Estatuas
Como ya sabéis, siempre busco alguna excusa para contaros anécdotas y curiosidades relacionadas con la ciencia. La de hoy son dos estatuas.
Como ya os comenté en su día, Lavoisier fue guillotinado durante el reino del terror. Pues bien, 100 años después de su muerte se erigió en París una estatua suya que fue realmente muy admirada por muchos. Un día, sin embargo, alguien indicó que no se parecía en nada a Lavoisier.
Se interrogó al escultor que acabó confesando que había utilizado la cabeza del marqués de Condorcet (matemático y filósofo) ya que tenía un duplicado, con la esperanza de que nadie lo advirtiese, o que si alguien lo hacía le diera igual. Acertó, pues esa estatua permaneció 50 años más hasta la Segunda Guerra Mundial en que la retiraron una mañana para fundirla y hacer chatarra.
Philip Handler, presidente de la Academia Nacional de Ciencias decidió erigir una estatua de Einstein en los bajos del edificio de dicha Academia en Washington. Pensó que era una buena idea en ponerla dado que era el científico más famoso del siglo XX y, quizás con la excepción de Charles Chaplin, la persona más famosa de América del mismo siglo. Decidió ponerla en el lugar adecuado al circuito turístico, donde pudiera ser visto en compañía de Jefferson y Lincoln para conmemorar el 100 aniversario de su nacimiento.
Encargó la estatua por un valor de millón y medio de dólares al escultor Robert Berks. Se movió con rapidez y logró obtener el dinero para ese fin. La comunidad académica levantó una oleada de protestas. Los miembros de la Academia y los científicos protestaron porque no se les había consultado. Los artistas profesionales protestaron porque el escultor no había sido elegido de la forma apropiada. El resto de los intelectuales protestaron porque la estatua era un retrato vulgar y realista y no una composición abstracta conforme a las modas de entonces.
A pesar de quedar sorprendido, Handler siguió adelante y descubrió la estatua en 1979. Todavía hoy se puede observar.
Dos años después de la inauguración Feeman Dyson se encontró con Handler y le preguntó si le creía que había valido la pena construirla, dados los agravios de sus colegas. Si tuviera que decidirlo ahora, ¿volvería a hacer lo mismo?
Contestó rotundamente que sí y le explicó por qué. La primera vez que estuvo seguro de ello fue el día de graduación en la primavera de 1980. Miró por la ventana de su despacho y vio un grupo tras otro de muchachos, casi todos de raza negra, que venían de sus colegios de Washington, con sus birretes y sus togas de la ceremonia de graduación para hacerse fotos junto a la estatua. Hoy día es el punto favorito para la toma de fotos para los chavales en salidas escolares en el área de Washington D.C.
Y es que la estatua había dado a Washington algo que podían sentir y tocar, algo de lo que estuvieran orgullosos. Entonces descubrió algo que no había pensado: el público tiene alma, sabe ver la diferencia entre la verdadera grandeza y la pretensión académica y vio en Einstein un gran hombre sin pretensiones. El público no espera gran cosa de los científicos, tan sólo trabajo honrado, competencia profesional y participar en la medida de lo posible en el desarrollo de la ciencia.
Por ello, tan importante como la ciencia en sí, es divulgar al público sus conocimientos y hacerla accesible a todos, sea del modo que sea. Pero el público puede participar más de la ciencia, por ejemplo, llevando a los niños a cualquier observatorio astronómico (Dyson cita al Monte Palomar o el Monte Hamilton bajo la luz de la luna para visitar de noche el observatorio Lick y contemplar la gloria de los anillos de Saturno), a algún museo de la ciencia o, simplemente, observando la Luna y las estrellas esas noches en las que el cielo nos lo permite.
Bueno, el público puede participar más de la ciencia y el sistema educativo podría hacerlo también. Os doy un curioso ejemplo. En los aceleradores de partículas se producen colisiones entre partículas. Sólo sabemos lo que entra, lo que sale y cómo sale. Del meollo del asunto, o sea, la colisión, no sabemos nada de nada. La colisión es una caja negra. Sí, tenemos un modelo de fuerzas y unos patrones y lo que hacemos es preguntamos si lo que entra en comparación con lo que sale es coherente con ese modelo que tenemos de la citada caja negra.
