Tecnología y política
Hemos llegado a unos puntos en que, a veces, damos más importancia a la imagen que no a lo que es importante de verdad: la resolución de un problema. Cuando se mezcla tecnología y política (con todo lo que implica como imagen, prejuicios y demás nimiedades) se llega a unos resultados casi ridículos en los que se olvida lo que es importante y lo que es superfluo. Esto no sólo se da en lo que llamamos nuestra «sociedad desarrollada», sino que es inherente a la naturaleza humana. Si no me creéis, fijaos lo que nos contaba Freeman Dyson que aunque sea un caso concreto es perfectamente extrapolable:
(…) he elegido el poblado de Ngon, situado en el África Central, donde mi hija Mia pasó algún tiempo como voluntaria del Cuerpo de Paz. Mi información procede de un informe, no publicado, que Mia escribió después de regresar a casa. Mia fue a Ngon como empleada de la Oficina de Desarrollo Comunitario de la República del Camerún. Su cometido oficial consistió en ayudar e impulsar las iniciativas locales encaminadas a mejorar la salud y la educación públicas.
El principal problema de Ngon es el agua. El poblado está a varios kilómetros de distancia de la fuente de agua potable más próxima. Día y noche, las mujeres del pueblo tienen que ir andando hasta el manantial y volver cargadas con los pesados recipientes de agua sobre sus cabezas. Durante la estación seca, el manantial degenera hasta convertirse en un lodazal pantanoso. En 1985, el Comité Oficial de Desarrollo del poblado, formado por los notables de Ngon y de otros tres poblados vecinos, se reunió para tratar el problema del suministro de agua. Las reuniones transcurrieron según las normas tradicionales de la hospitalidad africana, presididas por los jefes del poblado, con sus esposas sirviendo comida y bebida a los delegados. Mi hija, como huésped de honor, se sentó entre los jefes. Los asistentes, casi todos pertenecientes a la tribu bulú, hablan su propio idioma, el bulú, pero han sido educados durante tres generaciones en la jerga de la burocracia francesa. El Comité de Desarrollo del poblado, de acuerdo con su posición oficial, se expresó en francés durante las deliberaciones.
Dos eran las posibles medidas a tomar. Las llamaré plan A y plan B.
El plan A consistía en contratar los servicios de un perforador profesional de pozos que, casualmente, vivía cerca de allí. Los honorarios que cobraba eran altos para lo acostumbrado en el lugar, pero no prohibitivos. Proyectaría y dirigiría la construcción de un pozo suficiente para la población, además de una casa de baños y un lavadero, y emplearía a los habitantes del poblado como mano de obra. Mi hija preguntó en otros lugares por la calidad de su trabajo y se le informó que los resultados habían sido por lo general satisfactorios.
El plan B consistía en proponer oficialmente por escrito al gobierno central, en Yaundé, separada del poblado por trescientos kilómetros de malas carreteras, la construcción e instalación de un amplio sistema de conducción de aguas, aplicando una tecnología urbana. La posibilidad de que la propuesta fuera aprobada era escasa. Eran muchos los poblados que se disputaban los limitados recursos del gobierno central. Pero si se diera la casualidad de que Ngon fuera el afortunado ganador, los beneficios serían considerables, sobre todo para los miembros del Comité de Desarrollo del poblado.
La decisión unánime fue seguir el plan B. El resultado fue, al menos hasta el momento en que mi hija abandonó el país, que Ngon siguió sin suministro de agua.
Después de terminadas las reuniones, mi hija volvió al poblado y habló privadamente con sus habitantes, buscando la explicación de por qué habían adoptado una decisión que a ella, sin dudarlo, le parecía equivocada. Y se encontró con que todo el mundo, incluso las mujeres que cargaban con los recipientes llenos de agua desde el manantial, estaban a favor del plan B. Al final casi convencen a mi hija de que el plan B tenía sentido. Después de todo, tal como le dijo una mujer a mi hija, en Ngon nadie había muerto nunca de sed. El problema del suministro de agua no era una cuestión de vida o muerte, sino una cuestión de posición social. Por un lado, el hecho de escribir una propuesta oficial al gobierno, aunque no fuera atendida, ponía de relieve la importancia del poblado y de su Comité de Desarrollo. Abría un canal de comunicación y creaba relaciones entre los habitantes del poblado y las autoridades políticas de yaundé. Tales relaciones, a largo plazo, son más importantes para la vida local que una casa de baños comunitaria.
