El gobierno, la intimidad y los ordenadores

Publicado el 20 de febrero de 2007 en Opinión por omalaled
Tiempo aproximado de lectura: 9 minutos y 12 segundos

Las opiniones de Isaac Asimov son siempre mordaces. Podremos estar de acuerdo o no, pero nunca nos deja indiferentes. Hoy os copio una (convenientemente modificada) que tiene ya sus años pero que es tan actual como lo fue el día que se escribió y habla sobre el clásico «que nos tengan controlados gracias a los ordenadores». Como es un poco largo os dejo, sin más preámbulos, para disfrutar una vez más con el maestro Asimov.

La hipocresía es un fenómeno universal. Termina con la muerte, pero no antes. Cuando es consciente, repugna, pero pocos de nosotros somos hipócritas conscientes. ¡Es tan fácil inventar argumentos que hagan el caldo gordo a nuestros propios intereses y prejuicios, y encontrarlos sinceramente nobles!

Sabe el cielo cuánta gente se ocupa hoy de denunciar nuestra sociedad tecnológica y todos los males que nos ha traído. Y lo hacen con una virtud auto-consciente que enmascara el hecho de que todos ellos anhelan los beneficios de esa sociedad tanto como cualquier otro. Por así decirlo, son capaces de denunciar la maquinilla eléctrica de afeitar del vecino mientras rasguean una guitarra eléctrica.

No faltan los idealistas que «vuelven a la madre tierra» y perseveran el mes o dos necesarios para que les salgan callos. Imagino que usarán palos y piedras como herramientas, despreciando los fantasiosos instrumentos metálicos manufacturados por modernos hornos y fábricas. Pero incluso así sólo son libres de hacerlo porque se aprovechan de que nuestra sociedad tecnológica puede alimentar (aunque sea imperfectamente) a miles de millones de seres humanos, y dejar todavía tierra para que los amantes de la vida llana caven en ella.

La sociedad tecnológica no le fue impuesta a la humanidad. Nació de la demanda humana de alimento abundante, calor en el invierno, fresco en el verano, menos trabajo y más juego y diversión. Por desgracia, la gente quiere esto, y además todos los hijos que les parece bien tener, y el resultado es que la tecnología, en sus mejores logros, nos ha llevado a una situación de considerable peligro.

Muy bien; hay que salir del aprieto y salvar el pellejo, ¿pero cómo? Para mí, la única respuesta posible es: a través de un uso continuado y más sabio de la tecnología. No digo que esto garantice el éxito, pero sí que ninguna otra solución funcionará. Para empezar, me parece que debemos continuar, extender e intensificar la aplicación de computadores a la sociedad. ¿Una idea ofensiva? ¿Por qué? ¿Que las computadoras no tienen alma? ¿Que no tratan a los seres humanos como seres humanos?

Pongamos las cosas en su sitio. Las computadoras no tratan a nadie como nada. Son instrumentos matemáticos proyectados para acumular y manipular datos. Los responsables son los seres humanos que programan y controlan las computadoras, y si a veces se esconden tras ellas para enmascarar su propia incapacidad, es realmente un error humano y no un fallo de la computadora. ¿No es así?

Podría, desde luego, argumentarse que si la computadora no estuviera allí para escudarse uno detrás, las personas encargadas se verían colocadas en la picota, y obligados a tratarnos con más decencia. Sin embargo, la historia de la ineptitud administrativa, del salvajismo burocrático, de todas las injusticias y tiranía del pequeño funcionariado precede con mucho a la computadora.

Ese sometimiento definitivo a las computadoras, esa absoluta conversión en una sociedad organizada numéricamente, ¿no borrará la iniciativa, la creatividad, el individualismo? Pero, ¿en qué sociedad los ha habido?

Mostradme una sociedad, en cualquier momento de la historia mundial, en la que no hubiera guerra, ni hambre, ni pestes, ni injusticia. Hemos conocido sociedades en las que hubo iniciativa, y creatividad, e individualismo, sí, pero sólo en un pequeño estrato superior de aristócratas y privilegiados.

Los filósofos de Atenas tuvieron tiempo para pensar y especular porque la sociedad ateniense era rica en esclavos que no tenían ocio alguno. Los senadores romanos vivieron vidas lujosas a base de saquear todo el mundo mediterráneo. Las cortes reales de todas las naciones, nuestras propias gentes del Sur, nuestros propios industriales del Norte, vivieron fácilmente a costa de campesinos y esclavos y trabajadores.

¿Queréis esas sociedades? Si es así, ¿dónde os situaríais? ¿Os meteríais en el pellejo de los esclavos atenienses o en el de los filósofos? ¿En el de los campesinos italianos o en el de los senadores romanos? ¿En el de los trabajadores sureños o el de los propietarios de plantaciones? ¿Os gustaría veros transportados a una de esas sociedades y correr el riesgo de que os tocara la posición que os tocara, recordando que por cada persona que vivía cómodamente había cien o mil que se debatían en la oscuridad?

¡Hipócritas! No queréis para nada la sociedad simple. Lo que queréis es estar cómodos, y al infierno con todos los demás.

Me gustaría que cada persona recibiese una clave de identificación, larga y complicada, con símbolos que representen su edad, ingresos, educación, vivienda, ocupación, número de miembros de la familia, gustos particulares, posición política, preferencias sexuales, todo lo que sea concebible codificar. Me gustaría que todos estos símbolos fuesen periódicamente puestos al día, para que todo nacimiento, toda muerte, todo cambio de domicilio, todo nuevo trabajo, toda nueva calificación académica, toda detención, toda enfermedad sea constantemente registrada. Naturalmente, cualquier intento de evadir o falsificar tales símbolos sería claramente una acción antisocial, y como tal habría de ser tratada y castigada.

¿No sería una codificación así una invasión de la intimidad? Sí, desde luego, pero ¿por qué mencionarlo? Esa batalla la perdimos hace mucho tiempo. En cuanto aceptamos un impuesto sobre la renta, concedimos al gobierno el derecho a conocer ese extremo. Al insistir en que el impuesto sobre la renta fuera igualitario, admitiendo deducciones por gastos y pérdidas comerciales, por contribuciones, depreciación, y quién sabe cuántas otras cosas, hicimos necesario que el gobierno se ocupara de todo ello, que investigase cada cheque que firmamos, que observase cada comida en cada restaurante, que hojease todos nuestros registros.