Pues bien, en el Fermilab tienen una actividad muy curiosa con los niños de 10 años que van a visitarlo. Les dan una caja negra para que la midan, la pesen, etc. A continuación ponen objetos dentro de esa caja y piden a los chavales que la meneen, que la estudien y que hagan los experimentos que quieran con ellas para decir todo lo que puedan acerca de los objetos introducidos en la misma. Los científicos afirman contentos que es sorprendente ver la cantidad de veces que aciertan. Es una bonita forma de despertar la curiosidad a los chavales.
Por cierto, cuando he afirmado que los que se fotografiaban junto a la estatua de Einstein eran casi todo grupos de personas de color, lo he hecho a propósito para relacionarlo con una bonita anécdota sobre el Einstein real. Margot Einstein (hija de Albert) vivió un episodio conmovedor poco después de la muerte de su padre. Iba por una calle de Princeton, y un hombre de color que estaba trabajando allí, al reconocerla, le hizo una profunda reverencia y le dijo:
– Permítame que la salude, señorita Einstein. ¡Qué hombre tan admirable era su padre! Todos lo venerábamos. Es el primer blanco que se ha quitado el sombrero ante nosotros.
Iba a finalizar con un comentario propio, pero estropearía esta maravillosa anécdota.
Actualización: Isod, en un comentario, nos da un enlace para ver la foto de dicha estatua. Aun así, os la pongo aquí mismo:
Fuentes:
«De Eros a Gaia», Freeman Dyson
«Una breve historia de casi todo», Bill Bryson
«Albert Eistein», Carl Seelig
«Todo sobre Einstein», Cynthia Phillips & Shana Priwer
El día 29 de enero de 2008 a las 08:13
Muy interesante, gracias por compartir estas anécdotas.
Desde ahora mismo comienzas a formar parte de mis RSS ;o)
¡Saludos!
El día 29 de enero de 2008 a las 09:59
¡no olvides contarnos la historia del sombrero!
El día 29 de enero de 2008 a las 11:51
Pues ya que comentas lo de la participación del público, y lo del observatorio de Lick, me permito hacer un poco de «spam» para recomendar a la gente que viva cerca de Barcelona que se acerquen a la Agrupación Astronómica de Sabadell donde pueden asistir a unas sesiones de observación en las que se imparten charlas divulgativas y podrán ver el universo a través de sus telescopios. Mas información en: http://www.astrosabadell.org/es/434_activitats?observaciones=0
El día 29 de enero de 2008 a las 18:11
Una foto de la estatua de Einstein la tenéis en Observatorio.info.
El día 29 de enero de 2008 a las 18:37
Una historia deliciosa, como de costumbre. Gracias Fernando.
El día 29 de enero de 2008 a las 18:39
¿Y la que hay en Córdoba dedicada al Gran Capitán y que tiene la cabeza del Lagartijo (creo que era un torero gitano)? Esa sí que es buena.
http://www.spymac.com/details/?2331213
El día 29 de enero de 2008 a las 19:12
Solo un detalle.
Ni Einstein ni Chaplin era Americanos, sino Europeos.
Concretamente Einstein era alemán, aunque se nacionalizó como Norteamericano en 1940.
Chaplin era inglés.
El día 29 de enero de 2008 a las 19:54
Una historia genial.
Un saludo
El día 29 de enero de 2008 a las 19:58
A lo que se refería omalaled, era a que eran las personas más famosas EN América, lo que no tiene nada que ver que SEAN americanos. Vamos, eso creo yo.
Muy buena la entrada, de verdad que me ha gustado.
Por ser un poco quisquilloso (quizá sea la idea de una nueva entrada, ¿o está muy trillado?), diré que cuando leo lo de personas de color me quema la vista. A mi no me duele decir «negro», no se, es que lo son igual que yo soy «blanco «. Si no se dice con desprecio no creo que ofenda, ¿no?.
Creo que no me he explicado bien, pero espero que lo pilleis xD
Buen trabajo!
El día 29 de enero de 2008 a las 23:33
santi_montse: muchas gracias. Espero que te guste.
Bang: ¿historia del sombrero? … no te entiendo.
fcasarra: ojalá todo el SPAM fuera aconsejar un observatorio astronómico. Cuando mis peques sean un poco mayores, palabra que los llevo.
