La reacción triple alfa
¿Nunca os habéis preguntado por qué son tan comunes en la Tierra los átomos de carbono y oxígeno y, en cambio, tan raros el oro y el uranio? Aunque en la Tierra podemos encontrar de forma natural 92 tipos diferentes de átomos, unos son mucho más comunes que otros. Por ejemplo, por cada 10 átomos de carbono que encontramos podemos hallar 20 de oxígeno y unos 5 de nitrógeno o hierro. En cambio, el oro es centenares de millones de veces más escaso que el oxígeno, y otros elementos como el uranio son aún más raros. Por supuesto, preguntas como estas fascinan a los astrofísicos. Y buscando la respuesta a la pregunta les llevó a una característica del núcleo de carbono que desconocían.
Empecemos por el principio. En el Big Bang sólo se formó hidrógeno, helio y también trazas de litio. El resto de los elementos se ha formado en las estrellas. No sé si veis la profundidad de la idea: los átomos que componen nuestras cadenas de ADN no existían desde el principio de los tiempos, sino que se originaron en el interior de otras estrellas, anteriores a nuestro Sol, que explotaron y esparcieron los elementos por el medio interestelar. No le faltaba razón a nuestro venerado Carl Sagan: somos polvo de estrellas, cenizas de estrellas muertas mucho tiempo atrás. Asombroso, ¿verdad?
Bien, el siguiente paso es explicar los procesos de generación de los núcleos. Así que lo que tenían que hacer los físicos es, a través de reacciones nucleares, ir formando núcleos más pesados partiendo de los anteriores. Os pongo los primeros procesos en forma gráfica (sacado de aquí):
Esos circulitos rojos con una p son protones y los verdes con una n neutrones. De entrada, nunca se ha podido formar un núcleo con sólo dos neutrones, o sólo dos protones. Uno de los nucleones ha de cambiar (los físicos llaman nucleones a los protones y neutrones indistintamente). O sea, o uno de los protones se transforma en neutrón o bien al revés. El resultado es un núcleo compuesto de un protón y un neutrón. A ese hidrógeno «pesado» se le llama también deuterón. Si este deuterón se encuentra con otro protón se forma un núcleo con dos protones y un neutrón: el helio-3. Y si dos núcleos de helio-3 se encuentran y se fusionan se produce un núcleo de helio-4 (dos protones y dos neutrones, que también se llama partícula alfa) y dos neutrones quedan sueltos. El resultado neto es que, de cuatro protones, hemos obtenido un átomo de helio.
Hagamos números. Cuatro átomos de hidrógeno tienen una masa de 4,03128 umas y un átomo de helio 4,002603. Esa diferencia, ese 0,7% menos, esas 0,028677 umas se multiplican por la velocidad de la luz al cuadrado y ya tenemos la energía que libera esa reacción. Gracias a este proceso, que visto así parece un ejercicio académico, existen las estrellas como el Sol (en fase principal) y es gracias a ella que existimos nosotros. Como esa reacción tiene que producirse a altas temperaturas, se la llama «reacción termonuclear».
Continuemos. Cuando a una estrella se le agota el hidrógeno, el helio es el que sigue los procesos. Un helio-4 se une a otro helio-4 y da berilio-8. El paso siguiente sería unir otra partícula alfa al berilio-8 y tendríamos un núcleo de carbono-12. Pero hay un problema: el berilio-8 es inestable. Y esa palabra es muy generosa: su vida media se midió en el laboratorio y resultó ser del orden de 10-16 segundos, o sea, una cien trillonésima de segundo. Lo escribo: 0,0000000000000001 segundos. Vamos, que cuando en una gigante roja se unen dos núcleos de helio, se separan casi instantáneamente.
Curiosamente, si el berilio-8 tuviera un neutrón más (4 protones y 5 neutrones, lo que formaría berilio-9), sería estable. De hecho, sería el único isótopo estable del berilio y es utilizado en la moderna tecnología; aunque hay que tener cuidado ya que sus sales son altamente tóxicas y cancerígenas. Y es que la fuerza nuclear es tan compleja que un neutrón puede hacer que un núcleo cambie su comportamiento de forma radical. Manuel Lozano Leyva, catedrático de física nuclear de la Universidad de Sevilla, dice que se podría pasar toda la vida observando la «Carta de los Núcleos», donde se expresarían cuatro o cinco propiedades de cada uno, y que nunca se le quitaría del rostro el gesto de lelo. Coincido plenamente con él.