Por otro lado, el hecho de contratar a un perforador de pozos montaraz no habría estado a la altura de la dignidad oficial del Comité de Desarrollo del poblado. Por si estos argumentos no eran suficientes, había una razón más convincente para rechazar el plan A. El perforador de pozos era fulani, miembro de otra tribu. Los bulús de Ngon son agricultores y, por consiguiente, sedentarios. Viven en poblados desde tiempos inmemoriales y se consideran civilizados. Los fulanis son norteños, nómadas y pastores de vacas. Ningún bulú que se respete obedecería las órdenes de un fulani.
¿Qué importa el agua? Lo que importa es la dignidad oficial del Comité de Desarrollo del poblado y la etnia del perforador. Ya lo dijo Karl Kraus: Aparentar tiene más letras que ser.
Fuentes:
«De Eros a Gaia», Freeman Dyson
http://javarm.blogalia.com/historias/41863 http://www.epdlp.com/escritor.php?id=1898
El día 19 de octubre de 2006 a las 09:49
Pues si en muchos pueblos de África central piensan de esa manera, ya entiendo parte del subdesarrollo que sufren.
Definitivamente la educación y la eliminación de perjuicios raciales, sociales y de etnias son básicos para el desarrollo.
Muy curiosa la historia, y muy descriptiva de una realidad social que desconcía.
Gracias Omalaled.
Nelor
El día 19 de octubre de 2006 a las 09:50
Epps, donde dice «perjuicios» quise decir «prejuicios»
Nelor
El día 19 de octubre de 2006 a las 11:48
Cuidado con las visiones maniqueístas de buenos y malos.
Recién llegado a Mozambique, el único médico de un centro de salud se quejaba diciéndome que no tenía aspiradores nasales para recién nacidos (cuestan unos cincuenta céntimos, en España), y que los tenía que aspirar poniendo una gasa y sorbiendo con la boca. Poco después, me dice que tiene que acabar la reunión porque el Audi A6 (unos 50.000$) tenía un problema y lo tenía que llevar a arreglar.
Otra: se gastaron centenas de millares de dólares un Plan Director de Sistemas de Información, en quanto las personas mueren de SIDA a las decenas diariamente, sin cualquier tipo de cuidados de salud o remedios paliativos.
Mi visión eurocentrista hizo que me insurgiese. Hasta que llega la explicación, y allí hace todo el sentido: se gasta (desperdicia) en un coche porque si no fuese así NO HABRÍA NINGÚN MÉDICO. Se gasta en un PDSI porque si no ni siquiera sabríamos que las personas anda a morir; la información acaba por generar acción.
En Mozambique aprendí lo que quiere decir, verdaderamente, paradigma. Nuestro paradigma europeo no es directamente exportable en África; cuidado con los eurocentrismos que llevan a posiciones neocolonialistas claramente perdedoras.
Creo que la clave del artículo está en «Tales relaciones, a largo plazo, son más importantes para la vida local que una casa de baños comunitaria».
Caso contrario, iremos a India y diremos a las personas que las vacas no tienen porqué ser sagradas; que las maten y se alimenten. Pero no: lo que importa es el largo plazo.
Por esta vez, no concuerdo con el artículo.
Abrazos.
El día 19 de octubre de 2006 a las 13:17
Los problemas que planteas, RafaCoca, no son los mismos que el propuesto. Al menos, no lo veo así.
Una cosa es que haya que pagar un coche para que haya un médico y otra muy diferente es sacrificar un bien importante, tangible y realizable a corto plazo no por un bien a largo plazo, sino por «una posible buena relación a largo plazo».
Las relaciones se pueden romper sólo estornudando y son en muchos casos, muy «esotéricas». Y aquí es donde está el quiz de la cuestión: ¿qué es más importante? ¿una posible buena relación a largo plazo? ¿o un importante bien a corto?
Aunque yo creo, como ha observado Nelor, que la cosa tira más por los prejuicios.
Salud!
El día 19 de octubre de 2006 a las 14:44
«¿qué es más importante? ¿una posible buena relación a largo plazo? ¿o un importante bien a corto?»
Te responde la frase que repite RafaCoca: «Tales relaciones, a largo plazo, son más importantes para la vida local que una casa de baños comunitaria».