No me gusta. Odio, y me sienta mal, que me traten como culpable hasta que no pruebe mí inocencia. Odio participar en una pelea desigual con una agencia que es al mismo tiempo fiscal y juez. Y, sin embargo, es necesario. A mí, personalmente nunca me han cogido, hasta el momento, más que en exceso de pagos y, en consecuencia, no he recibido más que reembolsos, pero tengo entendido que no es lo habitual. El Servicio de Recaudación de Impuestos, al volver a todo el mundo patas arriba y sacudirlo, recoge millones de dólares que pertenecen legítimamente al gobierno.

Bien, ¿qué ocurriría si todos estuviéramos perfectamente codificados, y si esta codificación fuera manipulada y manejada por computadoras? Nuestra intimidad no se vería más destruida de lo que lo está, pero los efectos de esa destrucción podrían ser menos sensibles e irritantes. El Servicio de Recaudación no necesitaría estudiar nuestros registros. Tendría nuestros registros.

A mí, por mi parte, me encantaría estar en una situación en la que no pudiera de ninguna manera hacer trampas, siempre y cuando ningún otro pudiera hacerlas tampoco. Para la mayoría supondría un ahorro en impuestos. Incluso me gustaría ver una sociedad sin dinero efectivo. Me gustaría que todo el mundo funcionara con tarjetas de crédito organizadas por computadora. Me gustaría que toda transacción, de cualesquiera naturaleza y monto, desde la compra de General Motors a la compra de un periódico, llevase aparejado el uso de esa tarjeta de crédito, con lo que el dinero sería transferido electrónicamente de una cuenta a otra.

Todo el mundo sabría en todo momento cuál era su activo. Por lo demás, el gobierno podría recibir su parte por cada transacción, y ajustar las cuentas, en más o en menos, a fin de cada año. No podríais evadir impuestos, ni os tendríais que preocupar para nada. Todo este entrometimiento personal, ¿no permitiría al gobierno controlarnos y reprimirnos más despiadadamente? ¿Es compatible con la democracia?

La verdad es que al gobierno no le faltan nunca métodos para controlar a la población. No se necesita computadora alguna, ni código, ni expedientes. La historia de la humanidad es una historia de la tiranía y del gobierno por represión, y algunos de los gobiernos más represivos y eficientemente despóticos han contado con muy poca tecnología a su servicio.
¿Usó la Inquisición española computadoras para perseguir a los herejes? ¿Lo hicieron los puritanos de Nueva Inglaterra? ¿Los calvinistas de Ginebra?

Lo difícil, claro, es encontrar un gobierno que no sea represivo. Hasta el más liberal y tolerante de los gobiernos, que respete de ordinario las libertades civiles, se torna rápidamente represivo tan pronto como surge una emergencia y se siente amenazado. Y lo hace sin dificultad alguna, saltándose cualquier barrera legal como si no estuviera allí. En la Segunda Guerra Mundial, por ejemplo, el gobierno de los Estados Unidos -a quien quiero y respeto- llevó a miles de americanos de ascendencia japonesa a campos de concentración, sin rastro alguno de derecho legal. No podía ni siquiera considerarse como una medida necesaria en tiempo de guerra, dado que no se hizo lo mismo (ni en sueños) con los americanos de ascendencia alemana o italiana, a pesar de que tan en guerra estábamos con Alemania e Italia como con Japón. Sin embargo, la acción encontró en general poca resistencia entre la población, y fue, de hecho, popular, y sólo por nuestra prevención hacia la gente de ojos extraños y por el miedo a Japón en el tiempo inmediatamente posterior a Pearl Harbor.

Esa es la palabra clave: miedo. Toda represión surge del miedo. Si no es del miedo general, es del miedo de un tirano a perder su propia seguridad.

De no conocer en detalle a su población, un gobierno sólo puede sentirse seguro si reprime a todos. A falta de conocimiento, un gobierno tiene que ser cauto, tiene que reaccionar ante rumores y suposiciones, y tiene que atacar a todos duramente para no ser atacado. Las peores tiranías son las tiranías de los hombres temerosos.

Si un gobierno conoce a fondo a su población, no necesita temer inútilmente; sabrá a quién temer. Habrá, desde luego, represión, dado que jamás ha existido un gobierno que no haya reprimido a quienes considerase peligrosos; pero la represión no tendría que ser tan general, tan duradera, ni tan encarnizada. En resumen, habría menos temor en las alturas y, por tanto, más libertad abajo.

¿No reprimiría un gobierno por el mero gusto de hacerlo, si tuviese el tipo de oportunidad que la computadora le ofrece? No, salvo que esté loco. La represión crea enemigos y conspiradores, y por muy eficiente ayuda que pueda proporcionar una computadora para luchar contra ellos, ¿para qué crearlos si no es necesario?

Por otra parte, un conocimiento profundo de las características de la población puede hacer que los servicios gubernamentales que ahora exigimos sean más eficientes. No podemos esperar que el gobierno actúe inteligentemente si no sabe, en todo momento, lo que está haciendo; o, en detalle, lo que se le está exigiendo. Para empezar, hay que comprar los servicios con dinero, como todo contribuyente sabe; mas para que esos servicios sean útiles y eficientes hay que entregar luego, a cambio, información sobre nosotros mismos.

Los individuos pueden ser lo suficientemente miopes como para preferir el beneficio inmediato y mandar al infierno a todos los demás, incluidos sus hijos; pero las computadoras no son tan desalmadas. Serían programadas para el funcionamiento de una sociedad, y no para la comodidad de los individuos, y no venderían el derecho de primogenitura de nuestra sociedad por el plato de lentejas de un individuo, como hace el ser humano incontrolado.