Isod: gracias por ese enlace. Haré una actualización.
Mizar: muchas gracias a ti por hacerme saber que te gustan.
Angie: yo me quedo con la de Albert 🙂
KPOLL: como te dice jinjan, en ningún momento he dicho que fueran de un sitio u otro, sino que eran más los personajes más famosos en América des siglo XX .. igual que si hablara de Schwarzenegger, por ejemplo.
pLay: muchas gracias.
jinjan: tienes parte de razón, pero cuando escribo intento no ofender a nadie. Sin ir más lejos, en un artículo dije que cierto personaje era un neurótico y en los comentarios tuve que preguntar que si de alguien se decía que era manco o cojo no pasaba nada; pero si dices que alguien es un neurótico siempre hay quien se pone en posición de defensa. ientras crea que pueda evitarlo lo haré. Bien o mal, pero esa es la intención. Aun así, tienes toda la razón.
Salud!
El día 29 de enero de 2008 a las 23:48
Reitero el comentario que hice en el post anterior porque al ser viejo nadie lo va a leer… Se que lo que voy a plantear no tiene nada que ver con este tema pero me gusto mucho ese post y quiero preguntarte algo
Omalaled: ¿recuerdas que hace poco tiempo te dije que tenia un tema que me habia quedado pendiente sobre la ley cuadrado-cubica?
Bueno estuve viendo el tema y mis ideas no tenian fundamento, de una manera u otra habia un error en lo que yo pensaba, pero ahora, y sabiendo un poco mas de esta ley, te dejo una pregunta:
¿Podria ser que en el caso del aumento del tamaño del cuerpo de forma proporcional, y solo por cambiar el tamaño de los musculos, se acarree un aumento del coeficiente de resistencia que tienen los mismo?
Pues si esto sucederia, el cuerpo resistiria mas kilogramos por centimetro cuadrado y soportaria, aunque sea, su propio peso estando erguido.
Recuerda algo… esta pregunta no es solo para responderla con un SI o un NO sino que me gustaria saber que razones hay para cualquiera de las dos respuestas.
Muchas gracias…
El día 30 de enero de 2008 a las 00:04
¡Ay!, Daniel, perdona. Lo tenía en la cabeza, pero en mi memoria las cosas duran poco.
El problema está en que cuando un cuerpo aumenta de tamaño, el volumen lo hace con el cubo de la medida y la superficie con el cuadrado.
Por ejemplo, un cilindro (V=r2*PI*h y S=r2*PI). Si duplicamos el radio y la altura, su volumen será V’=(2r)2*PI*2h=8V y la superficie transversal (imaginando que lo ponemos de pie por una de sus bases) S’=(2r)2*PI=4S.
La parte inferior tendrá que soportar 8 veces su peso en 4 veces su superficie. La resistencia del material no varía con las medidas, sino que es intrínseca a la misma.
Sucedería lo mismo con un brazo o una pierna: pesarían con el cubo del aumento mientras que la superficie de los músculos aumentaría con el cuadrado. Habría más fuerza por unidad de superficie o más tensión (como quieras) y tendrían mucha más dificultad en moverse, ya que han de levantar más peso con menos superficie.
¿Te lo he aclarado?
Salud!
El día 30 de enero de 2008 a las 03:33
omalaled: si si, muchas gracias..
muy buena la explicación!!
saludos
El día 30 de enero de 2008 a las 11:21
Pues sí, se debería hacer algo con la divulgación. No creas que no se divulga, se hace y mucho. El problema es que la información le llega al que quiere. Los museos se llenan de gente que se siente ya atraída por la ciencia. ¿Qué hacemos con el resto?
El día 30 de enero de 2008 a las 11:47
Daniel: de nada. Un placer.
Eugenio: No es una cuestión de poner más museos. Hay que atacar por otros frentes.
Primero: las escuelas. Fíjate cómo los políticos se tiran el día discutiendo de si religión o educación para la ciudadanía (y la población detrás contagiándose) y luego obvian asignaturas tan importantes como las científicas o el inglés. Así nos va.
