrazo para ti y para todos los lectores de tu estupendo blog.

  4. #4.- Enviado por: omalaled

    El día 21 de marzo de 2009 a las 09:15

    Sergio: nada de espina clavada: es un comentario que creo que he de hacer. Por otro lado, es un libro excelente y está lleno de curiosidades. Y, como ya he dicho, creo que es un libro que enseña a pensar sobre lo que vemos en el cine, cosa que todavía está mejor.

    Ya nos avisarás cuando saques el segundo 🙂

    Salud!

  5. #5.- Enviado por: PECE

    El día 21 de marzo de 2009 a las 14:54

    A ver si lo desentierro de la pila y lo leo. Promete ser entretenido, y eso es algo que, hablando de ciencia, es muy de agradecer.
    A ver si se ponen las pilas los miles de maestrillos que andan sueltos por ahí.

  6. #6.- Enviado por: Miski

    El día 21 de marzo de 2009 a las 22:11

    La semana pasada encargé casi todos los libros que tienes recomendados en el blog para tenerlos en la biblioteca y añadiré éste…también pedí el tuyo 😉
    Sólo tengo la penilla de que no podré leerlos a saco porque he de ir leyéndome los libros de los clubes de lectura y no me da el time para mucho más. Ya te iré comentando la experiencia de los lectores.
    Un saludo y amena entrada.

  7. #7.- Enviado por: omalaled

    El día 21 de marzo de 2009 a las 22:22

    PECE: ojalá muchos maestrillos escribieran libros… serían muy interesantes a buen seguro.

    Miski: gracias por tu confianza en los libros que recomiendo. Apúntate dos joyas que, de pura cantidad de información, no los podré dedicar un post entero para ellos porque cecesitaría una docena para cada uno. Son «Antes de Hiroshima» de Diana Preston y «Los códigos secretos» de Simon Singh. Son imprescindibles 🙂

    Salud!

  8. #8.- Enviado por: Naxel

    El día 22 de marzo de 2009 a las 02:39

    Habrá que pillarse el libro. Aunque ya leo vuestros blogs, nada mejor como tener su libro y el tuyo para bichearlo en cualquier momento. Por cierto, cuando hablas de la media de número de átomos que tiene nuestro cuerpo, 10.000 billones es un 1 seguido de 16 ceros, no 28 ya que asi serían 10.000 cuatrillones. Un saludo.

  9. #9.- Enviado por: omalaled

    El día 22 de marzo de 2009 a las 09:30

    Naxel: bien observado. Tuve la misma duda y creí haberlo corregido. Son 10.000 billones de billones, lo que hacen los 28 ceros. Ya está corregido.

    Gracias

    Salud!

  10. #10.- Enviado por: el_guazu

    El día 22 de marzo de 2009 a las 23:22

    Bien… creo haber leído un libro parecido que se llama
    «De King Kong a Einstein : la física en la ciencia ficción» Autores: Manuel Moreno Lupiáñes, Jordi José Pont.

    Ahí explican lo del hombre invisible, al igual que usted no diré porque para que los demás lo lean…

    Además explica la imposibilidad de que Hulk obtenga masa muscular de la nada, que los humanos/insectos gigantes no pueden existir, entre otras muchas cosas…

    No tengo más que decir…

  11. #11.- Enviado por: Nachop

    El día 23 de marzo de 2009 a las 00:40

    Pues si supierais que según los comics Hulk es superfuerte porque tiene un «supercancer»…

  12. #12.- Enviado por: Edna Krabappel

    El día 23 de marzo de 2009 a las 08:55

    Sí, como «maestrilla» estoy pensando escribir un libro sobre mis aventuras y desventuras o sobre mis intereses. Podría ser un libro cómico con ejemplos reales, un libro de retos mentales o una colección de experiencias didácticas.
    Podría ser también una recopilación de usos inadecuados o erróneos de las matemáticas junto con experiencias cotidianas en las que aparecen. Me vienen a la cabeza muchos ejemplos tanto de la Tv, los diarios.como de amigos, conocidos y familia.