Por otro lado, las personas son a veces lo bastante emocionales como para desear la guerra e imponer sus puntos de vista, a pesar de que una guerra termina casi invariablemente con la derrota de ambos lados (aunque algunos individuos particulares se beneficien), y no es concebible que ninguna guerra sea tan útil como un compromiso sensato. Pero es imposible que una computadora adecuadamente programada sea tan desalmada como para recomendar la guerra como solución óptima.

Y si las diversas naciones se sometieran a computadoras bien programadas, sospecho que todas las computadoras nacionales llegarían, por así decirlo, a un acuerdo. Todas recomendarían programas compatibles, dado que está claro que hoy en día, y más aún en el futuro, ninguna parte de la tierra puede beneficiarse del mal de otra. El mundo es pequeño. O nos salvamos todos juntos, o nos hundimos a una.

Eso es, pues, lo que quiero, un mundo sin guerra y sin injusticia, posible gracias a la computadora.

Y como trato de no ser hipócrita, admitiré francamente que quiero ese mundo simplemente por razones egoístas. Me hará sentirme bien.

Fuente:
«La tragedia de la Luna», Isaac Asimov



Hay 34 comentarios a 'El gobierno, la intimidad y los ordenadores'

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  1. #1.- Enviado por: max

    El día 20 de febrero de 2007 a las 09:23

    El problema es que, como él mismo dice al principio del artículo, las computadoras están programadas por personas. Personas que, cuando existan esos grandes ordenadores que controlan todas las decisiones, tendrán deseos de manipularlos.

    Por otra parte, no creo que se pueda ni sea desable eliminar toda posibilidad de hacer trampas. Al fin y al cabo ser libre es saber que se puede hacer trampas y, sin embargo, no hacerlas.

  2. #2.- Enviado por: Sophie Germain

    El día 20 de febrero de 2007 a las 10:06

    Saludos Omalaled, te sigo con frecuencia, aunque no siempre comente.
    ¡Cuánta razón tiene Asimov en su razonamiento! independientemente de que los medios que proponga sean los más adecuados o no. Asimov fue un científico, un escritor y un filósofo. Yo he descubierto la filosofía de la era post-atómica en la ciencia ficción. Aunque en general, la filosofía se ha ocupado de la sociedad y del hombre a lo largo de los tiempos, en la ciencia ficción se debaten cuestiones de moralidad actual (clonaciones, derechos de los robots, grandes corporaciones vs gobiernos de países, globalización, personas fuera del sistema…).

    ¿Se imaginan a algún político citando a Asimov en lugar de a Kant, Sartre, Descartes, Marx…? ¡Ah, quita, tonta! Si hoy en día los políticos no son capaces de citar a ningún filósofo; no son capaces ni de citar a otro político.

  3. #3.- Enviado por: Sophie Germain

    El día 20 de febrero de 2007 a las 10:14

    Acabo de leer ‘La medición del mundo’ de Daniel Kehlmann y estoy con ‘Biografía de la física’ de George Gamow (este último influenciada por tí) y tengo la sensación de que hay momentos especiales en la historia donde se crea el clima adecuado para que grandes seres humanos demuestren todas sus capacidades intelectuales. Y estos seres se buscan, se encuentran y la explosión de sabiduría para la humanidad es enorme.

    Sin embargo, las grandes personas, por su humanidad y su entrega sin medida a los demás, suelen ser casos aislados, solitarios y esporádicos…

    Perdona por llenarte el blog de reflexiones que no van a ninguna parte. En fin… (suspiro)

  4. #4.- Enviado por: omalaled

    El día 20 de febrero de 2007 a las 10:25

    max: la definición de libertad que más me gusta es la que en su día dijo Platón: por lo que respecta a las clases más bajas de la sociedad es la capacidad de escoger entre trabajar o morirse de hambre 🙂

    Sophie: el primer libro que citas lo tengo pendiente y el de Gamow me encantó; aunque hace años de esto. Las grandes personas son, desgraciadamente, esporádicas … y olvidadas por el resto de la humanidad. Y tranquilo, me gustan estas reflexiones.

    Salud!

  5. #5.- Enviado por: Miguel

    El día 20 de febrero de 2007 a las 11:59

    A pesar de ser fan de Asimov creo que en este razonamiento peca tanto de simplista como los que ponen reparos y se muestran suspicaces hacia la tecnología.

    Presupone en primer lugar que cualquier interacción entre individuos estaría mediada por computadoras, lo cual podría ser posible en lo económico, pero digo yo que sería deseable también en lo físico 🙂 eso ademas de placentero puede conllevar también acciones perversas como la extorsión por ejemplo… algo dificilmente cuantificable o controlable, salvo por la investigación física y subjetiva, vuelve a entrar el factor humano echando abajo la ecuación.

    Por otro lado Asimov cuando crítica se plantea la regresión social a épocas como la clásica o la medieval, en ningún momento mucho más atrás. En esas sociedades como el bien dice había explotadores y explotados, como los sigue habiendo ahora, porque había también división del trabajo.

    ¿Pero y antes de la división del trabajo? ¿y antes de la misma noción de trabajo? Cazadores recolectores sin lenguaje ni símbolos, con formas primarias de socialización todavía ni siquiera cercanas a la religión, ni al arte.

    Y no estoy diciendo yo que eso es lo que quiera, pero ahí no había ni explotadores ni explotados; había relación directa con la naturaleza, con el ser (más alla de cualquier concepto metafísico e incierto, puramente físico), mucho tiempo para el ocio (como se sabe gracias a la antropología por el estudio de las pocas tribus no civilizadas que quedan) y también una experimentación directa de la libertad y la felicidad (aunque por supuesto, también había padecimiento); había una transferencia satisfactoria de poder en la consecución de los objetivos vitales, que en este caso venía a ser basicamente comer (eran libres para recoger su comida y felices al conseguirla).

    Ahora esa transferencia de poder se aplaza, al tener nuestras necesidades básicas cubiertas, y teniendo como objetivos vitales necesidades generadas. Nuestros objetivos vitales responden ahora a un concepto de alma y realización inventado y manipulado por el propio sistema para mantenerse funcionando… como quien pone una zanahoria a un burro.

