Historias de España
Me he convertido en fan incondicional de un blog llamado Historias de España. Me amenazó con escribir un artículo de ciencia en un comentario … y ha cumplido su palabra. ¡Y de qué manera!:
Una famosa anécdota de Unamuno nos cuenta que cuando recibió un premio nacional de manos del rey Alfonso XIII lo agradeció diciendo más o menos esto: «Quiero agradecer a Su Majestad la entrega de este galardón, que merezco». «Qué curioso», le contestó el rey; «todas las personas que han recibido este premio antes que usted han declarado no merecerlo». A lo que Unamuno contestó: «Es que, Majestad, ellos no lo merecían».
(…) hoy quiero yo lavar un poco esa imagen [la de la actitud española fría por la ciencia] contándoos la historia de un español que inventó algo de gran interés para la ciencia. De tanto interés, en realidad, que buena parte de vosotros, si no lo habéis tenido, lo tendréis alguna vez en la boca.
Seguid leyendo este artículo aquí. Pero no dejéis de leer otros como ¿Qué sabe una castañera de la Relatividad? o Huelga a la catalana.
Si sigue así tengo muchas más horas de buena lectura por delante. En fin, disfrutadlo.
Fuente:
Historias de España
El día 6 de octubre de 2006 a las 15:07
¿Cuál es el emoticón para «rojo de verguenza»?
Todo lo que te diré, Omalaled, es que la idea de abrir mi blog me surgió leyendo el tuyo. Todo lo que intento es conseguir el tono que tú has conseguido aquí. Así pues, tú has trazado el camino.
El día 6 de octubre de 2006 a las 15:14
Los ciclistas lo saben. Pedro Delgado fue muy grande y abrió el camino, pero cuando llegó Induráin y tomó el relevo …
(Ni por asomo penséis que me comparo con Pedro Delgado. ¡Qué más quisiera yo poder compararme, con él o con su grandeza!)
Salud!
El día 9 de octubre de 2006 a las 12:00
Curiós, quan arribi a casa l’afegiré a «bookmarks».
Enhorabona,
Alex
El día 9 de octubre de 2006 a las 12:04
És realment bo. Molt recomanable.
Salut!