Las mujeres de los científicos
Hoy os cuento cinco simpáticas historias (¿qué más queréis?) en las que entra en juego la interacción entre los científicos y sus pacientes mujeres. Aguantan lo inaguantable. No nos las merecemos.
Parece ser que los que estudian las estrellas no saben ser románticos. He leído 3 versiones de esta historia, básicamente iguales pero que se otorga a Arthur Edington, a Hans Bethe y a Fritz Houtermans (libro «Más brillante que mil soles»). Pues bien, os cuento la del libro.
Fritz Houtermans era un físico austríaco que en una calurosa tarde de 1927, durante una discusión en compañía de un estudiante inglés llamado Atkinson, se preguntaban de dónde sacaría el Sol la energía que les achicharraba. Además, fuese la sustancia que fuese se tenía que haber estado quemando durante millones de años. Atkinson conocía las transmutaciones nucleares que Rutherford estaba llevando a cabo en Cambridge.
– Lo que se puede llevar a cabo en el laboratorio Cavendish – dijo Atkinson – con más razón tendría que ser posible allá arriba.
– Cierto! – contestó Houtermans – ¿por qué no echamos la cuenta para ver cómo podría ser eso?
Y empezaron a trabajar en la teoría de las reacciones termonucleares del Sol y que podía explicarse por la fusión. Houtermans nos contaba que estaba paseando al atardecer con una bella muchacha, acabado de escribir nuestro artículo.
Cuando hubo anochecido, una tras otras fueron apareciendo las estrellas, en un hermoso espectáculo.
– Qué preciosas son cuando brillan! – exclamó mi acompañante. Entonces, yo me puse algo tieso y dije:
– Desde ayer sé por qué brillan. ¿Lo sabrán ellas?.
Ella no dio señal de quedar impresionada. ¿Me creía? Seguramente, en aquel momento le importaba un comino.
A mediados del siglo XX los astrónomos se sentía satisfechos porque sabían cómo se generaba la luz en el firmamento: mediante reacciones nucleares.
Un día en 1963 un joven astrónomo holandés llamado Maarten Schmidt que trabajaba en Pasadena (California) estaba estudiando los rasgos no identificados de un cuásar azul. Era una potente fuente de ondas de radio. Así que resolvió el problema y el resultado que le dio era increíble. Lo era tanto que incluso desconfió de sus propios ojos. Llamó a un colega para que le confirmara lo que él veía en la fotografía pues significaba que estaba realmente mucho más lejos de lo que se esperaba.
Y es que si estaba tan más lejos y se veía tan bien implicaba que la cantidad de energía que estaba emitiendo aquello era enorme. Mucho más potente de lo que podían explicar las reacciones nucleares más violentas. Hoy se piensa que los cuásares son agujeros negros tan gigantescos que absorben estrellas completas. Afirma que se fue en un total estado de incredulidad.
Pues bien, aquella noche, como de costumbre, llegó a su casa y su mujer le preguntó cómo le había ido el trabajo. Dijo:
– Es horrible, hoy ha pasado una cosa horrible – y la pobre mujer tuvo que escuchar pacientemente toda la explicación.
Linus Pauling fue quien aplicó las leyes de la mecánica cuántica para explicar la naturaleza de los enlaces químicos que unen átomos para formar moléculas. Hoy son el pan nuestro de cada día en la química. Fue galardonado con el Premio Nobel de Química de 1954 por ello.
Pero hizo más cosas. Fue el mayor responsable del Tratado de Prohibición de Pruebas Limitadas de 1963. Montó una apasionada campaña poniendo de relieve los daños. En la prensa norteamericana se le solía difamar y en la década de 1950 el Departamento de Estado le retiró el pasaporte por considerar insuficientes sus muestras de anticomunismo. Por otro lado, en la Unión Soviética, su obra fue denunciada por incompatibilidad con el materialismo dialéctico y declarada inaccesible para químicos soviéticos.
Ignorando tanto unos como a otros, siguió en sus trece. Hizo un monumental trabajo sobre el funcionamiento de los anestésicos, identificó la causa de la anemia falciforme y mostró cómo podía leerse la historia evolutiva de la vida comparando los ADN de varios organismos. Seguía de cerca la pista de la estructura del ADN, pero se le adelantaron Watson y Crick. Einstein dijo de él que «era un verdadero genio».
Junto con sus investigaciones científicas seguía trabajando por la paz y se llevó también el Premio Nobel de la Paz de 1962 convirtiéndose en el único personaje en la historia que tiene dos premios Nobel en solitario.
Cuando Carl Sagan y su esposa le preguntaron cuáles eran las raíces de su dedicación a temas sociales contestó: «Necesito ser digno del respeto de mi esposa».
Debía ser una mujer increíble.