Ahora bien, podemos pensar que, aunque el berilio-8 sea tan inestable, está el tiempo suficiente para que una partícula alfa que esté suficientemente cerca pueda engancharse y pasar a ser carbono-12. Sería una reacción con tres partículas alfa implicadas: una reacción triple alfa. El problema es que si hacemos estos cálculos para las gigantes rojas nos sale que al ritmo esperado la energía que se liberaría no daría ni para encender un cigarrillo. Y si además, estamos hablando de un medio que está a 100 millones de grados y una densidad 1000 veces superior a la del agua, la cosa se complica todavía más. Y, lo más importante, el carbono que se generaría sería una miseria comparado con el que sabemos que existe, por lo que no tendríamos explicación para la abundancia de carbono existente. Ni nuestra existencia, claro está.
El enigma de la formación del carbono respecto a las cantidades que vemos fue un auténtico enigma hasta que entró en escena un astrofísico británico, profesor de la Universidad de Cambridge, con delirantes ideas. Algunos lo menosprecian y otros dicen ha sido uno de los grandes de la astrofísica y la cosmología moderna. Se trata de Fred Hoyle. Hoy es famoso por defender que no hubo Big Bang, sino que en su lugar el Universo ha existido siempre y a medida que se expandía aparecía nueva materia (se llama Teoría del Estado Estacionario). Esta idea hizo que se le considerara cono «hereje científico» ante la rivalidad de la teoría del Big Bang.
Aquí he de hacer un inciso. Resulta que, tal y como los átomos tienen niveles energéticos, los núcleos también los tienen. A esos niveles energéticos en los núcleos los físicos los llaman «resonancias nucleares». En estos niveles de energía, en estas resonancias, la probabilidad de reacción nuclear es mucho mayor que en cualquier otro nivel.
Pues bien, Hoyle dijo que, efectivamente, cuando se unían dos partículas para formar berilio-8, casi simultáneamente se unía otra partícula alfa para dar carbono. Pero ello sólo era posible y con la probabilidad que se buscaba si realmente el carbono tenía una resonancia nuclear en una determinada energía. Concretamente, debía tener un estado excitado a 7,68 MeV. Dicha energía la dedujo de sumar la del helio y berilio más la energía cinética del impacto. Visto de otra manera, cuando tenemos una partícula de berilio-8, algunas de las partículas alfa lo ven como si fuera un gigante. No todas: sólo algunas que tienen una determinada energía; el resto no ve nada especial. Entonces, es mucho más fácil que choquen contra él y, en vez de volver a romperse en tres trozos, el nuevo carbono se desexcita emitiendo luz.
Como Hoyle era muy famoso por su modelo cosmológico contrario al Big Bang -y por otras muchas cosas- le invitaron a dar una charla de astronomía en el Caltech. Efectivamente, la dio y lo hizo muy bien, pero en cuanto acabó se fue a ver a Fowler, un viejo amigo físico nuclear que trabajaba por allá en otro edificio. Y lo que iba a ser una conversación entre amigos derivó hacia el dichoso estado excitado del carbono (¿y de qué van a hablar? estos físicos están locos).
Casualmente, Fowler también estaba interesado en la abundancia de los elementos en el Universo y los mecanismos en cómo se sintetizaban en las estrellas. Claro, le dijo que no había tal resonancia, que los físicos nucleares de la época tenían muy bien estudiado el carbono y no les constaba que tuviera ninguna resonancia a siete y pico MeV. Pero Hoyle insistió. Así que displicente, pero amablemente, le invitó a hablar con su equipo. No eran más que seis o siete físicos que trabajaban con un pequeño acelerador (¡uf!, casi nada). Hoyle les insistió tanto que los jóvenes idearon sobre la marcha un experimento para buscar la famosa resonancia. No era muy complicado, pero les iba a llevar unos días de preparación. Como estaba tan interesado canceló todos los compromisos que tenía los días posteriores. El experimento consistía en bombardear unos ciertos núcleos con otros y esperaban ver un pico en un determinado diagrama.
Así que finalmente hicieron el experimento, generaron el diagrama… y el pico apareció, pero no a los 7,68 MeV como Hoyle les había anticipado, sino a los 7,65 MeV: sólo tres centésimas menos. Me hubiera encantado ver la cara de Fowler y la de aquellos jóvenes físicos cuando les aparecería el pico delante.
Fowler había tenido una intensa labor en astrofísica nuclear, y se llevó un Nobel, pero Hoyle no.
