[Libro] El diseño inteligente ¡Vaya timo!

Publicado el 17 de febrero de 2014 en Libros por omalaled
Tiempo aproximado de lectura: 5 minutos y 13 segundos

Otro buen librito de esta colección, en este caso, para rebatir los argumentos (si es que pueden llamarse de alguna manera) que esgrimen los defensores del diseño inteligente y de su dios, por supuesto. Porque no olvidemos que a este ser nos lo quieren colar continuamente. Os hago la habitual reseña del mismo. Su autor es Ismael Pérez (@Hominidos) que edita el blog Homínidos.

Para empezar, el autor nos habla de diferentes filósofos que han dado sus opiniones en este debate, como Aristóteles, Tomás de Aquino, Hume, etc., así como del famoso reloj de Paley. Rebate todos los argumentos que ha ido encontrando a favor del diseño inteligente.

Y continúa dándonos argumentos de cómo todo esto tiene una posible explicación científica sin la necesidad de una mente superior diseñadora. Así que nos da una vuelta por la astronomía y la cosmología, y nos habla desde púlsares en órbita uno alrededor del otro hasta de la constante cosmológica, pasando por los posibles colores del cielo en otros planetas en función de la estrella alrededor de la que orbitan. No entra en excesiva profundidad en los conceptos, sino que da una pincelada de los mismos. Y es que, en 140 páginas no se puede hacer más.

Pero como se trata de un debate más de tipo creencia contra tipo científico, también habla de las creencias.

Todo el mundo tiene derecho a creer lo que quiera, por supuesto, pero eso no implica que sus creencias sean ciertas y tampoco que los que no estamos de acuerdo con esas creencias tengamos que permanecer callados (…) Decir que todas las opiniones son respetables lo único que busa es proteger las opiniones de cualquier crítica, y de seguir con esa tendencia tendríamos que ir despidiéndonos de la ciencia y la filosofía como poco, y por tanto del tipo de sociedad en el que vivimos, que no será perfecta pero, comparado con cualquier otro intento del pasado, no está nada mal.

En uno de los conceptos más discutidos, como la Teoría de la Evolución, nos habla del experimento del matrimonio Lederberg, en el que mostraron que las especies no evolucionaban de forma inteligente, sino adaptándose al medio. Vamos, como dice el mismo autor, negar la evolución por medio de la selección natural es como negar que la Tierra es redonda (y realmente, hay gente que todavía lo hace).

Hay quienes afirman que las constantes fundamentales de la Naturaleza están ajustadas finamente para que nosotros existamos. Por la misma regla de tres, existen los pulpos y las piedras, así que podemos pensar que Dios es un pulpo o una piedra, ya que ajustó sus constantes para que existieran. ¿La falacia del argumento? Que seguimos creyéndonos el centro del Universo y la razón de su existencia. Somos así de intuitivos y geniales.

Obviamente, la ciencia no tiene explicación para todo, hay muchas cosas que nos quedan por saber, pero eso no significa nada a favor del diseño:

(…) deberíamos ser humildes en nuestras pretensiones a la hora de afirmar lo que sabemos y lo que no. Concluir del hecho de que no sepamos por qué las cosas son como son, que han sido diseñadas por algún tipo de Dios no es más que una pataleta de impotencia por no querer reconocer que nuestro conocimiento es limitado. Nuestra ignorancia es sólo una prueba de lo limitados que somos, no de la existencia de seres divinos creadores de Universos.

Los conocimientos científicos han ido cambiando con el tiempo, han ido mejorándose, corrigiéndose. No tenemos el mismo concepto del Universo el año 1901, por ejemplo. La cuestión que se repite una y otra vez es que siempre nos hemos creído el centro del Universo. Y, maldita sea, la ciencia nos ha ido robando ese lugar poco a poco. Nos ha enseñado que no somos el centro, que no somos una creación divina, etc. Pero mucha gente no lo acaba de aceptar.

La verdad es que a mí me ha gustado más el libro cuando el autor ha filosofado más que explicado ciencia:

Las creencias no son una cuestión simplemente privada, tienen una dimensión pública (…) Todos, absolutamente todos, actuamos y tomamos decisiones en función de lo que creemos, lo que sabemos y lo que creemos que sabemos (…) De ahí la importancia de sustentar nuestras creencias y puntos de vista con las mejores pruebas disponibles; por eso es importante investigar honradamente y cuestionarlos las cosas de forma sincera paa saber qué es cierto y qué no lo es.