    Y lo digo todo esto como una aportación de un pto de vista totalmente opuesto, del que yo estoy, como del planteado por Asimov, distanciado. Sin más ánimo que la discusión, esta vez sí ;-), civilizada.

    Ah, un saludo y enhorabuena por tu blog, lo leo a menudo y me parece muy interesante y muy bueno, especialmente para un profano en la ciencia como yo.

  6. #6.- Enviado por: Konamiman

    El día 20 de febrero de 2007 a las 13:55

    Ah, el maestro Asimov… dificilmente volveremos a tener a alguien de tal calibre. El que se haya quedado indiferente tras leer «La última pregunta» que tire la primera piedra.

  7. #7.- Enviado por: hurakanpakito

    El día 20 de febrero de 2007 a las 16:26

    Hola Miguel. Coincido contigo en q en este ensayo Asimov peca un poco de ca’ndido. Valga como excepcio’n, xq tengo al autor en muy buena opinio’n. Pero chico, creo q tu’ tb eres un optimista redomado, si no me lo tomas a mal 😉

    Divisio’n de trabajo se da – en mayor o menor medida – en todas las especies animales (eu)sociales. La humana no ha sido nunca una excepcio’n, xq sus ancestros ya eran sociales. Una forma elemental de divisio’n del trabajo implica explotacio’n: «tu’ cazas y yo q soy el jefe de la tribu, me lo como».

    Quiza’ te refieres ma’s a la etapa anterior a la consciencia xq hablas de consecucio’n de objetivos vitales, alma y realizacio’n. Pero me temo q ni por esas xq, no es ya q todos los seres vivos, conscientes o no, sean egoi’stas, es que ese egoi’smo emana de sus unidades ma’s elementales, los genes, obcecados en perpetuarse a casi cualquier precio. Animales sin conciencia humana (yo personalmente soy partidario de la conciencia como variable cuantitativa y no cualitativa) tb se explotan entre si’.

    La conciencia no es el origen de ese problema. Si’ lo es de q necesitemos una zanahoria intelectual para seguir existiendo a pesar de ser conscientes (perdo’n por el arrebato nihilista).

    Ya metidos en faena, como bien dices las computadoras actuales son manipulables y cabri’a anyadir q cuando dejen de serlo en el sentido en el q estamos acostumbrados, no sera’ evitable q sean ellas mismas egoi’stas. Hay experimentos de vida artificial q demuestran q el par’asito social, el explotador, surge esponta’neamante sin necesidad de nuestra ayuda. (Anya’dase ahora la mu’sica de Matrix con paisaje de Terminator y cerramos el ci’rculo nihilista). ?Habra’ q ir pensando en aplicar las leyes de la robo’tica, no?

  8. #8.- Enviado por: .Marfil.

    El día 20 de febrero de 2007 a las 16:49

    El razonamiento flaquea en muchos puntos, y podría ser perdonado si no fuera porque se trata de guiar al mundo y a toda su comitiva a un interés.

    Es una tautología bastante simple: El mal del hombre proviene del hombre, ergo el hombre estaría mucho mejor sin el hombre. En palabras de Sartre: El mundo podría existir muy bien sin la literatura, e incluso mejor sin el hombre. (Por no citar la archiconocida «El infierno son los otros»).

  9. #9.- Enviado por: ^Excess^

    El día 20 de febrero de 2007 a las 20:21

    Miguel creo que tu razonamiento tiene un fallo importante.

    En la época en la que el ser humano (o algo parecido a él) recolectaba y cazaba, seguía teniendo clases. Evidentemente mucho más simples en concepto, pero no por ello inexistentes.

    En todos los clanes, o grupos organizados (como prefieras llamarlo), siempre ha habido un jefe, ya fuera el más fuerte o el más inteligente. Podía ser un «mago», un «rey» o un «sabio», pero ahi estaba él. Además, esta figura normalmente ha necesitado de alguna -mano derecha- que le ayudara a facilitar sus labores.

    Así que las clases seguían existiendo, en menor medida, en consonancia con la cantidad de integrantes de los grupos, pero presentes.

    El ser humano desde que se ha organizado ha necesitado de unos componentes que llevaran las riendas de los grupos y eso ha conllevado irremediablemente a que el resto del grupo perdiera derecho a decisión (o sea libertades) a cambio de unos beneficios, ya fueran una mayor seguridad ante depredadores u otros clanes, mayores facilidades a la hora de conseguir comida o productos elaborados (pieles, herramientas), etc

    Espero haberme explicado correctamente, porque yo también soy un profano de la ciencia 😉

  10. #10.- Enviado por: omalaled

    El día 20 de febrero de 2007 a las 22:27

    Aquí no hay profanos, ^Excess^, sólo gente que tiene ganas de divertirse pensando. El primer profano es un servidor 🙂

    Me ha encantado el debate que se ha formado por la opinión de Miguel. Y es que Asimov plantea que todos seamos iguales ante las normas, y no como actualmente; argumentando que lo que pretendemos es saltárnoslas. Tal como dice él, nadie podrá hacer trampas.

    Pensando mejor lo que comentaba max: ser libre es saber que se puede hacer trampas y, sin embargo, no hacerlas. Pues no. Creo que la libertad no es poder hacer trampas. La libertad es escoger dentro de las normas; poder escoger religión, pensamiento, ideas y poder hacerlo en voz alta y poder votar las personas que nos van a gobernar. Creo que son conceptos diferentes.

    Poder saltarse las normas es un fallo de la libertad, pues cuando se hace, se coarta la de otro.

    Salud!

  11. #11.- Enviado por: maelstrom

    El día 21 de febrero de 2007 a las 00:43

    No Asimov, no puedes imponer o hacer de un sistema de regulación humana una ley natural inquebrantable. Estás coartando mi libertad a no escoger dicho sistema.

    Aparte de que estoy de acuerdo con lo que dice Miguel. Mientras exista la división del trabajo habrá gente que no podrá cumplir las normas (¿alguien puede pagar un dinero que no tiene?. Se podrá argumentar que los pagos serán proporcionales a los ingresos; pero resulta que son los ingresos los que nos permiten o impiden tener más o menos la vida que deseamos o los objetos que nos gustan. Y aquí yace el problema, ¿cómo se computa el valor del trabajo? ¿Qué baremos utilizaremos para diferenciar los salarios de los diferentes trabajos?). O una de dos, o se implanta el comunismo antes, o dicho sistema de computadoras es inviable por lo injusto de su programación.