En cierta ocasión, a Feynman le pidieron desde la BBC que participara en un documental sobre Hoyley dijo lo siguiente:
Posiblemente algo apropiado que podría decir es que cuando él vino aquí por primera vez dio una serie de seminarios sobre cómo podrían formarse los elementos más pesados en las estrellas si al principio todo era hidrógeno (como proponía su teoría del Universo estacionario). Todo fue muy cuidadosamente analizado e impresionaba su atención al detalle. Llegaba a la conclusión de que no funcionaría a menos que hubiera un nivel nuclear en el carbono próximo a 7,68 MeV. Puesto que creía en su teoría del hidrógeno, dijo que debería haber ese nivel.
Todos quedamos muy impresionados. Encontrar la posición de un nivel nuclear (todavía desconocido) mirando no en los núcleos en el laboratorio sino en las estrellas del cielo nos pareció muy notable y valeroso. Hoyle tenía razón, el nivel pronto fue encontrado.
Y es que el mérito fue que Hoyle era un astrofísico, no un físico nuclear. No es que no supiera nada de nuclear, pero sabía muy poco comparado con otros coetáneos. Había hecho una hipótesis sobre un núcleo atómico no basándose en hipótesis nucleares, sino en las abundancias de una materia que existen en el Universo.
Impresionante. Una intuición al alcance de muy pocos, ¿verdad?
Fuentes:
«El Cosmos en la palma de la mano», Manuel Lozano Leyva
«¡Ojalá lo supiera!», Richard Feynman
«Antes del principio», Martin Rees
http://es.wikipedia.org/wiki/Proceso_triple-alfa
El día 3 de mayo de 2010 a las 23:52
La verdad es que yo recuerdo a Hoyle por algunos de sus relatos de ciencia ficcion y las teoria de la panspermia. Me gusto mucho este post, jamas habia reflexionado solo el asunto
El día 4 de mayo de 2010 a las 02:57
Otro gran post como de costumbre, Omalaled. Seguramente Hoyle fue de los últimos científicos en no creer en el Big Bang. Ya había oído hablar de él en el documental que el History Channel hizo sobre la historia de la idea del Big Bang, pero esos detalles no los conocía.
El día 4 de mayo de 2010 a las 09:54
Apasionante!
Podrías recomendar algún libro donde se explique el proceso de creación de todos los elementos?
El día 4 de mayo de 2010 a las 11:56
Una pregunta tonta de lego: ¿porqué no se pueden formar núcleos de 2 protones o 2 neutrones? ¿Y porqué cambian? Gracias por la respuesta.
El día 4 de mayo de 2010 a las 15:55
«Seguramente Hoyle fue de los últimos científicos en no creer en el Big Bang.»
Alfonso, por lo visto todavía quedan algunos científicos escépticos respecto al Big Bang. Por ejemplo, hace poco leí ‘¿Dios o la materia?’, un libro bastante interesante coescrito por un filósofo católico (Soler) y un astrofísico ateo (López Corredoira) que trabaja en un observatorio de Canarias y no cree en el Big Bang. De hecho, Corredoira llega al extremo de poner en duda el carácter científico de la cosmología moderna. Esta actitud extravagante del astrofísico otorga cierta ventaja en el debate a su interlocutor católico, aunque en otros aspectos la argumentación de Corredoira es lo suficientemente brillante como para mostrar que la razón está del lado del ateo y no del creyente.
El día 4 de mayo de 2010 a las 16:30
La resonancia del carbono predicha por Hoyle es uno de esos parámetros y leyes físicos que parecen ajustados para hacer posible la existencia de la vida (el caso más llamativo de ajuste se da en la constante cosmológica, que expresada en unidades de Planck vale diez elevado a menos ciento veinte). Durante mucho tiempo la mayoría de los científicos creyó que este ajuste se revelaría al final como una exigencia de alguna ley fundamental, pero en los últimos tiempos cada vez va ganando más credibilidad la hipótesis científica alternativa de que el ajuste se debe a la existencia del megaverso (o multiverso). Según explica Leonard Susskind (uno de los padres de la teoría de cuerdas) en su libro ‘El paisaje cósmico’, la inflación eterna ha generado un megaverso (un conjunto de universos-burbuja que brotan unos de otros) en el cual se encarnan todas las combinaciones posibles de parámetros y leyes que permite la teoría de cuerdas. Nosotros vivimos simplemente porque nuestro universo-burbuja posee casualmente una de las raras combinaciones de parámetros y leyes compatible con la existencia de vida.