Podemos pensar que hay creencias pequeñas o insignificantes por las que no deberíamos preocuparnos, y esto es peligroso. Las creencias nos preparan para aceptar de forma acrítica las pruebas que las apoyan y rechazar las que las podrían poner en tela de juicio. Las creencias suelen actuar como los eslabones de una cadena, donde una creencia lleva a otra, y si las creencias no están basadas en una indagación clara y honrada, si no tenemos buenas razones y pruebas evidentes que las sustenten, entonces la cadena es frágil y, aunque no lo sepamos, será peligroso usarla con nosotros mismos o para ayudar a los demás.

Vives en un mundo que ha sido moldeado por la ciencia y la tecnología. De acuerdo, no es perfecto, hay muchas cosas que mejorar, pero gracias a la ciencia vivimos más y mejor (…). Si todo esto y mucho más es posible es gracias al espíritu escéptico de la ciencia. La ciencia es una empresa que se basa en la duda: no da nada por sentado y siempre está dispuesta a reexaminar los conocimientos actuales, pero no de cualquier manera y ante cualquier afirmación, No, la ciencia pide pruebas de que se hayan obtenido de la forma más fiable posible. Si dichas pruebas se presentan, no hay problema en reexaminar lo que haga falta a la luz de ellas y nunca jamás se sostendrá algo con más fuerza que la que se derive de las pruebas.

(…)

Madurar no consiste en matar la imaginación y la capacidad de soñar; madurar consiste en saber sujetar la imaginación con las riendas del escepticismo.

Y el libro finaliza con dos frases absolutamente maravillosas que escribo a continuación:

Pero dirá alguno: «Soy persona ocupada, no tengo tiempo para dedicarme al estudio que me haría competente para juzgar determinadas cuestiones o incluso para llegar a entender tan solo la naturaleza de los argumentos», Entonces no debería tener tiempo para creer.

William K. Clifford, La ética de la fe.

No podré mi ignorancia en un altar y la llamará Dios.

Robert C. Wilson, Darwinia.

Lo recomendaría a todos los estudiantes de primero de facultad: dado que el nivel de conocimientos que tiene el autor, no es trivial. Si no estás muy ducho en temas científicos, es bueno porque te da una base para enterarte de cómo está el conocimiento actual en lo que se refiere a astronomía y cosmología.

Título: «El diseño inteligente ¡Vaya timo!
Autor: Ismael Fernández



Hay 30 comentarios a '[Libro] El diseño inteligente ¡Vaya timo!'

Subscribe to comments with RSS or TrackBack to '[Libro] El diseño inteligente ¡Vaya timo!'.

  1. #1.- Enviado por: martincx

    El día 17 de febrero de 2014 a las 11:17

    Buena reseña, la colección ¡vaya timo! tiene títulos muy interesantes, pero lamentablemente en Ecuador no se pueden encontrar.

    La cadena de libros que los comercializaba simplemente dejó de traerlos por el poco interés de mis compatriotas.

  2. #2.- Enviado por: Antonio Gregorio

    El día 17 de febrero de 2014 a las 21:38

    vaya por delante que del libro solamente sé lo que pone el artículo. Pero quisiera ajustar que la referencia al principio antrópico entiendo que está mal interpetada: no se trata de ajustar las constantes para que estemos aquí, sino que si fueran otras no estaríamos aquí.

  3. #3.- Enviado por: Francisco de Paula

    El día 18 de febrero de 2014 a las 17:13

    Discrepo profundamente de la afirmación «Decir que todas las opiniones son respetables lo único que busca es proteger las opiniones de cualquier crítica». Eso es rigurosamente falso. Decir que todas las opiniones son respetables lo único que busca es r-e-s-p-e-t-o para las opiniones. No busca que no se trabaje para rebatirlas, no busca que se investigue su veracidad… solo busca que no se falte al respeto al que las sostiene. Y si no se es capaz de comprender algo tan, tan, tan básico… ya está fijando, al menos para mí, el nivel intelectual y ético/moral del autor de este libro (o de cualquiera que haga suya esta reflexión).
    Esa, al menos, es mi opinión. Respetable… o no.

  4. #4.- Enviado por: Rawandi

    El día 18 de febrero de 2014 a las 17:48

    «Hay quienes afirman que las constantes fundamentales de la Naturaleza están ajustadas finamente para que nosotros existamos»

    Omalaled, el ajuste fino de las constantes físicas que posibilita la existencia humana es un hecho tan indiscutible como el ajuste fino de nuestros órganos, ajuste este último sin el cual tampoco podríamos existir.