  13. #13.- Enviado por: alex3.0

    El día 23 de marzo de 2009 a las 20:09

    Pues que no es obvio que los extraterrestres no tienen piernas?

  14. #14.- Enviado por: Avern0s

    El día 25 de marzo de 2009 a las 14:01

    Os dejo un enlace a una conferencia sobre el tema del Libro, o el libro mismo del propio autor Sergio L. Palacios:
    http://mediateca.uniovi.es/jsp/ficha.jsp?video=mms://video.innova.uniovi.es/webConferencias/2008/CicloFacultadCiencias/190109_SergioPalacio.wmv&posicion=1

    Es de la mediateca de la Universidad de Oviedo, recomendable hay conferencias de Premios Principe de Asturias como Cirac, Google,…
    http://mediateca.uniovi.es/

    A disfrutar

  15. #15.- Enviado por: Haplo

    El día 25 de marzo de 2009 a las 17:18

    Genial artículo como siempre Omalaled, y esta vez me ha sorprendido gratamente, pues soy seguidor del blog de Sergio y la mayoría de anécdotas ya las conozco por el propio blog.

    Imprescindible para el que le guste este tipo de anécdotas científicas 🙂

  16. #16.- Enviado por: Ahskar

    El día 26 de marzo de 2009 a las 13:30

    Una reseña muy interesante ^^ si puedo echaré mano al libro, aunque tengo tal pila de lectura que a corto plazo lo veo improbable. Y casi toda la culpa es de los blogs que leo, si no fuerais tan buenos (tanto este como el de Física en la Ciencia Ficción) invertiría más tiempo en leer libros xD (aunque no se puede decir que lea poco, pero bueno)

  17. #17.- Enviado por: Fran de Copenhage

    El día 26 de marzo de 2009 a las 16:52

    Pues yo no conocía ese blog (acabo de subsanar ese error) pero sí había leído el libro y me sumo a la recomendación de Omaladed. El mejor capítulo, el de la lucha entre Superman y la hija del autor. Saludos.

  18. #18.- Enviado por: Yacon

    El día 26 de marzo de 2009 a las 17:05

    Sobre el tema del hombre invisible, muchas veces he oído ese comentario. Pero hay que puntualizar una cosa que hace que sea más bien falso. El hombre invisible es ciego… en el espectro visible. Que nosotros no veamos radiación más allá (ni más acá) no quiere decir que no exista. De hecho el rango del espectro visible es muy pequeño.
    Parece evidente que las células del hombre invisible han sufrido cambios en cuanto a absorción de la luz visible se refiere. ¿Por qué tendrían que comportarse de forma diferente al resto las células de los ojos? ¿No deberían cambiar su comportamiento frente a la luz que absorben? Por esa razón, no tiene que ser ciego.
    Otra cosa es que sea miope, pero dista mucho de la ceguera.

  19. #19.- Enviado por: Yacon

    El día 26 de marzo de 2009 a las 17:13

    Por cierto, que estuve en la conferencia “De King Kong a Einstein : la física en la ciencia ficción” hace unos años, aunque no recuerdo cual de los dos autores era el ponente. Debo reconocer que me defraudó bastante porque según él:
    – En el espacio no pueden haber explosiones porque no hay aire. (pues yo no querría estar cerca de una supernova)
    – En el espacio las naves no pueden arder, porque no hay aire. (poco le debe quedar al Sol, entonces)
    – Los super-laboratorios no son creíbles porque hay más ordenadores que personas. (en casa tengo dos, y no me considero super-científico)
    – El superhéroe Flash no puede existir porque el traje que usa es muy cutre. (sin comentarios)
    No recuerdo ninguna más ahora mismo, pero creo que una persona que se pasea dando conferencias y clases en la universidad sobre el tema, debería estar algo más informado, o al menos tener un mínimo de criterio.