En el siglo XIX, Darwin explicó el ajuste fino de los órganos biológicos mediante su teoría de la selección natural. Los físicos del siglo XXI explican el ajuste fino de las leyes y los parámetros físicos requerido para la vida mediante la inflación eterna y el ‘paisaje’ (la lista de los úniversos posibles predicha por la teoría de cuerdas).
El día 4 de mayo de 2010 a las 17:50
Rawandi: la verdad pensé que a estas alturas lo de la existencia de un Big Bang o algo parecido estaría totalmente aceptado. Yo lo de Hoyle lo decia por especulacion nomas, no tenia idea de este señor Corredoira. Aunque seguramente por cada Corredoira que exista en el mundo, debe haber otros 10 mil que sí aceptan el Big Bang (de nuevo, son solo suposiciones)
Saludos a todos 😛
El día 4 de mayo de 2010 a las 23:52
Muchas gracias a todos, como siempre, por los comentarios.
Pablo2m: no había dado importancia a la panspermia porque quizás el más famoso que la defendía fue Francis Crick. No obstante, los argumentos de Crick son muy buenos. Ya los podré en algún momento.
Alfonso, Rawandi: el concepto «creer» en el Big Bang no tiene sentido. No es cuestión de «creer» sino ver de qué lado están las pruebas o las evidencias. Hoy por hoy, están del lado del Big Bang. Todas las evidencias apuntan a ello… y si es que hay alguna prueba del Universo Estacionario que me la haga saber, porque la desconozco.
Malonez: pues la verdad es que desconozco libros que lo expliquen de forma muy clara para quien no es estudiante de físicas. Imagino que lo que quieres es una pincelada como la que he citado en este artículo. Si quieres, puedo preparar un artículo y explicar lo que aprendí en la asignatura de Física Estelar y, por lo menos, si ves que algún elemento te interesa en particular, ya sí podemos buscarlo con más detalle. Te adelanto que hasta el hierro es por reacciones en la estrella, pero a partir del hierro en adelante sólo se generan… ¡en la explosión! Por ejemplo, el uranio que hay en la Tierra nos viene de una estrella anterior al Sol pero que explotó en forma de Supernova. Creo que prepararé un artículo sobre ello.
Clodoveo11: no te sé dar una respuesta satisfactoria sobre la composición de los núcleos (¡ay!, no hice la asignatura de nuclear). Pero intuyo que debe tener que ver con el principio de exclusión de Pauli, ya que ambos son fermiones. Sí sé contestarte la otra parte. Los neutrones se transforman en protones en virtud de la fuerza débil. De hecho, un neutrón libre tiene una vida media de 15 minutos (es inestable) y se desintegra en un protón, un electrón y un antineutrino electrónico (el neutrón es levemente más pesado que el protón). Pero también puede suceder el paso inverso, aunque requiere energía. El protón (más energía) libera un positrón y un neutrino. En las estrellas, ambos protones llevan una energía considerable, así que no hay problema por ello (aunque sí si el protón está libre y no en un medio estelar).
No obstante, la fuuerza fuerte es muy compleja, y todavía hoy no todo está atado y bien atado. Nos falta mucho por saber. Intentaré formular la pregunta a algún físico que conozco.
Salud!
El día 5 de mayo de 2010 a las 03:07
Omalaled: ya se que no es un tema de creencias. Me expresé mal en ese sentido. Sin embargo, más allá de que todas las pruebas apunten hacia eso, es algo de cada científico aceptar o no esas pruebas. Por ejemplo, el tema de la homeopatía: existe un montón de evidencias que refutan totalmente esa idea, y sin embargo muchos doctores todavía piensan que la homeopatía funciona y siguen recetando y recomendándola. Es a ese tipo de cosas a las que me refería yo, a si Hoyle o quien sea aceptaban que todas las pruebas condujeran a la idea del Big Bang o no.
El día 5 de mayo de 2010 a las 12:25
Con respecto a la pregunta de Clodoveo11. Lo que pasa es que los núcleos pp y nn son muy inestables. Si se lograran crear con mucha presión y temperatura se desintegrarían muy rápidamente por medio de la fuerza débil. Hay que tener en cuenta que un núcleo np, es energéticamente (debido a la forma del potencial nuclear) mucho más favorable que tener núcleos pp y nn. Es decir, cuesta mucho menos energía tener un núcleo np, que un núcleo pp o nn.