    Ambos tipos de ajuste fino, el de las constantes físicas y el de los órganos biológicos, piden a gritos una explicación.

    La explicación verdadera del ajuste fino de los órganos biológicos la proporcionó Charles Darwin en el siglo XIX con su teoría de la evolución por selección natural, teoría actualmente integrada en la ‘síntesis evolutiva’ (darwinismo + genética molecular y de poblaciones).

    En cuanto al ajuste fino de las constantes físicas, hay dos explicaciones científicas posibles: a) Los valores conocidos de las constantes son los únicos matemáticamente consistentes (habría pues un único tipo de universo lógicamente posible, el nuestro), y b) los valores conocidos de las constantes representan meramente una de las muchas combinaciones de valores matemáticamente posibles, combinaciones distintas que se realizan en distintos universos (nuestro universo formaría parte de un multiverso).

    Según explica Leonard Susskind (uno de los padres de la teoría de cuerdas, teoría aún especulativa, es decir, desprovista de contrastación empírica) en su libro ‘El paisaje cósmico’, el estado actual de la física apunta decididamente en favor de la opción b), la del multiverso (o megaverso). La inflación eterna habría generado un megaverso (un conjunto de universos-burbuja que brotan unos de otros) en el cual se encarnarían todas las combinaciones posibles de parámetros y leyes que permite la teoría de cuerdas (un número colosal: nada menos que diez elevado a quinientos). Nosotros estaríamos vivos simplemente porque nuestro universo-burbuja poseería casualmente una de las raras combinaciones de parámetros y leyes compatibles con la existencia de vida.

  5. #5.- Enviado por: Rawandi

    El día 18 de febrero de 2014 a las 17:58

    «Decir que todas las opiniones son respetables (…) solo busca que no se falte al respeto al que las sostiene.»

    Francisco, estás confundiendo a las «personas» con sus «opiniones». Si buscas que no se falte al respeto ‘a las personas’, lo que debes decir es que ‘todas las personas son respetables’, no que «todas las opiniones son respetables».

  6. #6.- Enviado por: Rawandi

    El día 18 de febrero de 2014 a las 18:24

    «la referencia al principio antrópico entiendo que está mal interpetada: no se trata de ajustar las constantes para que estemos aquí, sino que si fueran otras no estaríamos aquí.»

    Antonio, eso que describes es la tautología denominada ‘principio antrópico débil’: sin el ajuste de las constantes no estaríamos aquí. También existe un ‘principio antrópico fuerte’, que constituye una mera fantasía teleológica: un diseñador sobrenatural ajustó adrede las constantes.

    Susskind, en el libro que menciono en el comentario 4, llama «principio antrópico» también al ajuste fino de las constantes físicas, pero ese uso de la expresión resulta desafortunado porque fomenta la confusión. Una cosa es el ajuste fino de las constantes físicas y otra distinta el principio antrópico en cualquiera de sus dos versiones (la tautológica y la teleológica).

  7. #7.- Enviado por: Francisco de Paula

    El día 19 de febrero de 2014 a las 09:57

    Rawandi, no sé cómo faltar al respeto a una opinión (que ni siente, ni padece, ni puede verse en modo alguno afectada por nada ni por nadie) si aplico un punto de vista tan literal como el que propones. Usando ese marco lingüístico, solo podemos decir que hablar de una «opinión respetable» o del respeto, asociado a una opinión, es sencillamente una tontería, un sinsentido, como hablar del olor del signo + o el sabor de un do de pecho.
    Dicho esto, creo que la acepción lingüística habitual para el término «respeto» (en sus diversas variaciones) aplicado a las opiniones resulta bastante obvio que engloba a la persona que emite dicha opinión. Yendo un poco más allá, podríamos incluso entrar en el (pre)juicio de intenciones que supone no respetar una opinión, pero no tengo intención de llegar «tan allá».
    Por todo ello, y no creía necesaria la aclaración, yo al menos sí infiero directamente que «respetar una opinión» es «respetar el hecho de que una persona tenga esa opinión» o «respetar a la persona que opina eso».
    Una sola puntualización más: yo no creo que todas las opiniones sean respetables. Para empezar, hay opiniones que faltan al respeto, y esas, en origen, están auto-excluidas de la condición que ellas mismas rompen. En mi opinión, por supuesto.