    Y ahora imaginemos que, efectivamente, se permite a gente que no quiere estar en dicho sistema, y a que se organicen como ellos quieran fuera de dicho sistema. Los que estén dentro, entonces, jamás podrán interactuar con ellos ya que estos ellos son «no computables»: para las computadoras ellos no existen y por tanto cualquier transacción con esta gente entra dentro de un vacío legal del que nos podemos aprovechar infructuosamente (vamos, igual que el dinero negro); pues si un dia en una interacción con los «outsiders» (por llamarlos de alguna manera) recibimos algún valor de ellos este queda siempre en «negro». Y eso por no hablar de interacciones afectivas. Al, por ejemplo, casarnos con uno de ellos les obligaríamos a entrar en nuestro sistema para anotar nuestro estado civil… Y tener hijos complicaría aun más las cosas.

  12. #12.- Enviado por: .Marfil.

    El día 21 de febrero de 2007 a las 04:32

    Omalaled, he intentado enviar un mensaje por partes, pero el sistema no me deja :S

  13. #13.- Enviado por: Proximo.xv

    El día 21 de febrero de 2007 a las 09:59

    El texto es demasiado largo, com para estar de acuerdo o no. Pero soy incapaz de imaginar a un coprófilo que prefiera ese mundo a este 🙂

    La inquisición española no acabó con todos los judios porque era dificil seguirles el rastro a todos. Sin embargo los nazis con las targetas perforadas hicieron el infame «trabajo» mucho más eficientemente.

    El derecho a la intimidad es el derecho a hacer algo que HOY las normas no permiten…

  14. #14.- Enviado por: omalaled

    El día 21 de febrero de 2007 a las 10:06

    Marfil, si me lo envías por correo (está en el enlace de la derecha «sobre mí») lo intento poner yo mismo.

    Salud!

  15. #15.- Enviado por: Miguel

    El día 21 de febrero de 2007 a las 10:45

    Bueno, ya dije que no era tanto una opinión como un pto de vista para dar contraste 😀 aunque acepto lo de optimista redomado XD
    Sobre las clases, no estoy de acuerdo, copio de la wikipedia, entrada de cazadores-recolectores (que ya sé, tampoco es la fuente de la verdad, pero me vale más que otras):

    «Las investigaciones realizadas en los años 1960 entre los San !Kung, indicaban que frente a la creencia general de que las condiciones de vida eran peores que la de los pueblos que adoptaron la economía productiva de agricultura y ganadería, la esperanza de vida era superior en los pueblos primitivos y de igual modo sus condiciones de salud , al no ser azotados por las periódicas epidemias que se ceban sobre las concentraciones humanas de las aldeas, aunque debían soportar enfermedades relacionadas con el parasitismo. Había menos estratificación social y más paridad entre sexos.»

    Piensa que en estas sociedades se daba lo que se llama «matriarcado», pero no era una forma de poder violento; las mujeres tenían la «llave» para la reproducción (un objetivo vital más primario) y por eso precisamente estaban por encima en la jerarquía.

    La división del trabajo y con ella las clases, y la desigualdad de género vino después con la invención de la agricultura y el «tu te quedas aquí cultivando mientras yo me voy a cazar».

    Sobre el egoismo, es cierto, pero no hablo yo de humanidad sin sociedad. Todos sabemos que las sociedades se basan en cierta medida en el egoismo de quienes la forman, un egoismo inteligente, el egoismo que significa el bien común; los cazadores recolectores no tienen lenguaje, pero seguro que saben que les conviene vivir con sus congéneres (pues para tener una dieta variada, y no currar tanto, por ejemplo) antes que irse por ahí solos.

    Y repito que yo no soy partidario de volver a las cavernas; como diría Asimov sería hipócrita que lo afirmase, escribiendo en un ordenador y a través de internet, y dedicándome a lo que me dedico. Que no, que yo no estoy en contra de la cultura simbólica… o no del todo 🙂 simplemente me pareció interesante, pues eso, dar el otro punto de vista, que ni es tan simple como afirma Asimov, ni tan tonto como se puede creer.

    Aunque a mi me encanta debatir y sobretodo con gente relajada y que aporta cosas interesantísimas como vosotros.

    Saludete.

  16. #16.- Enviado por: omalaled

    El día 21 de febrero de 2007 a las 11:12

    Y a mí ver esos debates. Pero creo que la parte que más «machaca» es si seríamos capaces de que las decisiones las tomara un ordenador, ojo, programado democráticamente por nosotros. O sea, que no podríamos transgredir la ley ni un mílímetro, teniendo en cuenta que nosotros mismos haríamos esa ley.

    Y para ello es necesario que el ordenador conozca todo lo conocible sobre nosotros. ¿Coartaría eso nuestra libertad?

    Sobre los !Kung San he de hacer un artículo. Son una curiosa sociedad. Sagan decía que eran una sociedad de científicos … nada, a prepararlo 🙂

    Salud!

  17. #17.- Enviado por: juyma

    El día 21 de febrero de 2007 a las 18:13

    He pensado muchas veces en esa posibilidad de que el dinero de plástico trajera la posibilidad de un sistema fiscal más eficiente.

    ¡Tarjetas obligatorias! Me pregunto cual sería la «moneda» que buscaría la economía sumergida para evadirse del control de ese ordenador: algun metal precioso, un mercado de trueque, dinero paralelo emitido por entes privados (mafias)… no se, pero seguro que encontraba alguna forma de escapar.

  18. #18.- Enviado por: poquetacosa

    El día 21 de febrero de 2007 a las 19:17

    Los problemas de la humanidad comenzaron hace unos 10.000 años (milenio arriba o abajo) cuando un fulano decidió que guardar el grano que le había sobrado de la cosecha anterior era una idea jodidamente buena. Poco despues descubrió que podía usar ese excedente para influir en las decisiones y comportamientos de sus semejantes. Fue precisamente en ese momento cuando comenzó todo.