A la larga, los beneficios para el poblado son superiores al beneficio de tener ahora un nuevo sistema de suministro de agua. En muchísimas ocasiones es preferible soportar ciertas milestias o renunciar a ciertas cosas a camio de otros beneficios que tardarán más pero serán superiores.
Estoy con RafaCoca en el caso que se plantea en el artículo. Elllo no implica que piense que en muchísimas ocasiones los intereses políticos de una minoría primen sobre los intereses prácticos de la mayoría, pero el ejemplo me parece muy poco afortunado.
Saludos.
El día 19 de octubre de 2006 a las 14:48
Creo que el último párrafo está un tanto mal expresado pero se me entiende ¿no?
Quiero decir que estoy de acuerdo en tu planteamiento de que los intereses polñiticos pueden hacer olvidar lo realmente importante, pero que el ejemplo no es nada bueno puesto que más bien parece ilustrar lo contrario.
El día 19 de octubre de 2006 a las 15:58
Pues vaya … sí que la he acertado 🙂
Salud!
El día 19 de octubre de 2006 a las 16:15
Tal como lo veo yo, el problema de fondo, en este caso, está en la mezcla o confusión de unas estructuras de corte o, más bien, de nombre «occidental» y de un sistema jerarquizado tribal, cosa que no es precisamente una novedad en el África subsahariana. El «comité» en cuestión no es una institución representativa, en sentido democrático occidental, sino una refundición de estructuras tribales previas, dirigidas por los «ancianos», cuyas decisiones son secundadas -como no puede ser de otro modo- por los súbditos. Si es así, prima en la decisión la idea de importancia «política» frente a la de bienestar de la población, aunque esta acepte la decisión y asuma las consecuencias. Al menos, esa es la imagen que me hago de la situación presentada.
Saludos.
El día 19 de octubre de 2006 a las 16:20
Yo pienso que cada caso es distinto, y por lo tanto no se puede generalizar todos los casos similares a partir de uno.
En la historia de hoy hay que elegir entre agua «limpia» y cercana o una denuncia de la situación que está sufriendo el pueblo para que le hagan caso.
A mi entender, lo primero es prioritario. No es nada bueno para la salud de las mujeres tener que caminar varios kilómetros para obtener agua, volver cargadas con el líquido y encima en la época seca tener dificultades para explotar ese pozo lejano.
El tema de la supuesta buena relación puede iniciarse en cualquier momento, y no necesariamente con el tema del agua. Puede ser por otro tema (seguro que tienen muchas cosas que mejorar). És más, el hecho de solucionarse un problema ellos mismos, puede ser una ventaja a la hora de pedir otras cosas al gobierno central, ya que supongo que este gobierno también estará agobiado por la cantidad de regiones que se disputan el nombrado acueducto.
Saludos a todos,
Nelor
El día 19 de octubre de 2006 a las 16:50
Yo creo, Rafa, que precisamente lo que pita, y pita desde hace ya bastantes décadas, es lo que tú defiendes. La idea de que los paradigmas no son exportables subyace en la política respecto de África desde hace décadas. Y los resultados son bien evidentes.
Al mundo desarrollado no se le puede reprochar, en mi opinión, una actitud colonialista hacia África. Lo que yo le reprocharía es la capacidad que tiene, de enviar toneladas y toneladas de ayuda, cientos de cooperantes, y muchísimo dinero, y no haber exigido nunca resultados.
Si el caso que cuenta Omalaled se hubiese regido por el paradigma Europeo, el Comité de Desarrollo habría sido cesado. Muy al contrario, la muchacha se calla y se limita a volver al poblado, privadamente, y a hablar con la gente para intentar entender el problema. ¿Qué más respeto al «paradigma africano» quieres que ése? ¿Que encima les dé la razón, cuando lo que piensa es que han hecho una gilipollez?
Matar a la vacas de la India para comérselas sería una debacle. Pero no por motivos religiosos, sino por el papel fundamental que juega en las economías rurales la bosta de vaca. Y los cadáveres no hacen de cuerpo.
El día 19 de octubre de 2006 a las 20:46
Omalaled. Siempre me han gustado las historias con mensaje, y esta es muy buena. Muy acertado el corolario final con la cita «parecer tiene más letras que ser». Me la apunto.
Me ha gustado también el comentario de RafaCoca que por lo que dice, habla con conocimiento de causa, aunque no veo relación o conflicto alguno con lo que expone Omalaled.