En el núcleo pp, el protón en media «pesa» más que un neutrón libre, debido a la energía extra de repulsión electrica entre protones. Por lo tanto, un p se desintegrará de forma débil en un neutrón + positrón + neutrino. Dando lugar a un núcleo np mucho más favorable energéticamente.
En el núcleo nn. Debido a que el neutrón de por sí pesa más que un protón y además el nn es energéticamente menos favorable que el pn (debido a una cosa denominada pairing). El neutrón se desintegrará en un protón + electron + antineutrino, dando lugar a un núcleo np de nuevo.
Espero que haya aclarado un poco el asunto :D.
Así que técnicamente si pueden crearse, pero al final se desintegrarán muy rápidamente dando lugar a núcleos np.
Muy buen post Omalaled!.
un saludo.
El día 5 de mayo de 2010 a las 12:30
Orlin: y fantástica tu aclaración. ¡Por un balance energético!
Esta es una de aquellas cuestiones que, una vez sabes, te viene a la pregunta ¿y cómo no se me había ocurrido? 🙂
Salud!
El día 5 de mayo de 2010 a las 16:58
Omalaled, la palabra «creer» tiene varias acepciones y yo la empleé en su cuarta acepción 😉
Tienes razón en que las pruebas respaldan plenamente el Big Bang. De ahí que esta teoría sea denominada también «modelo estándar de la Gran Explosión».
En cuanto a Martín Corredoira, el investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias, quiero aclarar que él niega toda la cosmología moderna. O sea, que tampoco apoya los modelos de Hoyle (universo estacionario y universo cuasi estacionario).
El día 5 de mayo de 2010 a las 18:53
Omalaed y Orlin, agradecidísimo por vuestras aclaraciones.
El día 6 de mayo de 2010 a las 10:46
Es el primer comentario que hago y por tanto he de comenzar felicitándote por el Blog, el cual sigo desde hace unos dos años.
Quisiera tomarte la palabra respecto a la contestación que le has dado a Malonez y preguntarte por un elemento en concreto el Li(7). Que a mí no me sale siguiendo ninguna reacción (te aclaro que soy químico y esto no lo he estudiado; solo tengo conocimientos del tema a nivel de aficionado).
Por otra parte pedirte que cuando prepares el artículo sobre física estelar incluyas alguna explicación de por qué hay tanta abundancia en la Tierra de algunos elementos como Al, Ca, Ti, Mn que a nivel de universo son mucho más raros)
El día 6 de mayo de 2010 a las 16:10
Me parece recordar que en el Big Bang, aparte de hidrógeno y helio, también se formó litio y trazas de algún otro elemento.
El día 7 de mayo de 2010 a las 00:02
RnB: en primer lugar, muchas gracias por tus palabras.
Respecto a lo que dices, del litio-7, parece ser que, como apunta Rawandi, se produjeron en las primeras fases del Big Bang
No conozco los detalles de la formación de todos los elementos (no se estudian tampoco en ciencias físicas de esa manera), pero sí se tienen los balances nucleares de formación de elementos al igual que los químicos tenéis la entalpía libre de Gibs para ver si una reacción es posible.
Por el momento echa un ojo a esta entrada de la wikipedia. Yo te añadiré es que los elementos siempre se producen cuando la unión (la suma) de núcleos es mayor en masa que el núcleo final. El concepto de que hablan los físicos es el de energía por nucleón (básicamente el total de energía obtenida dividido entre el número de nucleones). Si te fijas en este gráfico verás que hasta el hierro todos se pueden formar perfectamente por reacciones durante la vida de la estrella, ya que todas ellas liberan energía. Esto hace que la estrella tenga diferentes ciclos (echa un ojo aquí).
Fíjate que a partir del hierro, no es así, por lo que durante la vida de la estrella no se espera que se formen elementos más pesados que el hierro. El único momento donde se pueden formar núcleos más pesados es en las explosiones de las supernovas. Se producen muchos procesos (el más destacado capturas electrónicas -el núcleo absorbe un electrón y un protón se trasnforma en neutrón- que llevan a estrellas de neutrones, etc) y se producen neutrones a mogollón. Y con ellos y los núcleos existentes se forman en aquel momento el resto de elementos; lo que no quita que también se produzcan otros elementos más ligeros.
Como verás, es difícil (al menos para mí) saber el proceso de cada elemento y darte la predicción correcta de su abundancia en la Tierra; pero los principios básicos están ahí. Este artículo venía a cuento porque el carbono se salía de madre.
Por lo pronto, todos los que dices pueden haberse formado, a nivel de balance energético, en el corazón de las estrellas (por tener energía por nucleón negativa, o seal se libera energía en su formación).