    Volviendo a Asimov, su idea es buena, sin embargo para funcionar debería eliminarse el «factor humano» de la ecuación. Una hipótesis inquietante con la que la ciencia ficción ha flirteado a menudo.

    Saludos.

  19. #19.- Enviado por: .Marfil.

    El día 21 de febrero de 2007 a las 22:13

    Ya he enviado el mensaje Omalaled, y ha quedado largo, muy largo 😛

  20. #20.- Enviado por: maelstrom

    El día 21 de febrero de 2007 a las 22:32

    Para un debate de esta índole permitidme una recomendación: Antropología Cultural, por Marvin Harris (un clásico).

  21. #21.- Enviado por: maelstrom

    El día 21 de febrero de 2007 a las 22:37

    Un dato curioso de ese libro es que tira por tira por tierra la creencia de que la Revolución Industrial (y se puede extrapolar a todas las formas de Tecnología) trajo consigo una disminución de las horas del trabajo y un mayor tiempo libre. En definitiva, lo que se argumenta es que, de de algún modo, tecnología y competitividad son o se tornan demasiado «amigos».

  22. #22.- Enviado por: omalaled

    El día 22 de febrero de 2007 a las 22:01

    Marfil: ni he visto el mensaje … ¿seguro que no has equivocado el destinatario?

    maelstrom: es cierto, el aumento de la teconología no trae más tiempo libre ni disminución de horas de trabajo. La codicia del hombre no tiene límites …

    Salud!

  23. #23.- Enviado por: .Marfil.

    El día 23 de febrero de 2007 a las 07:48

    Desisto, he subido la respuesta como una imagen a la siguiente dirección:

    http://img338.imageshack.us/img338/6350/asimovnq4.gif

    Si no se ve comentadme también. 😉

  24. #24.- Enviado por: hurakanpakito

    El día 23 de febrero de 2007 a las 13:53

    E’ste es uno de los mejores aspectos de este blog. A partir de un ensayo casi inocento’n se se ha liado un debate sensacional. En realidad, dos debates en paralelo. El di’a q quedemos a tomarnos unas cervezas, arreglamos el mundo 😉

    1) Respecto al primero, o el «origen de la explotacio’n o de la desigualdad humana»:

    Perdonad q insista, pero creo q no. Ni la estructura social, ni la divisio’n del trabajo, ni la agricultura, ni la industrializacio’n esta’n en la base. Todos estos sera’n factores moduladores, no lo niego, pero el origen es intri’nseco a la vida y desde luego no es exclusividad del ser humano.

    Desde un punto de vista no cienti’fico, el mito del «bon sauvage» hace mucho tiempo q esta’ cerrado por derribo. Le’ase una biografi’a de Paul Gauguin por poner un ejemplo real y conocido o «El senyor de las moscas» de Golding por poner un ejemplo de ficcio’n. Ese mito era la moderna (ya no tanto) novela de caballeri’as.

    Desde el punto de vista cienti’fico, la explotacio’n del pro’jimo esta’ impli’cita en el «struggle for life» darwinista, osea q es consustancial con la vida. Creo q la mejor aproximacio’n cienti’fica es la basada en la Ecologi’a del Comportamiento. En si’ntesis viene a aplicar fundamentos de economi’a para predecir y explicar muchos comportamientos de cualquier ser vivo. Puro «razonamiento» en costes-beneficios medidos en recursos o en «inclusive fitness» (~ potencial de supervivencia directa e indirecta de los genes propios). El parasitismo social, tema de este debate, y su contrapunto, el altruismo, son precisamente los objetos favoritos de esta disciplina. La sociedad humana actual podra’ ser ma’s o menos refinada en te’cnicas de explotacio’n pero no tiene patente de exclusividad, muy al contrario, el feno’meno es generalizado y adema’s no es apenas concebible una sociedad humana, presente, prete’rita o futura q carezca de ella.

  25. #25.- Enviado por: hurakanpakito

    El día 23 de febrero de 2007 a las 13:56

    En cuanto a los !Kung y la entrada de Wikipedia (q se basa en una sola referencia para explicar su estructura social): Me temo q es una interpretacio’n tan va’lida como cualquier otra. Es muy discutible tomarlos como paradigma de lo q la mayori’a de sociedades de cazadores y recolectores fueron alguna vez. Pueden ser tan generalizables, como excepcionales (una alternativa razonable es fijarse p.e. en los grupos de chimpance’s). Ma’s discutible au’n es igualar matriarcado (mucho ma’s generalizado q el patriarcado en todo el globo) con superioridad jera’rquica de la mujer, ni matriarcado con control del acceso a la reproduccio’n. Aunq pueda ser cierto en casos concretos, y habra’ q sudar para encontrarlos, lo uno no implica lo otro. Lo q si’ es cierto es q en el caso particular de los !Kung la escasez de recursos acumulables, el alto grado de endogamia, el reducido tamanyo de los grupos y una aguda interdependencia muy al borde de la supervivencia haci’an q los costes de la explotacio’n social fuesen muy altos y sus beneficios muy bajos. Si rascasemos la superficie y nos vamos a un extremo en el q el grupo no sea viable en su tamanyo actual, por p.e. una reduccio’n en los recursos (pongamos una sequi’a), veri’amos si aflora o no aflora el parasitismo social. Una muestra de la autora mencionada en la entrada de Wikipedia: «If, for whatever reason, a man does engage in gathering, nothing much is thought of it. However, if a woman hunts, she is thought to be rather eccentric, and her hunting activities are somewhat frowned upon (Shostak 1981:244)». «The !Kung make major decisions on the basis of group consensus. These groups do have members whose opinions, for varying reasons, carry more weight than those of others (Shostak 1981:245). According to Shostak, men assume this role as a de facto leader more often than women, but women do sometimes perform this role.» (Ojo! Tomo estas referencias de aqui’: http://www.inactivex.net/writings/inequality.html
    con la esperanza de q sean fiables, yo mismo no he lei’do a Shostak) Igualitaria? Vale, pero dentro de unos li’mites. Ma’s relativismo de la misma autora:
    http://www.sparknotes.com/lit/nisa/themes.html

    Quiza’ nos gustari’a pensar q somos animales igualitarios en el fondo y q es la estructura social en la q vivimos, la q a veces nos impide serlo. Lo siento, pero me temo q es exactamente al contrario. Adam Smith iba mejor encaminado q Marx.