Fomentemos las salidas que aporten conocimientos. Hagamos que las escuelas hagan salidas a una central nuclear, a un aeropuerto cerquita de los aviones, a los acuarios, a insititutos de investigación, a fábricas de coches o de aviones si es posible. Fomentemos esos lugares y no pongamos precios abusivos en sus entradas. ¿Ves por dónde voy?
Segundo: la TV. La programación basura debería ir, precisamente, a la basura. Todos sabemos a qué programas me refiero; incluidas las tertulias mal llamadas del corazón hasta los que dicen haber visto extraterrestres. Anunciemos descubrimientos científicos por TV, entrevistemos a investigadores y jefes de laboratorio y no tantas opiniones de futbolistas antes o después de un partido o al ricachón de turno diciendo que cree en el más allá. Si sabemos que los chavales se tiran muchas horas delate de la TV, hagamos que la ciencia tenga mayor difusión.
Lo que cabe preguntarse es si, realmente, es eso lo que quiere la sociedad. ¿Estamos de acuerdo?
Salud!
El día 30 de enero de 2008 a las 13:00
Bonita historia. Pero quería comentar sobre tu último comentario, la última frase. Porque, efectivamente, siempre se dice que la televisión da lo que la gente pide, lo cual se demuestra con los índices de audiencia. Pero creo que, aunque hay algo de verdad, también es cierta otra cosa: que muchas veces la gente se aficiona a lo que ponen por la tele, que la televisión también guía los gustos del espectador. Claro, que es mucho más barato hacer programas basura que programas serios y de calidad, y si al final ambos tienen audiencia, pues para qué molestarse… Pero recordemos que tanto el ya clásico «Cosmos» de Sagan como varios documentales serios de la BBC emitidos recientemente, han tenido índices de audiencia altísimos, siendo rigurosos programas de divulgación científica. Lo cual contradice eso de que los telespectadores quieren ver televisión basura (o al menos, no todos, y no siempre).
Saludos
El día 30 de enero de 2008 a las 13:26
Jo… si os ponéis a hablar de divulgación, me enciendo. Hay un tema que a la gente le encanta y lo sabemos todos los que hacemos algo de astronomía… sí, sí, mirar por el telescopio. Aunque sea sólo la Luna, o los puntitos de Júpiter y sus satélites. En cuanto hay alguien al lado al que hacerle preguntas y que responda a sus curiosidades… la gente responde muy bien. Al margen de la astronomía hay iniciativas en otros países (especialmente EEUU, Gran Bretaña, Francia…) de cafés científicos donde invitan a algún investigador o divulgador y responde a preguntas. Se trata (creo) del viejo modelo de conferencia pero actualizado y modernizado. Y parece que los asistentes responden. Por ejemplo… http://cafescientifique.org/
Y son actividades para adultos. Tengo la intención de empezar este año algo semejante en la «aldea» en la que vivo.
Sobre lo de abrir los centros de investigación para escolares, Omaladed, no veas lo difícil que es. Vamos a iniciar pronto una experiencia de ese estilo… pero porque también nos encargamos de la gestión de la subvención, formaremos monitores (no es cuestión que los técnicos del lugar hablen con los escolares, que seguro que los estropean) y web educativa propia. La diferencia de mentalidad entre el mundo anglosajón y España es abismal en las webs de universidade y centros tecnológicos. Fuera, todos tienen su propia sección de actividades divulgativas y educativas. Aquí, podemos salvar al Instituto Astofísico de Canarias y pocos más. Da penita.
Sobre el tema de la «ley cuadrado cúbica», en el libro «DE KING KONG A EINSTEIN. LA FÍSICA EN LA CIENCIA FICCIÓN», de
José Pont, Jordi; Moreno Lupiáñez, Manuel (Ediciones UPC)
ISBN: 8483013339. ISBN-13: 9788483013335
(1999), traen por lo menos un capítulo completo al respecto.
El día 30 de enero de 2008 a las 15:38
omalaled: Deliciosa historia, como siempre.
Adhiero a tu cruzada de tratar de hacer más accesible la ciencia al publico en general, especialmente en los niños.