  20. #20.- Enviado por: Sergio L. Palacios

    El día 26 de marzo de 2009 a las 23:55

    Querido Yacon:

    Por supuesto que cuando nos referimos a la ceguera se da por sentado que se trata del espectro visible, que es el que nos interesa. De todas formas, si lees mi libro comprobarás que hago ciertas puntualizaciones en cuanto a otras longitudes de onda, y que tienen que ver con lo que tú dices. De lo cual deduzco que estás hablando sin haber leído el libro. Como comprenderás, Omalaled no puede contar en una entrada de un blog los detalles de las 244 páginas de mi libro y ha puesto la de la ceguera porque le habrá resultado llamativa o cuando menos curiosa.

    En cuanto a lo que hablas de la conferencia sobre «De King Kong a Einstein», supongo que te referirás a los profesores de la Universidad Politécnica de Cataluña, Manuel Moreno y Jordi José. De nuevo, mucho me temo que vuelves a hablar y a criticar sin mucho fundamento y con poco conocimiento de causa. Dudo mucho que mis colegas hayan afirmado en momento alguno de su charla que en el espacio no pueda haber explosiones. Más bien eso será lo que tú habrás entendido o te falla la memoria. Lo que sí habrán afirmado es que en el espacio no se pueden «escuchar» explosiones. Puedes estar todo lo cerca que quieras de una supernova, pero nunca la oirás estallar. En cambio, sí podrás verla, porque la luz, a diferencia del sonido, no necesita un medio material como el aire para propagarse. También es cierto que las naves no pueden arder en el espacio, ya que la ausencia de oxígeno lo impide. Cuando los físicos usamos la palabra «arder» nos referimos al proceso físico de la «combustión», que es aquella reacción química entre un material (el que arde) y el oxígeno. Lo que hace el Sol es otra cosa que, aunque digamos que arde nos estamos refiriendo a un proceso nuclear denominado fusión. El oxígeno «brilla» por su ausencia. En cuanto a Flash y su traje muy cutre, conociendo a mis colegas catalanes como los conozco y sabiendo cuál es su sentido del humor, la frase la entiendo perfectamente. Es más, si has visto la película del superhéroe, comprobarás que allí se afirma que el traje de Flash fue diseñado para el buceo a grandes profundidades. Ya me dirás si esa razón no es muy cutre para justificar que el pijama de nuestro amigo resista la fricción con el aire a velocidades supersónicas, máxime cuando los mismísimos transbordadores espaciales llevan recubrimientos cerámicos en el fuselaje capaces de resistir los centenares de grados centígrados que adquieren durante la reentrada en la atmósfera.

    Yo creo que antes de criticar a nadie y de llamarle desinformado, debes informarte tú el primero. Quizá algún día acabes tú mismo paseando y dando conferencias y clases en la universidad.

  21. #21.- Enviado por: Fernando

    El día 28 de marzo de 2009 a las 21:58

    Sergio, te queda rebatir la afirmación sobre los super-laboratiorios que hace Yacon.

    Yo mismo he tenido en casa hasta 4 ordenadores trabajando al mismo tiempo (ahora me conformo con 3..). Sin embargo, entendiendo la distribución de equipos, sería comprensible unos pocos equipos como servidores (dos, tres, no más de 6 sería normal). También entra dentro de lo posible que cada instrumento complejo tenga un ordenador dedicado… pero lo que se suele ver en las películas es un laboratorio plagado de puestos de trabajo… se presupone que en un laboratorio el espacio es un lujo, predisponer un montón de espacio para puestos de trabajo inexistentes es absurdo.

    Un saludo

  22. #22.- Enviado por: Fernando

    El día 28 de marzo de 2009 a las 22:03

    Se me olvidaba puntualizar que lo normal es que los servidores estén en un armario bien refrigerado, y si el centro de datos adquiere una relevancia importante se destina una sala exclusiva para ellos… por no hablar que los servidores nunca tienen una proporción de pantallas y teclados 1 a 1 (se utilizan switch kvm para compartir teclado-pantalla-ratón con todos los servidores) por lo tanto no es creíble que en un laboratorio, y más si es importante, monten los servidores como puestos de trabajo. Además del ahorro de espacio que comentaba antes.