    @maelstrom: Marvin Harris se lee con placer y me gustan muchos de sus planteamientos, de hecho su materialismo cultural tiene muchos paralelismos con la ecologi’a del comportamiento. Pero ha de advertirse q es un autor controvertido. Digamos

  26. #26.- Enviado por: hurakanpakito

    El día 23 de febrero de 2007 a las 13:58

    2) El tema original del post.

    .Marfil, creo q fuerzas un poco la ma’quina. Asimov coquetea impli’citamente con la primera tautologi’a q mencionas, es cierto. Pero no plantea la sustitucio’n del factor humano en cualquier contexto, sino solo en uno, el de la funcio’n de control de la sociedad humana y, ma’s concretamente el control fiscal. ?Pueden las computadoras asumir ese papel? Bueno ya lo hacen en gran medida y tendencia creciente.
    ?Pueden asumir esa funcio’n sin prestarse a una manipulacio’n au’n mayor q antes del uso de las computadoras? Obviamente, una condicio’n es eliminar el factor humano de ellas UNA VEZ PROGRAMADAS. Ya en esta fase se acabo’ la discusio’n, xq no es posible garantizar la ausencia de manipulacio’n.

    Pero bueno, asumamos q no hay manipulacio’n en esta fase; como bien dice .Marfil hay dos vi’as: una determinista, en la q el programa sea inviolable (asumamos q esto es posible) q es la q denuncia maelstrom: hacer de un sistema de regulacio’n humana poco menos q una ley natural inquebrantable sin margen de adaptacio’n. La segunda vi’a es dotar a la computadora de autonomi’a suficiente para optimizar ella solita el sistema de control, es decir, q decida lo q ma’s nos conviene en nuestro propio beneficio. Si la computadora no es consciente, el sistema es solo una variante del modelo determinista anterior. Y si es consciente, echemos a correr, tu’ mismo expones el problema perfectamente. De una manera o de otra me veo siempre en el escenario del mercado negro q sugiere maelstrom o en el de prescindibilidad del hombre q sugiere .Marfil.

    La tercera opcio’n, pero no es la propuesta por Asimov, es asumir q sera’n crecientemente eficientes y crecientemente manipuladas y q sufriremos las consecuencias hasta q seamos capaces de mantener unas condiciones razonables de metacontrol humano. Asi’ sucede hoy di’a p.e. con instituciones de control como la de la polici’a o el ejercito q se prestan como todas a manipulacio’n y excesos, pero de las q sin embargo no tememos un golpe de estado (o si?).

    Saludos

  27. #27.- Enviado por: .Marfil.

    El día 23 de febrero de 2007 a las 15:41

    Huranpakito:
    Decías: «Pero no plantea la sustitucio’n del factor humano en cualquier contexto, sino solo en uno, el de la funcio’n de control de la sociedad humana y, ma’s concretamente el control fiscal.»

    La verdad es que no se me ocurre que «otros contextos hay» aparte del control de la sociedad humana… el fiscal es sólo una parte, y creo que Asimov lo expone como ejemplo, interpolable no como un caso único, por tocar la parte monetaria en la que el común somos más sensibles, sin embargo también tiene implicaciones en justicia (a lo Minority Report) y ley, politicas, al trabajo, etc. De hecho planea una de las cosas más evidentes al evidenciar el mundo, los estado-nación, y que debería ser lógica su desaparición.

    En otro texto de Asimov, un relato llamado La última pregunta. Expone un mundo en donde los humanos aunque modificados geneticamente y con gran tecnología (lo que no quitaba que los personajes fueran torpes) convivían con un complejo sistema de computadoras; en unas líneas preclaras, que aún no se si me producen temor o asombro, relataba como a pese dichas computadoras obedecerían al segundo y las pudieras contactar por algo semejante a un movil, realmente no «pertenecían» al hombre:

    ¿Cómo eran? Nadie podía imaginarlo, porque hacía mucho que había pasado el día -y eso Zee Prime lo sabía- en que algún hombre tuvo parte en construir la Universal AC. Cada Universal AC diseñaba y construía a su sucesora. Cadauna, durante su existencia de un millón de años o más, acumulaba la información necesaria como para construir una sucesora mejor, más intrincada, más capaz en la cual dejar sumergido y almacenado su propio acopiode información e individualidad.

  28. #28.- Enviado por: .Marfil.

    El día 23 de febrero de 2007 a las 15:42

    En el texto más famoso de Yo Robot, expone la idea más preclara de que las tres leyes de la robotica sólo tienen una conclusión lógica: Mandar a tomar suerte las estructuras del hombre y controlarlo. Sin llegar a este extremismo, si quedan varios puntos: 1. Un sistema dinámico que de alguna manera si siga protegiendo el hombre, puede dado el punto de llegar a evolucionar y no tener idea de qué es lo que debe mantener ¿»el hombre»? y sin embargo verse forzado a hacerlo, y dado que ni nosotros mismos sabemos, identificaría al hombre sólo como su genoma. La manera más rentable de conservar al hombre, es conservar su genoma, o un reducto de sociedad muy pequeño, ambos serían equivalentes.
    2. Desde nuestra perspectiva, creo que también es algo inquietante que nos suceda lo que en el relato «La última pregunta»; aún suponiendo que nos saliéramos con la nuestra, ¿qué sentido tiene la existencia de un sistema que no comprendemos y que no controlamos?, sería tan nuestro como la imagen poética de las «estrellas», pero no nos engañemos, hacemos poesía de lo que no dominamos por resignación.