Pero el mayor problema lo veo en el enfoque general que algunas sociedades le dan al conocimiento (y que se refleja en todos lados, por ejemplo en la programacion de la television). El otro día leí este articulo (vivo en Argentina y no en España, pero el problema es igual aquí) y me hizo pensar mucho acerca de los sistemas educativos y su influencia en la sociedad. De ahí a fomentar el interes en la ciencia hay un paso.
http://www.xlsemanal.com/web/articulo.php?id=23997&id_edicion=2687&salto_pagina=0
Gracias por tus excelentes historias
El día 30 de enero de 2008 a las 16:47
La educación, la educación… ¡qué tema, de los que de verdad gusta debatir!
En primer lugar, la educación empieza en la familia; si cada vez que el niño (o la niña, para ser «políticamente correctos»…) hace una pregunta sobre cualquier cosa, ¡cualquier cosa!, la contestamos con la verdad, explicándole el por qué y por qué no (a su nivel, claro), estamos forjando el espíritu de un futuro científico. Si contestamos con un ¡Déjame en paz, que estoy viendo el partido!, ó ¡Porque lo digo yo!, ó ¡Pregúntale a tu profesor, que para eso le pago! (etc, etc), el niño/a no recibe INFORMACIÓN, pero SÍ QUE ESTÁ RECIBIENDO FORMACIÓN: Aprende que lo más importante es el fúrbo, que sus padres no saben nada de nada (o si lo saben, se lo callan, que es peor), etc. Estamos formando un futur@ asiduo a la telebasura. Y un asiduo a la telebasura demanda telebasura. Más y más, cantidades industriales de telebasura.
Luego, el chaval (o chavala, ya puestos…) ve la tele enecientas horas al mes y ve a dibujos animados destruyendo a otros dibujos animados, políticos destruyendo a otros políticos, concursantes del reality-que-toca destruyendo a otros concursantes, famosetes de medio pelo destruyendo a famosetes de pelo y medio…
¿Qué demonios van a aprender así nuestros hijos (o hijas, ¡qué cruz!)?? ¿Ciencia? ¿Rigor científico? ¿O, más bien, que el más c….. es el que se lleva el gato al agua?
La única forma que se me ocurre de romper con todo esto es afianzar la formación de los chavales desde la cuna. Y para eso hacen falta generaciones.
O sea, que, fiel a mi pesimista visión del futuro de la Humanidad, lo veo chungo…
El día 1 de febrero de 2008 a las 03:53
Muy chungooo… ( o como se diga)
y si eso es en España imagnate como es aqui en Argentina…
Espero q
El día 1 de febrero de 2008 a las 03:54
Muy chungooo… ( o como se diga)
y si eso es en España imagnate como es aqui en Argentina…
Espero q esto algun dia cambie para bien…
muy bueno el post y los comentarios…
Saludos
El día 1 de febrero de 2008 a las 11:01
Daniel: «Chungo» es una palabra que viene del caló (habla de los gitanos), que quiere decir «feo, difícil, complicado». No es un palabro muy finolis, pero se ha incorporado con fuerza al habla de la juventud, al menos en España, donde llevamos siglos en contacto con los gitanos, y hemos cogido bastantes expresiones suyas para el habla.
Por cierto, he usado «cogido» a posta, pues, como supongo ya sabes, en España es un verbo sin absolutamente ninguna acepción «extraña», como ocurre en varios países de Hispanoamérica, incluída Argentina. Aquí en España, todo lo cogemos: Cogemos un autobús (y no por el tubo de escape); cogemos un resfriado (y no al revés, aquí no es el resfriado el que nos «coge» a nosotros); cogemos un vaso (sin hacerlo añicos); cogemos a las personas, incluso a las desconocidas, generalmente del brazo, eso sí; los taxistas cogen a los clientes (y en general no les molesta), etc.
En fin, Churchill decía que los ingleses y los norteamericanos eran dos pueblos hermanos separados por una lengua común; yo afirmo que españoles y argentinos somos dos pueblos hermanos separados por una forma distinta de «tomar las cosas»…
Saludos desde España.
El día 1 de febrero de 2008 a las 12:33
jajaja,,, muyu muy bueno el comentario,,,
Gracias por las aclaraciones
saludos
El día 2 de febrero de 2008 a las 00:55
Javier: pues es verdad. No lo había pensado de esta manera … y tienes toda la razón del mundo.