    Otro saludo ;D

  23. #23.- Enviado por: omalaled

    El día 29 de marzo de 2009 a las 11:09

    Nunca se me había ocurrido pensar en la relación personas/ordenadores, pero como siempre, todo depende del entorno del que hablemos.

    A veces, muchas personas trabajan con el mismo súper-ordenador. Sobre todo, en empresas grandes que trabajan con muchos datos, requieren gran velocidad de proceso o mucha potencia de cálculo.

    Ya que hablas de los CPDs, Fernando, sí te diré que por motivos de trabajo los he conocido muy grandes. Suelen tener guardias de seguridad, cámaras de vigilancia y habitaciones o salas enormes que parecen búnkeres. En cierta ocasión estuve en uno (sólo diré que era un banco) en que tuve una persona al lado que no se me despegó casi ni para ir al lavabo. Y si algún momento me quedaba solo, no podía abrir ninguna puerta sin pedirlo al guardia de seguridad que me la abría expresamente. Me pidieron el DNI con una semana de antelación para ver si estaba fichado 🙂 Y lo entiendo. Ni me planteo lo que costaba todo aquello.

    Sí, esas cosas existen. Doy fe.

    Salud!

  24. #24.- Enviado por: Yacon

    El día 30 de marzo de 2009 a las 09:42

    Entiendo que es cierto que no oiré estallar una supernova en el espacio, porque si estoy suficientemente cerca como para oirla, estaré muerto. Porque esta es la única razon, ya que si sobreviviese oercibiría perfectamente el aumento de presión que sin duda eso debe suponer. A no ser que una supernova no explote por un execso de presión en el núcleo estelar, si no que se deba a una fuerza mística, claro.

  25. #25.- Enviado por: omalaled

    El día 30 de marzo de 2009 a las 12:55

    Yacon: el sonido es una onda de presión que se propaga gracias al aire. En el espacio no hay aire. Si no hay aire, no hay la onda de presión de la que hablas.

    Lo que sí recibirías es una oleada de fotones que te dejarían achicarrado para comenzar y sí habría una presión, pero sería presión de radiación, que nada tiene que ver con la presión del aire. Los fotones ho hacen ruido… Es como si enfocas una linterna a la pared. Aunque los fotones chocan con la misma, no hay ruido en el sentido que le das. Nunca podrás oír una supernova.

    Por otro lado, no es un exceso de presión o una fuerza mística lo que hace explotar una supernova, sino un colapso gravitatorio. Un día podría dedicarle un post.

    Salud!

  26. #26.- Enviado por: Yacon

    El día 30 de marzo de 2009 a las 14:07

    A ver. Puede que esté equivocado, pero lo intentaré igualmente. En una explosión de supernova se lanza gran cantidad de material al espacio. De ahí la existencia de núcleos más pesados que el hierro. Esta materia estará en fase gas debidoa a la elevada temperatura del evento. Además su presión será mayor que cero, de ahjí su expansión. Por tanto cualquier detector de presión, oído humano incluido, detectará variaciones de presión. Si, es cierto que se tardaría mucho en percibir esta onda de choque y que no se notaría en el mismo momento que los fotones nos alcancen, pero eso no quiere decir que esa onda no exista.
    El colapso gravitatorio que comentas es el que eleva la temperatura violentamente, por lo que aumenta la presión y es la que inicia el proceso de expansión de las capas externas, que están hechas de materia.
    Por cierto, siento el tono agresivo del primer post. Después de releerlo veo que a lo mejor se me fue un poco la mano, pero es que ese día, si hubiese podido, habria matado a mi jefe. Así que pido disculpas.

  27. #27.- Enviado por: omalaled

    El día 30 de marzo de 2009 a las 15:42

    Todo depende de lo que entiendas por ruido y por presión. Si por presión entiendes que te golpee material (ya puedan ser protones o núcleos de cualquier elemento) podría aceptarlo, pero no hay un frente de onda como pueda haber en el mar o en el aire. Sólo hay partículas que se desplazan a gran velocidad. Vamos, como una granada que se rompe en trozos (sin considerar el aire). No tiene sentido hablar de presión cuando lo que tienes son trozos de material corriendo por el espacio.