    Querida mia! si fuera posible que el Destino disponer nos dejase el triste plan del mundo, querriamos sin duda reducirlo a pedazos para rehacerlo según los deseos de nuestro corazon.
    Rubuiyat

    Dado el supertocho que mande en imagen, me vi forzado a resumirlo para otro asunto, y me quedo algo así:

    El hombre contemporáneo sólo ve los defectos de su mundo actual en los límites donde el sistema falla o es deficiente, su visión no tiene percepción del enorme vacío tras ésta aglomeración de individuos época tras época sin un fin que les sea propio, dónde todos los lugares son iguales, dónde todos los logros son equivalentes, y los ídolos adorados y olvidados tan rápido como la moda; para él lo únicos problemas que hay que solucionar son la corrupción, la improductividad y los accidentes de tráfico.

  29. #29.- Enviado por: hurakanpakito

    El día 23 de febrero de 2007 a las 16:22

    .Marfil:

    OK, ahora te entiendo mejor. Tienes informacio’n privilegiada, xq para mi’ el ensayo de Asimov no era un ejemplo de algo mayor sino algo cerrado en si’ mismo. Si extiendes el a’mbito fiscal al judicial, laboral, etc. entonces estoy de acuerdo contigo, claro, llega un punto en el q el hombre en si’ mismo desaparece como agente y solo queda como objeto (prescindible). Sin embargo, si no haces esa ampliacio’n de contexto (y no es necesario si no queremos), tienes otro escenario distinto y, de hecho, bastante realista en el q el almacenamiento y procesado de nuestros datos fiscales detallados sea 100% automa’tica.

    Con respecto a la situacio’n de La U’ltima Pregunta q mencionas, parece q Asimov sugiere un sistema de computadoras consciente, autoprogramable (una especie de CONSTRUCTOR UNIVERSAL de von Neumann, pero adema’s consciente) y altruista, pero como ya hemos dicho lo ma’s lo’gico es q un sistema asi’ prescindiese de nosotros. Salvo q no pudiese como en tu ejemplo del hombre como genoma (ma’s bien como basura gene’tica, puesto q lo mantendri’a sin ser necesario para la existencia del sistema). Pero no se me ocurre q se lo iba a impedir.

    La segunda perspectiva «aún suponiendo que nos saliéramos con la nuestra, ¿qué sentido tiene la existencia de un sistema que no comprendemos y que no controlamos?» ?Es q no es y ha sido siempre asi’ nuestra existencia? Yo no comprendo casi nada, por eso me dedico a la ciencia. Y de controlar, ya ni te cuento 😉

  30. #30.- Enviado por: maelstrom

    El día 23 de febrero de 2007 a las 22:37

    «La segunda perspectiva «aún suponiendo que nos saliéramos con la nuestra, ¿qué sentido tiene la existencia de un sistema que no comprendemos y que no controlamos?» ?Es q no es y ha sido siempre asi’ nuestra existencia? Yo no comprendo casi nada, por eso me dedico a la ciencia. Y de controlar, ya ni te cuento ;)»

    En definitiva se resuelve en una dicotomía: ¿qué preferimos? ¿Un sistema que nos facilita la vida (buscando el mayor beneficio) pero que no comprendemos ni controlamos? ¿O un sistema errático (beneficioso unas veces, perjudicial otras, como es todo sistema dependiente del factor humano) pero que podemos comprender y controlar, y por tanto mejorar?

  31. #31.- Enviado por: Akiv

    El día 25 de febrero de 2007 a las 19:11

    ¿De verdad que la propuesta de Asimov nos invade la intimidad? Creo que es cuestión de enfoques. Para mí, mi intimidad es invadida cuando un vecino me espia por la ventana mientras ando desnudo por mi casa, pero si un señor de Estocolmo (que ni nos conocemos) sabe de mi afición de andar en pelotas… ¿Qué me importa? Y si en vez de un señor sé que es un super «disco duro» pues me la trae más al pairo todavía. Además… ¿Dónde pasa más desapercibido un árbol? pues entre otro montón de árboles. Si mis datos están entre otros miles de millones y con la garantía de que nadie o casi nadie pueda acceder a ellos a no ser que quebrante una norma pues creo que es bastante privado y seguro que sólo preocuparía al Pocero y gente así, a los curritos de a pie creo que nos beneficia. Pero si es una utopía, no es por falta de medios, sino de ética y educación.

  32. #32.- Enviado por: omalaled

    El día 26 de febrero de 2007 a las 09:55

    En este punto, Akiv, estoy totalmente de acuerdo contigo. El ejemplo que pones del árbol es muy representativo.

    Sólo queda legislar fuertemente el derecho de acceso a ese disco duro del que hablamos.

    Salud!

  33. #33.- Enviado por: piuña

    El día 27 de febrero de 2007 a las 21:53

    Bienvenidos a la institucionalización de la vida privada. La prisión sin paredes físicas. Y la computadora es el gran hermano.

    El estalinismo se erigió con las mismas premisas, y nada ha habido más corrupto que el estalinismo.

  34. #34.- Enviado por: Juan Carlos

    El día 1 de abril de 2007 a las 21:34

    Gran tema de discusion a partir de un texto simple (y muy inocente por partes) del genial Asimov, tiene razon en criticar a los que siempre añoran con el «paraiso terrenal», cosa que nunca hubo ni en nuestra historia como especie ni en ninguna otra especie (si no basta con ver como en diferentes especies gregarias siempre hay un lider que tiene preferencia al alimentarse y en otras cosas), por otro lado si bien una mayor sistematizacion de la sociedad puede traer beneficios tambien cabria la interrogante de lo que es bueno, ¿que es bueno per se?, ¿lo que es bueno para uno lo es tambien para otro?, ¿no coacta la libertad el ser totalmente anarquista o totalmente sistematizado? ¿puede con el tiempo una maquina decidir que lo mejor para toda la humanidad sea la muerte de millones de personas? y muchas mas preguntas que se me quedan flotando en la mente, ademas de tambien considerar los enormes beneficios que traeria una sistematizacion total de la poblacion. Eso es lo bueno del blog que no solo nos da grandes historias sobre los verdaderos protagonistas de la historia humana (los cientificos no los politicos) sino que tambien produce debate y genera diferentes formas de pensar y ver el mundo, felicitaciones y saludos desde el Perú

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