Isod: y no hacen falta tantos cibercafés, sino profesores de ciencia apasionados. Recuerdo un profesor de física de COU (yo ya soy viejo) que decía que cada domingo a las 4 de la tarde estaba en un determinado bar haciendo un café y que todo el mundo que fuera era bienvenido. Fui más de una vez, pero recuerdo que daba gusto charlar con aquel profesor fuera de clase. Lo de adultos … un familiar mío de más de 70 años asiste a charlas en la Universidad para adultos y le encantan … Eso debería fomentarse desde los ayuntamientos. ¡Hay tanto trabajo que hacer! Lo único que faltan son ganas.
Hetitor: del artículo que enlazas, me quedo con la frase: En nuestra cultura son muy importantes dos valores: la honradez y el trabajo. En la nuestra, el valor principal es dar el pelotazo, mucha pasta y lo demás son tonterías … y fomentado por la TV y por todo elmundo. Luego nos quejamos que nuestros menores tengan la misma cultura.
Macluskey: te ha faltado decir que «concha» es el, digamos, aparato reproductor femenino; así que ya podrás ver qué es para ellos «coger conchas» … Daniel: no malpienses 🙂
Salud!
El día 2 de febrero de 2008 a las 01:59
jajajaja… ¡muy buena la obsevacion!,, son muchas las variantes del idioma español y hay tantas anecdotas que podriamos pasar todo un dia hablando de esto…
Me tomó mucho tiempo encontrar en internet un blog tan bueno como este y todavia no he encontrado uno mejor,,,
Te felicito muchoo
Saludos
El día 2 de febrero de 2008 a las 02:52
omalaled,, estoy leyendo articulos anteriore y he leido uno que habla de la «gravedad cero» que en realidad no existe.
En ese post no saben como llamarle al estado en que la persona que va dentro del avion piensa que esta en ausencia de gravedad… En una parte dice «ausencia de fuuerzas» (pero en realidad fuerzas hay,, y si decimos que no hay fuerzas estariamos en el mismo error con el cual empezamos, si alli afuera hay fuerzas tambien hay gravedad y por lo tanto no hay ausencia de NADAAA…
Por otro lado (en un comentario) tambien lo llaman «estar en caida libre», pero el estado de la caida en que este no especifica la suma de fuerzas a la que esta expuesto el curpo (en este caso el avion)
Si de algo les sirve, creo que eso se denomina nodo de fuerzas, nudo de fuerzas o nodulo de fuerzas o actuantes (Igual que en la ley de Kirchoff o como se escriba jeje)
Espero que mi comentari osirva para resolver algo…
Saludos
El día 11 de febrero de 2008 a las 16:11
Omalaled, me quito el sombrero ante tu blog y suscribo la necesidad de promover la ciencia desde la cuna, los cafés y donde sea (yo hago lo propio con mi hijo de 3 años, que ya entiende lo grande que es el universo, cosa difícil para un crío… y para mi).
Solo quería aclarar que creo que con «lo del sombrero» se referían a una anécdota sobre Einstein: Un día de lluvia fue a salir y ese día decidió no usar el sombrero que siempre usaba, justo el día que mas le podía hacer falta. Cuando le preguntaron porque, dijo algo como «La lluvia estropeará el sombrero, pero a mi no».
También me gusta mucho su frase «si te cabe en el bolsillo, no te lo metas en la cabeza» (se refiere a los libros, formulas, y demás datos).
El día 12 de febrero de 2008 a las 00:52
Daniel: quizás es una sutileza, pero decir «gravedad cero» no es correcto. Gravedad hay. Y cuando digo ausencia de fuerzas en un punto quiero decir que la resultante (o sea, la suma de fuerzas aplicadas en ese punto) es nula. Otra cosa es que una sea debido a la gravedad y otra a la fuerza centrífuga, por ejemplo. Pero en lo que están los de ese avión no es gravedad cero, sino caída libre.
Sergio: muchas gracias. Yo también intento fometnar la curiosidad de mis peques. Y la frase del bolsillo y la cabeza es genial.
Salud!
El día 16 de febrero de 2008 a las 15:34
omalaled:
No sé qué pasó que no vi tu comentario antes. Estoy en completo acuerdo contigo. Completamente. Yo, en mis clases, intento hacer lo que dices. Invito a los chavales a ver ciertos programas, me los llevo a encuentros de investigación para jóvenes, intento hacer que la ciencia sea amena, etc.