¿Aclaro algo tu pregunta?
Salud!
El día 7 de mayo de 2010 a las 15:29
Omalaled, creo que en el segundo párrafo de tu historia deberías cambiar la frase «En el Big Bang sólo se formó hidrógeno y helio». Podrías poner que «En el Big Bang sólo se formó hidrógeno, helio y trazas de litio».
El día 7 de mayo de 2010 a las 17:48
Pues tienes más razón que un santo (y eso en tu caso, no sé si encaja del todo 🙂 )
Lo corrijo.
Salud!
El día 8 de mayo de 2010 a las 16:19
Pero omalaled!! a tus años!!. No puedes citar algo llamado “Carta de los Núcleos”, decir que es maravilloso y no poner ningún enlace!! 🙂
El día 9 de mayo de 2010 a las 22:58
Gracias Omalaled por el ofrecimiento pero no quiero interferir en tu blog, sigue haciéndolo como haces y yo disfrutando de tus artículos.
Hay algo que me ronda la cabeza. A partir del hierro las reacciones de fusión son endotérmicas ¿es así? Lo digo porque no veo porque no pueden continuar realizándose fusiones, simplemente absorbería energía de la estrella. Obviamente en algo me equivoco, porque eso provocaría que la estrella se apagara con elmentos de masas superior al hierro y no es así.
El día 9 de mayo de 2010 a las 23:19
Brigo: je jeeee, me temo que conseguir información detallada sobre ello costará un montón…
Malonez: en absoluto interfieres. Efectivamente, a partir del hierro, las reacciones no aportan energía, sino que la absorben (técnicamente dicen que tienen energía por nucleón positiva) y es por ello que esos elementos no pueden formarse como el resto.
La estrella intenta contraerse, pero esta vez no hay energía interior que lo compense, y acaba, en función de su masa, colapsando o no (es aquí donde se produce el fenómeno llamado captura electrónica produciendo montones de neutrones). En las explosiones supernovas se liberan todos esos neutrones que, al interferir con los núcleos, es lo que contribuye a crear todos esos elementos.
No obstante, los procesos finales de las estrellas todavía hoy son objeto de acalorados debates entre físicos. Pero lo de la formación de los elementos a partir del hierro está claro: en la explosión (parte de los átomos de los que estás formado estuvieron alguna vez en una explosión supernova…. asombroso, ¿verdad?)
Salud!
El día 11 de mayo de 2010 a las 19:18
Perdón no he podido responder hasta hoy.
Muchas gracias Rawandi y Omalaled por las explicaciones, aunque no me aclaran el tema. Me temo que tendré que meterlo en la lista de dudas pendientes.
Respecto a la «carta de nucleos» que reclama Brigo, tal y como lo entiendo, se refiere a la «tabla de isótopos» que, aunque no conozco ningún enlace en internet, suele aparecer en los «handbooks». En el popular «CRC Handbook of Chemistry and Physics» ocupa de la página B257 a la B342.
El día 1 de junio de 2010 a las 12:24
Hola olmalaled, un placer leerte.
En el instituto de investigacion donde trabajo tienen un poster con los isotopos y algunas de sus propiedades y es una pasada los nucleos que hay. Asi que me he permitido buscarlo, para que Brigo y tu tambien disfruteis con el 😀
nucleardata.nuclear.lu.se/nucleardata/toi/pdf/chart.pdf
Hay un monton de informacion que no se lo que es (lo mio son los neutrinos), pero almenos veo:
Elemento con el numero de neutrones, vida media para isotopos inestables, posiblemente el isospin (no estoy seguro) y la abundancia relativa/tipo de desintegracion para isotopos estables/inestables respectivamente.
La tabla es del 98, pero no creo que haya cambiado mucho desde entonces, a parte de un par de nuevos elementos que han podido producir.
Salud!
El día 1 de junio de 2010 a las 12:26
Perdon, no el numero de neutrones, sino la masa.
El día 2 de junio de 2010 a las 19:02
Joan: muchas, muchas gracias por ese enlace.
Salud!
El día 5 de junio de 2010 a las 16:51
¡Madre mía que gran artículo y que grandes comentarios! Lo que he aprendido en poco rato 😀
Muchas gracias, omalaled, y cordial saludo 😉
El día 5 de junio de 2010 a las 17:44
Muchas gracias a vosotros. Me alegraque estos artículos os hagan pasar un buen rato de lectura.
Salud!