Creo que la intención de Omalaled es muy clara, y los argumentos expuestos y conclusiones sacadas bastante claras e inequivocas. A mi personalmente no que queda ninguna duda de que esa tribu toma una decisión (acertada o no, eso no importa para lo que quiero puntualizar) por los motivos equivocados: delirios de grandeza y desprecio por los miembros de otra tribu.
Saludos
El día 19 de octubre de 2006 a las 21:07
Perdonad si parezco un bruto con lo que voy a decir, pero a mí este asunto del agua y de las pobres mujeres acarreandola a kilometros de distancia, hace tiempo que me ronda la cabeza y siempre me formulo una pregunta, ¿porqué no construyen el poblado al lado de la fuente?.Con respecto al planteamiento que haces, yo creo que podrías elegir la segunda opción si se tratara de un asunto accesorio, pero tratandose de un bien de primerisima necesidad como es el agua yo optaría por la primera.
PD.Si fueran los hombres los que tuvieran que acarrear el agua, seguro que habría un grifo en cada casa.
El día 20 de octubre de 2006 a las 11:16
Mucha palabra rimbombante, para un problema universal.
Cualquier concejal, de cualquier pueblo de este ¿país desarrollado?, os puede contar 25.000 casos iguales, parecidos o superiores.
Ejemplos:
Propuesta: vamos a contratar a X
Argumentos en contra:
a) No que X no es del pueblo
b) No mejor a Y que conoce a Z que es Diputado
c) No que X contrata a moros
d) No que X es moro
e) No que X ya ha ganado bastante
f) … y así hasta el infinito
X, lo hacía bien, mejor y más barato pero …
Moraleja: ¿Realmente creeis que hay alguna diferencia entre los humanos y sus resentimientos? Pues, preguntadle a una mujer qué le parece mejor, si morir lapidada o tiroteada con una Heckler Koch de balas ecológicas.
El día 20 de octubre de 2006 a las 11:24
Gracias a todos por los comentarios.
colorpurpura: has dado en el blanco. Lo que pasa es que con el ejemplo de los fulanis queda mucho más claro y no tan «camuflado».
alvarhillo: creo que más que los hombres te refieres a los del Comité en particular. No es una distinción entre hombre y mujer, sino quién tiene que hacer el trabajo sucio y quién no. Aun así, no deja de ser curioso, en este caso, que las propias mujeres les daban la razón. Siempre me ha hecho reír ver a los políticos «poner la primera piedra». A ver el día que se animan y ponen unas cuantas más, que poner una es muy fácil.
Salud!
El día 20 de octubre de 2006 a las 14:03
Gracias por la puntualización, omalaled.
En efecto, me refería a los del comité. Si ellos tuvieran que cargar con el bidón contrataban al fulani y a quien hiciera falta. Yo, antes de cambiar de departamento trabajaba en una brigada desmontando y montando despachos, y había algún jefe que te hacía cambiar los muebles veinte veces. ¡Claro, ellos solo tenían que decir, huy aquí no, ponmelo en la otra pared!. Pues eso. Un saludo.
El día 20 de octubre de 2006 a las 14:44
Toda la teoría económica está basada en el principio de que los hombres somos seres racionales (de los que piden raciones en los bares, que diría Siniestro Total, pero eso es otra historia).
Y dice los hombres, no los hombres blancos, o europeos, o …
Quiero decir, cada hombre toma la decisión que maximiza su beneficio en el largo plazo. Estamos siendo neocolonialistas cuando decimos: mira, qué tontos, podían haber hecho la fuente …
La buena chica volvió al poblado y casi que la convencen!: o sea, la explicación de maximización de beneficio a largo plazo (siendo que, en el corto plazo, no había riesgo, es decir, nadie muere de sed) no fue suficiente para ultrapasar su preconcepto de «pues yo viví toda mi vida al lado de un grifo, y sé bien que es muy bueno, y vosotros lo tenéis que tener también».
Sobre construir el pueblo al lado de la fuente: cuando el desastre del Katrina, la única parte que se salvó fue el barrio francés, el primero a ser construido: construyeron maximizando a largo plazo; cuando la naturaleza se expresó castigó a quienes se olvidaron de eso.
Y eso lleva a Illaq: el Comité de Ancianos no son unos decrépitos cualesquiera: la figura de Senado e senadores (de senectum, viejos) presupone que ya vivieron mucho y ya vieron muchas cosas: la experiencia les ayuda a ver las cosas en su justo término, el largo plazo.