    Eso equivaldría a llamar presión cuando lanzas piedras sobre una pared.

    El oído humano (al menos, así creo que es) sólo puede detectar cambios de presión cuando está inmerso en un fluido. Y el espacio tiene eso: que no hay fluido por ningún sitio. Por eso, «oír» no es lo que sucedería.

    Pongamos un ejemplo cercano: no oímos las explosiones nucleares que hay en el Sol, pero sí notamos cómo nos golpean sus partículas y sí notamos la presión (ojo, por radiación; si pones un micrófono no lo oyes).

    ¿Nos entendemos ahora mejor?

    Salud!

    Si recibes, digamos, golpes de partículas elementales o trozos de material, yo no lo llamaría ruido ni presión.

  28. #28.- Enviado por: Juan

    El día 30 de marzo de 2009 a las 17:45

    Hola a todos
    Ante todo vaya por delante que no he leído el libro y leo encantado los artículos de omalaled así que ruego no toméis mi comentario como crítica destructiva sino constructiva. Además, admito de antemano que puedo estar equivocado.
    Hay algunos puntos de este comentario cuya explicación no me parece la más correcta o por lo menos no la principal. Insisto que al no haber leído el libro no sé si es «problema» del libro o del comentario de omalaled. En fin paso a comentar lo que me ha llamado la atención.
    Cuando se habla del teletransporte se da como explicación que no es posible por que no sería factible o casi almacenar la información obtenida del escaneo y transmitirla en un tiempo razonable. Esto es cierto pero creo que ni siquiera llegaríamos a eso porque lo que no podríamos hacer es el escaneo. El principio de incertidumbre de Heisemberg y los principios de la física cuántica no lo permiten. Tendríamos que escanear no sólo la posición de los átomos sinó de sus partículas cosntituyentes y sería imposible determinar con precisión sus posiciones y sus impulsos. Así que, a mi juício, no sólo no podríamos almacenar toda la información necesaria para reproducir el objeto teletransportado en su punto de destino sino que no podríamos obtenerla.
    Tal vez alguno de vosotros hayáis leído una colección de novelas de ciencia ficción antigua titulada «La Saga de los Aznar» cuyo autor, George H. White que seguro que a pesar del nombre era español y militar para más señas, conseguía la inmortalidad de sus protagonistas duplicándolos en un instante dado (haciendo el escaneo que hemos considerado imposible) y almacenando los datos ¡en cinta perforada! eso sí, de oro. Luego, pasados los años, grababa el contenido de la mente, se cargaba al viejo protagonista y volcaba el «backup» en el duplicado joven. No me negaréis que es todo un logro.
    Bueno hay más puntos que me gustaría tratar pero lo haré en otros comentarios para no alargarme demasiado y según os lo toméis.

  29. #29.- Enviado por: Juan

    El día 1 de abril de 2009 a las 14:12

    Sigo con mis comentarios a esta entrada de omalaled. Tengo claro que las explicaciones que se dan son válidas aunque, para mi, habría otras mejores.
    Respecto al streptease de Barbarella (Jane Fonda) es espectacular, lástima que casi siempre se interpongan las letras de los créditos. La película me gustó a pesar de que, realmente, no es muy buena.
    Volviendo a la presente entrada. Hay algunas cifras que dais que no acaban de cuadrarme, por ejemplo: un bloque esférico de hielo que cae desde 10 m. alcanza los 18 m. de profundidad. No me he parado a pensar en las fórmulas que nos proporcionan este dato pero parece bastante lógico suponer que las condiciones: rozamiento del bloque en el agua, empuje de flotación, etc. se mantendrán bastante constantes durante el tiempo de la caída en inmersión. Debe existir por tanto una proporcionalidad bastante lineal entre altura desde la que cae y profundidad alcanzada. Si esto es así, una simple regla de tres nos diría que para alcanzar los 200 m. de profundidad bastaría con soltar el hielo desde unos 111 m de altura. Por otra parte, soltar un objeto a 20 veces la distancia de la Tierra a Neptuno (unos noventa mil millones de kilómetros — 20 por 4,5 mil millones de km.–) y tener la esperanza de que caiga en la tierra es casi tan aventurado como decir si el IBEX subirá o bajará mañana. Además, durante la mayor parte de esa distancia, la aceleración sería casi despreciable y sólo en los últimos kilómetros tendríamos la mayor aceleración.
    No me negaréis que ese párrafo precisa alguna aclaración más y seguro que me diréis que me lea el libro y ya está, cosa que tal vez haga dado que yo también soy muy aficionado a la fantasía científica o ciencia ficción y gusto de buscarle fallos.
    Por cierto, enlazando con mi comentario anterior, George H. White es uno de los seudónimos de Pascual Enguídanos Usach, autor de la serie «La Saga de los Aznar» publicada en la colección «Luchadores del Espacio» durante los años 1953 a 1958. Es (afortunadamente todavía vive) valenciano y funcionario de Obras Públicas jubilado. Su saga obtuvo el premio a la mejor serie de ciencia ficción publicada en Europa (Convención Europea de Ciencia Ficción, Bruselas, 1978). Para que luego vengan los americanos avasallando. En esta serie hay gran cantidd de logros «tecnológicos» sumamente originales para la época en que fueron escritos.