A Bohr se le debía un trato especial de cortesía pero no estaba a salvo del sarcasmo de Pauli. En una carta dirigida a la esposa de Bohr decía:
… hace dos semanas me dijo usted que Niels contestaría mi carta el jueves; no dijo qué jueves, pero una respuesta escrita cualquier otro día de la semana sería igual de bienvenida …
Incorregible Pauli.
Laura Fermi (la esposa de Enrico Fermi) tenía un gran complejo de inferioridad respecto su marido. Enrico Fermi y Franco Rasetti se pasaban el día discutiendo cosas. Por ejemplo, si iban por el mar y encontraban una concha, Rasetti la cogía y preguntaba: «¿Cómo se llama esta concha? ¿Cómo vive?» Y al no responder en los 5 segundos siguientes decía: «¡Fantástico!. No reconocéis un vulgar molusco bivalvo. Tellina pulchella. Su concha es asimétrica, sus dos valvas tienen distinta convexidad …»
Por otro lado si veían un hormiguero, de golpe Fermi preguntaba: «¿Cuántas células cerebrales trabajan en construir este hormiguero?» Sacaba de su bolsillo la regla de cálculo que siempre llevaba encima y se ponía a calcularlo. Al cabo de poco tiempo ya tenía el resultado.
Y era imposible luchar contra ellos. Rasetti era una enciclopedia viviente. Lo sabía todo: las reglas monásticas de los lamas del Tíbet, la hora de salida de todos los trenes europeos, la fecha en que murieron los reyes de Inglaterra, el tipo de cambio de la moneda brasileña, etc. Entre él y Fermi volvían locas a Laura y a su amiga Ginestra. Todo ello provocaba un gran sentimiento de inferioridad, hasta que un día Fermi quiso demostrar a Laura que había avanzado en su «americanismo» y dijo:
– Dentro de un rato cruzaremos la línea Mason-Dixon.
– ¿La línea Mason-Dixon? ¿Y qué es eso? – preguntó Laura.
– ¡Fantástico! Pero ¿es que no sabes … ? – comenzó Rasetti.
– Es la línea divisoria entre el Norte y el Sur – explicó Fermi.
– ¿Qué clase de línea es esa? ¿Se trata de una línea imaginaria? ¿Es una línea física? – preguntó Laura.
– Está formada por dos ríos, el Mason y el Dixon – contestó Rasetti con su acostumbrada seguridad.
– ¿Dos ríos? ¡Estás completamente equivocado! – exclamó Fermi con ironía – Mason y Dixon fueron dos senadores, uno del Norte y otro del Sur.
En vista del desacuerdo, apostaron un dólar. Resultó que Charles Mason y Jeremiah Dixon eran dos astrónomos ingleses. Pero Fermi, que nunca supo perder, reclamó el dólar de la apuesta «porque puede concebirse que unos astrónomos ingleses lleguen a ser senadores americanos; pero dos ríos … jamás».
Lo dicho: ¡lo que tienen que aguantar!.
Fuentes:
«De la fisión del átomo a la bomba de hidrógeno», Otto R. Frish
«¡Que viene el cometa!», Nigel Calder
«Más brillante que mil soles», Robert Jungk
«Atomos en mi familia», Laura Fermi
«El mundo y sus demonios», Carl Sagan
http://cienciadebolsillo.blogspot.com/2006/01/el-carbono-14-y-el-premio-nobel-de-la.html
El día 1 de junio de 2006 a las 20:41
Como siempre realmente genial. He estado unos dias sin poder leerte,asi que ahora tendre que hacer horas extras para ponerme al día.
El día 1 de junio de 2006 a las 22:45
Una vez más, muchas gracias por tus amables palabras.
Salud!
El día 2 de junio de 2006 a las 00:06
El principio de esta historia ya lo habias contado cuando hablaste de Hans Bette.
El día 2 de junio de 2006 a las 01:54
Pero lo que no saben los científicos son los cuernos que tienen.
El día 2 de junio de 2006 a las 10:19
No lo recordaba, Rubén …
¡Ay!, mujerdecientifico, ya hubo quien dijo aquello que «una cabeza sin cuernos es como un jardín sin flores» 😀
Salud!
El día 2 de junio de 2006 a las 14:05
Si se puede escoger yo me quedo con Pauling.
El día 2 de junio de 2006 a las 20:04
Simplemente genial Omaled, secundando a Medi, me quedo con Pauli. Suena como una competencia de pokemons en donde discutimos que científico nos pedimos… Otro tema más para sumar a la categoría: No sirve para ligar.
😉
El día 3 de junio de 2006 a las 15:57
Gracias, Marfil. Tampoco es cuestión de escoger, aunque me ha hecho gracia. Yo me quedo con Houtermans que quiere ser romántico, pero no sabe … Luego dicen que son (somos, si me permites), unos bichos raros …
Sin embargo, de diferentes biografías y textos que he leído de esposas de algunos de estos hombres he llegado a la conclusión que, en general, eran mujeres muy comprensivas y permitían que vivieran en «su mundo».
