Historias de España
Me he convertido en fan incondicional de un blog llamado Historias de España. Me amenazó con escribir un artículo de ciencia en un comentario … y ha cumplido su palabra. ¡Y de qué manera!:
El artículo de hoy jamás debería haber sido escrito en un blog como este pero no he podido resistir publicarlo. Se advierte que puede herir la sensibilidad del lector. Os voy a hablar de objetos encontrados en los interiores del cuerpo humano que han sido introducidos a través de sus esfínteres y que al no poder sacárselos, o por las razones que sea, acabaron en el hospital. Antes de que me deis una regañina u os llevéis las manos a la cabeza os diré en defensa propia que todo lo que pondré a continuación está publicado en diferentes y famosas revistas médicas. Por otro lado, es un mensaje a los estudiantes de medicina o enfermería de las cosas que podrán encontrarse por el mundo. Estáis avisados por si no queréis leerlo. Hecha la advertencia, vamos allá.
Me he convertido en fan incondicional de un blog llamado Historias de España. Me amenazó con escribir un artículo de ciencia en un comentario … y ha cumplido su palabra. ¡Y de qué manera!:
Una cosa maravillosa que tiene la Astronomía es que cualquier persona a la que le guste mirar las estrellas puede convertirse perfectamente en un astrónomo profesional. Por otra parte, los astrónomos aficionados o cualquier persona con un telescopio puede contribuir con un descubrimiento. No conozco ninguno personalmente, pero basta leer el blog El beso en la Luna para notar su pasión. La historia de hoy cita algunos ejemplos históricos de astrónomos aficionados que llegaron más tarde a ser famosos o profesionales.
En uno de los artículos sobre Robert Koch, decía que otro médico: Rudolph Virchow, conocido como «el Papa de la medicina alemana» se rió de él. La verdad es que al no decir nada más este hombre quedaba en muy mal lugar. Bien, las personas no somos perfectas y podemos cometer errores. Sería injusto que sólo se nos conociera por un error cometido. Por ello, hoy os hablaré del médico que no se descubrió ante Koch, bien fuera por dejadez, pedancia o por la razón que fuera.
¿Conocéis la historia del aceite de Lorenzo? Si habéis visto la película «El aceite de la vida» protagonizada por Susan Sarandon y Nick Nolte ya sabréis de qué va nuestra historia de hoy.
Dicen algunas lenguas que cierto día, en una clase de matemáticas en la que el profesor se disponía a comenzar, un alumno de 10 años levantó la mano:
– Señor profesor, ¿qué cálculos hay que hacer para que un cohete aterrice en la Luna?
Una sonora carcajada recorrió el aula. El alumno llevaba semanas haciéndole preguntas raras.
– Vaya, vaya! No sé por qué quiere ir usted a la Luna, si siempre está en ella.
Las carcajadas se oyeron todavía más.
El post de hoy explica una serie de consideraciones personales y de dónde salió este blog. No es una historia de la ciencia propiamente dicho. Es perfectamente obviable. Quien avisa no es traidor.
Este es el último artículo que os escribo antes de irme y cerrar por vacaciones. A partir del sábado 26 no veré un ordenador en unos 12 días y desde entonces no podré contestar vuestros comentarios. A la vuelta, no sé si retomaré la habitual actividad de este blog.
La palabra «fractal» puede provocar fuertes dolores de cabeza a quien la desconoce y gran alegría a quien la conoce. Buscando por Internet encontraréis mucha información sobre la geometría fractal, pero lo que no he encontrado (o no he sabido encontrar) es su historia. ¿Sabíais que todo empezó porque alguien quería conocer exactamente la longitud de la costa de Inglaterra?
Vía Astroseti me enteré de la muerte de Van Allen a la edad de 91 años. Bien, ¿y qué hizo Van Allen? Sí, hombre, lo de los cinturones … ¿no os parece una lástima saber tan poco sobre él y las circunstancias de su vida técnica y científica? Como ya sabréis, un servidor es de la opinión que el mejor homenaje que se puede hacer a un científico es conocer y divulgar su obra y consecuencias. Sea pues, nuestra historia de hoy, un homenaje.