  8. #8.- Enviado por: Rawandi

    El día 19 de febrero de 2014 a las 16:56

    «Usando ese marco lingüístico, solo podemos decir que hablar de una “opinión respetable” o del respeto, asociado a una opinión, es sencillamente una tontería, un sinsentido»

    Te equivocas, Francisco. Mi «marco lingüístico» no implica eso que dices.

    Todo el mundo entiende que una «opinión respetable» es aquella que cuenta con un mínimo respaldo argumental aparente. La opinión de que los cerdos vuelan, por ejemplo, carece de dicho respaldo, y por tanto entra la categoría de «opiniones no respetables», o sea, la categoría de los disparates.

  9. #9.- Enviado por: Rawandi

    El día 19 de febrero de 2014 a las 16:59

    En el comentario 6 no he definido bien el ‘principio antrópico débil’. Una definición correcta (tautológica) sería esta: «sin el ajuste de las constantes requerido por la vida no estaríamos aquí».

  10. #10.- Enviado por: Francisco de Paula

    El día 19 de febrero de 2014 a las 17:26

    Señor Rawandi, está claro que tanto en su caso, como en el del autor de la frase, la aplicación de los términos respeto y respetable (en lo que respecta a las opiniones, confío y deseo que no en lo que respecta a las personas) no coincide con la mía… ni con el de una buena cantidad de gente con la que tengo oportunidad de hablar y compartir a diario.

    Le invito, pues, a que revise esa afirmación suya que comienza con las palabras «Todo el mundo entiende». Por lo que a mí respecta, está poco contrastada, pues tengo numerosas pruebas de que es rigurosamente falsa.

  11. #11.- Enviado por: omalaled

    El día 19 de febrero de 2014 a las 21:50

    Quiero decir dos cosas.

    Rawandi: Por una parte, cunado hablamos del valor de las constantes o del ajuste de las mismas o el de nuestros órganos, discrepo. O al menos, estamos hablando de cosas diferentes. Nuestros órganos no están ajustados: son como son, y los que pueden reproducirse son los que tienen descendencia. Es evolución y selección pura y dura. Respecto a las constantes fundamentales de la naturaleza, se han hecho simulaciones de otros universos con otras constantes y muchos de ellos se aguantaban. Que hubiera en ella vida o no, imagino que la probabilidad sería igual de alta de que la haya en un planeta que no fuera la Tierra. Quizás hubiera otras condiciones. He leído a Susskind y la idea del megaverso no me parece razonable, aunque eso es opinión. Y hablando de opinión…
    Francisco de Paula: distingamos entre opiniones y personas. Yo puedo opinar que la tierra es plana, que los de este u otro partido político son unos ladrones, de que todo el mundo debería comer la sopa con embudo, etc. No puedo pedir respeto por ninguna opinión. Hay opiniones que son pura tontería y otras que son razonables; pero ninguna es respetable en el aspecto de que no podamos rebatirla o reírnos de ella ¿por qué no?. Otra cosa es que llames tonta a la persona que dice una de esas opiniones: es cuando rebasas la línea de hablar de la opinión o de quién ha dicho la opinión.
    Al menos, eso opino yo 🙂

    Salud!

  12. #12.- Enviado por: Francisco de Paula

    El día 20 de febrero de 2014 a las 08:34

    Ese es precisamente el punto en cuestión: por mucho que una opinión sea (nos parezca o podamos demostrarlo fehacientemente) una tontería, si ha sido emitida desde la seriedad, desde la sinceridad, no deberíamos (porque poder, podríamos) reírnos de ella, pues al hacerlo, podemos estar hiriendo los sentimientos de la persona que la ha emitido. Esto es gratuito y debe ser evitado. Se puede rebatir, se puede incluso rechazar sin explicar por qué, pero no se puede faltar al respeto a una persona de forma totalmente innecesaria. Nadie está legitimado, a mi entender, para hacer algo así (salvo algunas excepciones muy puntuales, como antes indicaba).
    No digo que se haga de manera intencionada (como bien podemos ver, se puede uno reír de una opinión y no pretender faltar al respeto a la persona que la emite), pero está claro que el riesgo a que esa persona se sienta ofendida (que se le ha faltado al respeto) es evidente. Y el respeto es una relación unidireccional que, cuando se junta con la que se sucede en dirección contraria (yo te respeto a ti, tú me respetas a mí), sustenta una relación de respeto bidireccional que une a dos personas en un marco de convivencia necesario.
    Pero ya me he extendido mucho más de lo que deseaba on este tema.
    Pido disculpas por «desviar» la temática del post e invito a quien desee seguir debatiendo sobre el respeto a las personas (y si esto se extiende o no a las opiniones) en privado. Gracias.