Elcolorpurpura: el problema es conocido como teoría de agencia: contratas alguien para que gestione tus intereses, pero él maximiza su propio interés (el interés del accionista, incrementar el precio de la acción, puede colidir con el interés del presidente, por ejemplo, que la empresa sea la mayor del sector, mismo que sacrifique ebeneficios): pasa con los consejeros delegados de una empresa, con políticos y con el camarero de un bar. Para eso tiene que haber adecuados órganos de fiscalización. En lo privado, por ejemplo, por auditorías; en lo público, con intervención del Tribunal de Cuentas.
El día 20 de octubre de 2006 a las 14:49
Esto no lo vamos a resolver aquí, pero es que estamos reduciendo la política al algo que no es, estamos teniendo una visión terriblemente simplista.
Si el consejo representa al pueblo, y ese pueblo prefiere no contratar al fulani, pues la obligación del consejo es no contratarlo. Eso es democracia representativa pura y dura, cosa con la que creo que todos estamos de acuerdo. Hacer algo en contra de la voluntad del pueblo es totalitarismo.
Supongo que aquí todos estamos a favor de la democracia y no de los regímenes totalitarios. Salvo que alguien, claro está, defienda la democracia «a la griega», en la que sólo quien tenga un determinado nivel de formación o lleve a cabo alguna acción especialmente honorable en favor de su país adquiere el rango de «ciudadano con plenos derechos» y el resto no tienen ni voz ni voto. En ese caso sí podrían los miembros del consejo decidir sin tener en cuenta lo que podría pensar el pueblo. Pero creo que este tipo de democracia no la queremos ninguno ¿verdad?
No se puede ser simplista, la política es algo mucho más complejo que todo eso.
Saludos.
El día 20 de octubre de 2006 a las 15:38
Al escribir este artículo y contrastar vuestras opiniones con la mía he aprendido una cosa: si de algo tan simple como lo que se plantea no nos ponemos de acuerdo, imaginad para el resto de las cosas …
Vamos que es imposible 🙂
Salud!
El día 20 de octubre de 2006 a las 20:59
Me encuentro cada dia con este tipo de situación en mi trabajo, yo soy técnico, sin embargo la mayor parte del tiempo lo malgasto en explicar a mis jefes de proyecto, que no son más que politicuchos de undecima fila (siendo muy generoso), con poca idea de nada en general, que debería hacerse para resolver un problema, sin embargo apesar de los argumentos técnicos practicamente siempre me sorprenden con sus decisiones, cuando la excusa es el tiempo, ya casi me he acostumbrado, casi lo entiendo… pero cuando surge alguna «razon» distinta realmente siempre me sorprenden
Siempre me ha dado la impresión que se pierde mucho tiempo con la politica, si no existiera esa «raza» creo que el potencial de desarrollo sería increible!
Saludos
El día 20 de octubre de 2006 a las 21:37
Bien, adjudicado. Redactaré un artículo sobre una curiosa sociedad (una tribu) en la que no hay políticos … hasta que llegamos los civilizados.
Salud!
El día 22 de octubre de 2006 a las 09:08
Esta historia me hace afianzar aun mas la idea de que ir a Africa con «nuestras» ideas es chocar con un muro. No es posible ayudar a quien no se entiende y sus valores no tienen porque ser los mismos que los nuestros. Siempre, o casi siempre, pecamos de prepotente…
El día 23 de octubre de 2006 a las 09:26
El problema con la intervención y la exportación del paradigma occidental, es que no es una decisión actual; no solo es que no nos pongamos de acuerdo como decía Omaled, es que lo que estamos decidiendo ya sucedió.
Los estados africanos obedecen a las negociaciones de desconolonización con una fuerte salvaguarda de los intereses de las elites europeas o europizadas que se quedarían, el reparto de tierra no obedece a sentidos de autodeterminación ni nada semejante, Africa esta trozada de la misma forma en que fue colonizada (hace gracia ver naciones que su territorio es un cuadrado). El mal ya esta hecho, el solo echo de que ser estados-nación las integra ya a la dinámica occidental, y de hecho ese fue el mayor interés por parte de EEUU y la URSS al promover la descolonización, en contra de los intereses europeos.