  30. #30.- Enviado por: Sergio L. Palacios

    El día 1 de abril de 2009 a las 17:19

    Juan, si en lugar de dejarte llevar por los breves comentarios de Omalaled leyeses el libro (mi libro) seguramente se te aclararían muchas ideas que pareces tener un tanto confusas. Dicho esto, y ya con pocas esperanzas de que lo leas, te comentaré un poco más detenidamente el asunto del bloque de hielo. En primer lugar, lo de suponerlo esférico es para simplificar los cálculos y poder asumir que la ley que rige la fricción del mismo en el agua es de tipo Stokes, es decir, proporcional a la velocidad del objeto sumergido. Cuando se resuelven las ecuaciones dinámicas correspondientes, se obtiene que la profundidad a la que descendería el bloque depende logarítmicamente de la altura desde la que se deja caer. Esto significa que a doble altura no le corresponde doble profundidad (las reglas de tres no valen para todo lo que uno desea, aunque muchos estudiantes piensen lo contrario). Así, si el logaritmo es decimal (por ejemplo), para que la profundidad (p) a la que desciende el bloque al soltarse desde una altura determinada (h) se duplique, esta altura tiene que incrementarse no hasta 2h, sino hasta h al cuadrado (h*h); para que la profundidad se triplique, la h debe incrementarse hasta h al cubo (h*h*h) y así sucesivamente. Finalmente, lo de poner la altura igual a 20 veces la distancia de la Tierra a Neptuno, no es para que nadie intente semejante «tontería», sino para dar a entender (al que quiera entenderlo) que hacer descender un bloque de hielo hasta 200 metros de profundidad es, sencilla y llanamente, IMPOSIBLE.

    De todas formas, insisto una vez más: ¡¡¡LEE el libro!!!

    Un saludo.

  31. #31.- Enviado por: omalaled

    El día 1 de abril de 2009 a las 17:26

    Pensad que muchos comentarios que pongo son, precisamente, para atraer la curiosidad. Es imposible explicar todos y cada uno de los fenómenos de los que habla Sergio en y condensarlas en un artículo, como él mismo ha dicho.

    Al igual que Sergio, recomiendo su libro. Es muy ameno e informativo y explica muchas curiosidades.

    Por otro lado, lo de Barbarella me ha picado la curiosidad a mí… tendré que ver la película 🙂

    Salud!

  32. #32.- Enviado por: Juan

    El día 1 de abril de 2009 a las 18:33

    Sergio, muchas gracias por tu explicación y también a Omalaled por su comentario. La verdad es que conociendo vuestros curriculums (y el mío) me extrañaba que hubiera errores de bulto como los que apunto. Me gusta ese tipo de libros así que Sergio, no desesperes de que lo lea. De hecho es muy probable que lo haga aunque no inmediatamente, tengo lista de espera y muchos han sido comentados por Omalaled.
    Por cierto, mi época de estudiante oficial hace ya muuucho que pasó pero me gusta pensar que todavía puedo aprender algo.
    Gracias a los dos y, por favor, seguid con vuestra labor divulgativa.
    Omalaled, si no encuentras la peli dímelo que te envío una copia.