  13. #13.- Enviado por: Rawandi

    El día 20 de febrero de 2014 a las 18:23

    «Nuestros órganos no están ajustados»

    ¿Estás de broma? Nuestros complejísimos órganos han sido ajustados por la selección natural. Decir «ajuste de los órganos» es simplemente otra forma de decir «adaptaciones complejas». La selección natural es el proceso ciego que construye la complejidad adaptativa.

    «son como son»

    Eso es una tautología, y por tanto su valor explicativo es nulo.

    «, y los que pueden reproducirse son los que tienen descendencia. Es evolución y selección pura y dura.»

    Claro. Estás describiendo el ajuste orgánico realizado a lo largo de miles de millones de años por la selección natural.

    «Respecto a las constantes fundamentales de la naturaleza, se han hecho simulaciones de otros universos con otras constantes y muchos de ellos se aguantaban.»

    Lo importante es la proporción de universos que resultaría habitable: ¿qué porcentaje de las posibles combinaciones diferentes de constantes es compatible con la vida? Una proporción ínfima. Por eso hace falta una explicación para la combinación concreta de valores que presenta nuestro universo.

    «Que hubiera en ella vida o no, imagino que la probabilidad sería igual de alta de que la haya en un planeta que no fuera la Tierra.»

    Qué va, hombre. La inmensa mayoría de las combinaciones de constantes ni siquiera resulta compatible con la existencia de galaxias. Por ejemplo, cualquier ínfimo cambio en la constante cosmológica desemboca en un universo que se desgarra casi al instante o implosiona casi al instante.

    «He leído a Susskind y la idea del megaverso no me parece razonable, aunque eso es opinión.»

    La idea del megaverso es aún especulativa, pero a la luz de todos los descubrimientos de la física moderna a mí me parece muy razonable. De hecho creo que muchos científicos de primera línea coinciden con Susskind en defender la existencia del megaverso.

  14. #14.- Enviado por: Clodoveo11

    El día 21 de febrero de 2014 a las 18:57

    «Otra cosa es que llames tonta a la persona que dice una de esas opiniones: es cuando rebasas la línea de hablar de la opinión o de quién ha dicho la opinión.»

    Omalaed, pero tan cierto como eso es que a las personas nos caracterizan nuestras opiniones. Eliminas éstas (es decir, su actividad cognitiva) y sólo queda una estructura fisiológica indistinguible de un elefante o una ameba. Si A defiende que la tierra es plana y B que es redonda, es difícil no considerar a A como tonta (en igualdad de condiciones de acceso a la información, ojo), considerando «tonta» como mal uso de las capacidades intelectuales que, repito, definen nuestra personalidad.

    Un saludo. 😉

  15. #15.- Enviado por: javierzinho

    El día 24 de febrero de 2014 a las 19:00

    Supongamos, en gracia de discusión, que nuestro universo fuese una simulación computacional, algo estilo Matrix o SimCity pero a escala cósmica. En ese caso hipotético ¿serían las constantes una parte de la simulación?
    Se me ocurrió al leer esto:
    http://io9.com/5950543/physicists-say-there-may-be-a-way-to-prove-that-we-live-in-a-computer-simulation

  16. #16.- Enviado por: Fabián

    El día 26 de febrero de 2014 a las 11:33

    Buen día… Opino que el «contenido» de una «opinion» surge del nivel de conocimientos, contexto, historia, etc. del «emisor». Una de las acepciones de «respeto» es «veneración, acatamiento que se hace a alguien», en este caso seria al contenido de la opinion al hablar de respeto por la «opinion». No siempre de puede «venerar» y mucho menos «acatar» el contenido de una opinion, independientemente del respeto que merezcael emisor. Sobran ejemplos de personas sinceras, honestas, capaces, etc. que han emitido opiniones «no respetables= no venerables= no acatables»… sin por ello perder reconocimieno de sus capacidades, conocimintos, etc. Por ello, opino coincidir con que “Decir que todas las opiniones son respetables lo único que busca es proteger las opiniones de cualquier crítica”. Ocurrió en muchas ocasiones de la historia de la humanidad en que por respetar sin criticar el contenido de algunas opiniones de personas respetales y respetadas, condujeron a catástrofes, tragedias, conflictos, etc. que se hubiern evitado con un «analisis crítico», con su correspondiente refutación y desacato del contenido, sin por ello perder o faltar el respeto por el emisor…///… Como siempre, EXCELENTE EL BLOG, y genera placer leer las opiniones y aportes de los lectores mas alla de que se coincida o no. …/// Desde Argentina, los saludo