A diferencia de Europa donde surgieron las naciones y después crearon el estado, en la descolonización de africa (parte de Asia, y también es aplicable a America del Sur), es el estado el que crea la nación, en concreto el caso africano tiene que operar sobre una base tribal, de tipos que comparten un mismo territorio por suerte (por como hayan sido conquistados), de ahí que no se puedan unos ver las caras con otros, o que estén divididos por fronteras lo que tienen mayor unidad; bajo esta perspectiva la política cobra un importante valor pues se trata de crear la identidad nacional, en un principio era el discurso de la independencia, pero ahora se ve abocada a otras legitimaciones, y lo que es claro es que el sistema tiene trocadas sus bases, son estados con una dinámica nacional poco más que artificial. Si a ello le sumamos la pobreza, el agreste continente y la corrupción, es fácilmente comprensible el por qué de la situación de Africa.
Por otro lado, la ayuda no puede pasar más que como intervención, (Los totalitarismos que comentaba alguien más atrás), sin embargo como ya expuse el totalitarismo ya está en el hecho de decirles que son una nación, y mal no estaría que ya puestos se interviniera al menos para exportar otros valores más útiles, como lo son la racionabilidad, la previsión económica, etc.
No entraré en el debate de si la democracia por la democracia vale, es tristemente cierto aquello que decía «la democracia garantiza que ningún pueblo sea dirigido mejor de lo que se merece», que junto al relativismo cultural, da paso a negar que los otros se equivocan o que si se equivocan ese es su problema, y creo que más que todos queramos totalitarismo o democracia, lo que no queremos es indiferencia.
El día 23 de octubre de 2006 a las 09:27
Agrego esto en otro post, porque el sistema del blog ya me dijo que mi comentario era un tocho y que ni pensar de dejarlo pasar 😀
Todo esto me recuerda (a ver si entre todos encontramos la fuente), una caso de una comunidad donde unas mujeres echaban a perder las obras para un pozo más cercano, pues al ser una sociedad fuertemente patriarcal su único escape y libertad era cuando iban a recoger agua al pozo original que era más lejano. Al final se opto por dejar el pozo a medio camino.
¿También vamos a respetar el machismo por ser democrático y cultural?
En mi opinión, las creencias incapaces de por peso propio ser respetadas, establecen el absurdo de ser toleradas porque sí, y ello es negar toda valoratividad e incluso que hay un problema (Después de todo podría no ser malo si a alguien le parece que no).
Fe de erratas
El día 23 de octubre de 2006 a las 11:51
Creo, .Marfil. que te refieres a este link de Javier Armentia (Por la boca muere el pez). De hecho, fue él quien copió el trozo que os he pegado de Freeman Dyson … ¿para qué repetir el trabajo que otro ha hecho? 🙂
Salud!
El día 23 de octubre de 2006 a las 20:41
Mismamente. 🙂
El día 4 de noviembre de 2006 a las 05:58
Hola, bueno en primer lugar para felicitarte Omalaled por seguir con las historias que siempre nos dejan alguna leccion especial; con respecto al tema veo que hay muchas personas que aún cargan con la culpa de colonialismo y siempre tratan de disculparse diciendo que no pueden aplicarse las normas y reglas occidentales a dichos pueblos. En este caso tenemos un problema simple y de facil solucion si es que se hubiese seguido una solucion no politizada o mejor dicho si es que el consejo tribal hubiese sido valiente politicamente como para romper con siglos de tabúes, temores y prejuicios, no pensando en un supuesto futuro mejor si es que el gobierno central algun día se llega a acordar de ellos (que probablemente nunca ocurrirá), sino solucionando los problemas por si mismos, eso es según creo lo que hace que una comunidad se desarrolle. ¿Como sería por ejemplo la vida de varios paises actualmente desarrollados si es que sus poblaciones hubiesen esperado siempre que el estado haga las cosas por ellos?, tal vez no estarian ni a la mitad del nivel actual que poseen. Saludos desde el Perú y sigue con las Historias de la Ciencia.
El día 4 de noviembre de 2006 a las 09:56
Así lo haré, Juan Carlos.
Quise poner la historia porque desde mi punto de vista tenía claro cuál debía ser el camino a seguir, pero ni en una cosa tna simple fuimos capaces de ponernos de acuerdo.
Quizás el culpable sea yo por tener una mentalidad en la que no se fija en la imagen y cuando leí la historia que querían relaciones, imagen, etc; a cambio de un bien, necesario como el agua, pensé que todo el mundo lo vería igual que yo … ¡qué equivocado iba!
Salud!