Salud!
El día 5 de junio de 2006 a las 08:13
Hola,
únicamente decir que me he sentido ofendido por la forma en la que se ha presentado el artículo y los comentarios de la gente.
Entre todos hemos presentado a las mujeres como «cándidas» e «inocentes» personas, bastante incultas, que acompañan a sus «geniales» esposos.
Compañeros, dentro de muy poco ellas serán inmensa mayoría en el mundo de la ciencia y la técnica y entonces seremos sus «simples» compañeros, a los que hay que explicar todo de forma muy simple porque no somos capaces de entender las cosas más sencillas…………
Por otra parte, felicidades por la página.
Un saludo,
Bassa.
El día 5 de junio de 2006 a las 19:58
No creo que nadie se refiera a lo que dices Bassa. Y si es así, comparto tu opinión, están muy equivocados.
Es un tema que se presta para tópicos, y que lamentablemente describe la realidad de una época y en parte la contemporaneidad; el solo tener que andar a la defensiva da muestras de ello. El sexo, al que se pertenece y cómo se practica aún sigue siendo un punto fuerte de discriminación, lo más desagradable son quienes se llaman tolerantes, como si hubiera algo que tolerar o a lo que ceder; es decir no quienes consideran a los otros como iguales, sino que creen loable y un acto de esfuerzo el hacerlo, el tener un mínimo de respeto. En fin…
Retomando, es un buen punto hacer miras a futuro, la igualdad real de sexos que aún no se da; no por ello podemos negar que en el pasado no fue así, que aunque hay honorosas excepciones de mujeres que han hecho más que lo que un estadio de hombres comunes; fueron pocas en comparación de los otros científicos hombres, indirectamente por su condición de mujeres, no por sus capacidades sino por los prejuicios.
Igual, al menos yo, siempre he considerado que este es un tema que se refiere a individuos y personas; escudarse en chovinismo y gremios no se para que clase de sindicato nos pueda servir. Un hombre no debería considerarse relacionado en lo más mínimo con Einstein a menos que por lo menos maneje la relatividad general bastante bien, pero eso nisiquiera llega a algo que podamos llamar parentezco, igual debería ser con Lise Meitner, Marie Curie, o cualquier otra persona.
Aún hoy se ven las comparaciones de que sexo es más rapido calculando x función; si tales aptitudes se van a usar solo para resolver el sudoku del domingo, pues considero que los sexos aunque diferentes superiores e inferiores en x cosas, dependen más de la actitud de la persona que de sus aptitudes. (No quiero negar la aptitud, lo que quiero decir es que no sirve de nada con la actitud mediocre de hoy en día en cualquier sexo).
El día 5 de junio de 2006 a las 21:17
Yo creo que se está hablando de parejas en las que, al menos, uno de sus miembros vive como dice omalaled en «su mundo». Ese «mundo» otras veces es el fútbol, los comics , las revistas del corazón,el trabajo…
El día 5 de junio de 2006 a las 22:23
Quizás medi haya sido quien mejor ha definido mi postura cuando pensé en este artículo.
Nunca, Bassa, nunca, esta página tendrá la más mínima intención machista. Ha habido más de un artículo (y habrá más) donde he tratado la historia de una mujer como el de Sophie Germain o Sophia Kovalevsky y he insistido mucho que, aparte de su dedicación tenían (y hoy siguen teniendo aunque en algún menor grado) una dificultad añadida. Para bien o para mal, el mundo es como es o como lo han hecho nuestros antepasados.
Diferente es hacer unas risas con los viejos tópicos.
A un servidor le gusta tocar la ciencia desde todos los puntos de vista: agradables, desagradables, traicioneros, machistas, feministas, mujeres, hijos, familiares, amigos, religión, política … Y alguna vez es posible que alguien pueda sentirse ofendido. Pero mal hecho. En todo caso, esa no ha sido la intención.
Debemos tomarnos la vida a broma y a risa. Total … no saldremos vivos de ella 😉
Salud!
El día 6 de junio de 2006 a las 11:36
un amigo le comena a otro:
– Cada vez que discuto con ella, mi mujer se pone histórica..
-Histórica? querrás decir histérica.
-No,no. Histórica!. Me recuerda todos los errores que he cometido desde que nos conocemos.
Perdón, no he podido evitarlo… jejeje.
Creo que hoy en día nadie con dos dedos de frente considera a las mujeres inferiores en cuanto a capacidad intelectual, pero la historia es lo que tiene, muestra la sociedad tal como era ( o como nos ha llegado) y no como debería ser.