  17. #17.- Enviado por: Francisco de Paula

    El día 27 de febrero de 2014 a las 10:43

    Estimado Fabián, y la primera acepción de «follar» (vuestro «coger») es

    follar1.
    (Der. del lat. follis, fuelle).
    1. tr. p. us. Soplar con el fuelle.

    Sin acritud alguna, creo que no hace falta decir nada más.

  18. #18.- Enviado por: Rawandi

    El día 27 de febrero de 2014 a las 16:09

    «Decir que todas las opiniones son respetables lo único que busca es proteger las opiniones de cualquier crítica»

    El peculiar caso de Francisco demuestra que esa frase de Ismael Pérez no es del todo exacta. Sin embargo, basta una leve modificación para convertirla en una frase verdadera: Decir que todas las opiniones son respetables lo que busca ‘casi siempre’ es proteger las opiniones de cualquier crítica.

  19. #19.- Enviado por: Fabián

    El día 27 de febrero de 2014 a las 16:11

    Francisco… No entendí que relación tiene su último comentario con la opinión que expresé sobre el artículo del blog (si la hubiera, claro está) Le agradeceré que me lo explique. Gracias.

  20. #20.- Enviado por: Fernando

    El día 2 de marzo de 2014 a las 19:01

    Las opiniones son como el culo: cada cual tiene la suya.

    Más allá de eso si centramos nuestro respeto a las opiniones como tales, en lugar de a las personas, no tendríamos ciencia.

    La ciencia lo que hace sistemáticamente es poner en duda las opiniones y contrastarlas con los hechos… esto no es posible sin un poco de desdén por las opiniones. No se pone en duda una opinión que respetas.

    Hace mucho que decidí poner a prueba todo lo que me enseñaban, lo que significa que aun respetando a mis profesores, ponía en duda lo que me decían hasta que lo demostraba por mis medios.

    Si respetara las opiniones me habrían colado muchos goles, si no respetara a las personas hubiera desechado muchas enseñanzas…

    Un saludo

  21. #21.- Enviado por: Francisco de Paula

    El día 4 de marzo de 2014 a las 09:21

    Rawandi, por alusiones le diré que discrepo, tanto de que el mío sea un caso «peculiar» como, por tanto, de su conclusión (tan aterradora me resulta una cosa como la otra, si le soy sincero).

    Fabián, como dije, creo que no es necesaria más explicación. Si usted cree que lo fuera, en privado, por favor.

    Fernando, en mi concepción del respeto, nunca hubiera incluido un razonamiento por el cual no se pueda poner algo en duda por este motivo. Se puede dudar… solo que desde el respeto, claro. Si me deja intercambiar (o matizar) su «un poco de desdén» por un «un poco de saludable espíritu crítico en lugar de una fe ciega» (lo que nos llevaría a eliminar la superflua frase inmediatamente posterior, claro), podría firmar sus mismas palabras punto por punto.

    Pero bueno, a lo mejor es que, pese a mi impresión subjetiva, al final sí que resulto ser una suerte de «peculiar bicho raro» en este loco mundo que nos rodea. 😉

  22. #22.- Enviado por: Fabián

    El día 5 de marzo de 2014 a las 10:56

    Francisco, el debate es público, creo que las aclaraciones y explicaciones de lo vertido deberían ser también públicas. Es mi opinión y me dirigí siempre con el mayor respeto que se merece Ud. y cualquier lector del blog. Estoy, honestamente y sinceramente, buscando enriquecerme con opiniones coincidentes y opuestas a las mias. Además, cuando vertí mi opinión, no lo hice en referencia a sus anteriores opiniones, pero sin que sea mi intención, Ud. se dió por aludido al responderme enforma personal./// También doy por terminado el «dialogo» virtual con Ud., agradeciendolé su consideración de responderme la segunda vez, que sí me dirigí a Ud.////// Para terminar, dejo una reflexión que quizás se puede aplicar al tema en cuestión: “Siempre que enseñes, enseña a la vez a dudar lo que enseñes” (José Ortega y Gasset)
    Nuevamente, felicitaciones por el Blog. Hace varios años que lo sigo y mantiene el nivel inalterable. Saludos desde Argentina

  23. #23.- Enviado por: Rawandi

    El día 5 de marzo de 2014 a las 16:57

    Francisco, lo que según la ética merece siempre un respeto son las personas, no sus opiniones. Las opiniones disparatadas no merecen ningún respeto. Por eso no tiene sentido decir que «todas las opiniones son respetables».