  33. #33.- Enviado por: omalaled

    El día 3 de abril de 2009 a las 16:51

    Juan: gracias por el ofrecimiento.

    Lo que dices me gusta pensar que todavía puedo aprender algo es lo primero que hay que tener claro. Todos tenemos mucho que aprender. Por mi parte, si me tocara la lotería, una de las primeras cosas que haría es volver a la facultad… ¡como alumno! 🙂

    Salud!

  34. #34.- Enviado por: Kpi

    El día 3 de abril de 2009 a las 17:00

    Pues, ahora me toca puntualizar a mi, lo siento Juan, pero Don Pascual murio hace ya algun tiempo, en particular el 28 de Marzo del 2006 en su pueblecito natal, Liria.

  35. #35.- Enviado por: Juan

    El día 5 de abril de 2009 a las 10:12

    Gracias Kpi por la información. Las páginas que estuve mirando no ponían fecha de fallecimiento y no miré la fecha de las páginas. Es una lástima. Su saga me gustó mucho cuando la leí siendo joven… bueno dejémoslo en más joven, y ahora podría ser buen momento para releerla. Por cierto, creo que la están reeditando o lo han hecho ya. ¡Pero antes tengo que leerme el libro de Sergio!
    Omalaled, yo también volvería de buena gana a la facultad. Aquellos fueron los mejores tiempos para mi. Pero como la cosa no está fácil me conformaré con leer tus entradas y las de otros blogs también interesantes. Se aprende mucho y son más amenas que casi todas las clases de facultad.

  36. #36.- Enviado por: paelams

    El día 11 de abril de 2009 a las 21:10

    según radares, se han detectado objetos pasando de 0 a 14000(catorce mil)km/h en un milisegundo, fue un OVNI y fueron 300g, una fuerza que ningún material terrestre puede soportar. por eso es que se cree que extraterrestres diseñaron un dispositivo capaz de enviar fuerzas g iguales a las que se reciben, pero en sentido contrario, para llegar a una igualdad en la que no se sienta ninguna fuerza g dentro del vehículo.

  37. #37.- Enviado por: rayohauno

    El día 31 de agosto de 2010 a las 19:15

    Lo de superman:

    «Lo mismo sucede cuando ametrallan a Superman, que debe tener unas botas con un coeficiente de rozamiento altísimo. De hecho, por muy fuerte que fuera, al ser golpeado por la metralla, debería irse hacia atrás a una velocidad de unos 120 km/h.»

    no es necesariamente cierto… recordemos que superman «vuela».

    Saludos

  38. #38.- Enviado por: Felipe González

    El día 6 de octubre de 2014 a las 23:59

    Debo hacerte una corrección:
    Para que un humano vuele necesita unas alas de 24 metros cuadrados, no de 80.
    Tal vez lo confundiste con el dato de que una sala tiene un suelo de 18 metros cuadrados aún cuando el volumen (¿o superficie total?) sea de 80 metros cuadrados.
    Agradéceme por corregirte. Gracias

  39. #39.- Enviado por: omalaled

    El día 7 de octubre de 2014 a las 00:14

    Los números los saqué del libro. Puedo haberme equivocado perfectamente al copiar. Aun así, el autor habla de 80 metros cuadrados a 36 km/h. La velocidad es importante, porque a mayor velocidad menor superficie necesaria para sustentacón. Cuando tú hablas de alas de 24 metros cuadrados, ¿a partir de qué velocidad hablas?
    Lo de la media debe ser a otras velocidades.
    Agradecido por corregirme.

    Salud!

  40. #40.- Enviado por: Felipe González

    El día 28 de marzo de 2015 a las 12:40

    Cuando hablo de alas de 24 metros cuadrados es a partir de la velocidad de 36 km/h. Aquí esta mi respuesta.

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