    En muchos lugares del mundo te pueden encarcelar o incluso ejecutar simplemente por atreverte a criticar la opinión hegemónica. El progreso ético y científico depende de que se reconozca a las personas la libertad de criticar todas las opiniones, pues solo así podemos esclarecer qué opiniones son respetables y cuáles no lo son.

  24. #24.- Enviado por: Francisco de Paula

    El día 6 de marzo de 2014 a las 10:43

    Rawandi, sobre lo que dice de las opiniones que no merecen ningún respeto, ya comenté algo sobre eso mismo (que hay excepciones a la respetabilidad de las opiniones) hace varios comentarios. Es este punto algo en lo que coincidimos: no todas las opiniones son respetables. Respecto a que el criterio sea el disparate… me pregunto, si hiciéramos una encuesta en el año 1500 sobre el modelo heliocéntrico de Copérnico, cuánta gente opinaría eso mismo sobre él. Con esto solo quiero decir que hay que guardarse mucho de calificar algo como disparate pues, al hacerlo, resultará bastante probable ofender a la persona que opina eso (si la opinión fue emitida sincera, honesta y seriamente, claro). Tan disparatado como la teoría de la evolución para un creacionista, imagino. Tan disparatado como la existencia de Dios para un ateo.

    Y vuelvo a lo mismo, para concluir (cierro así mi participación en este debate, que ya ha durado demasiado): que ustedes quieren considerar que el respeto a una opinión es acatarla sin ponerla en cuestión, perfecto. Que quieren pensar que respetar algo (o a alguien) implica no dudar, no discrepar y no cuestionar, perfecto. Que quieren creer que cuando alguien pide respeto para sí o para sus opiniones está pidiendo, sibilinamente, que sean súbditos suyos a todos los efectos con su aquiescencia, perfecto también. Que quieren poder sentirse legitimados para ofender a alguien por tener una opinión con la que no están de acuerdo según criterios, subjetivos que ustedes mismos establezcan u objetivos demostrables y reproducibles hasta el hartazgo, allá ustedes. Nada de esto lo comparto, pero están en su derecho de pensar así. No estoy queriendo decir con esto que estas sean sus opiniones actualmente. Solo estoy, dentro de mis limitaciones, intentando aclarar las cosas.

    Yo, por mi parte, seguiré defendiendo que, por defecto, hay que tratar a las personas y, por ende, a sus opiniones, con respeto. Que hay excepciones a este comportamiento, pero son excepciones, no la regla y que, por principios y en principio, yo seguiré intentando aplicar un punto de vista respetuoso a la hora de juzgar o cuestionar una opinión aunque no la comparta.
    Nunca aprobaré que en lugar de decirle a alguien «creo que está usted equivocado» (fórmula ejemplo para indicar discrepancia desde el respeto) se diga «qué gilipollez», «es usted un imbécil» o «usted está loco» (discrepancia irrespetuosa).
    El respeto, para mí, NO ES NEGOCIABLE.

    Les recuerdo que el debate comenzó con la frase del protagonista de este post que decía: «Decir que todas las opiniones son respetables lo único que busa [sic] es proteger las opiniones de cualquier crítica». Eso, en mi humilde opinión, es un prejuicio injustificado y, además, interesado y erróneo, peligroso y reflejo, además, de cómo el respeto (en tanto valor ético y moral) está siendo degradado en la sociedad actual.

    Mis disculpas a omalaled, por cierto, por haber fracasado en mi intención expresada en el comentario #12. 🙁
    No pondré una piedra más en este desventurado muro.

  25. #25.- Enviado por: omalaled

    El día 6 de marzo de 2014 a las 13:22

    He dejado hacer porque quería ver cómo se puede llegar a estar en desacuerdo en un punto que, a primera vista, no tiene mayor importancia: el respeto a las opiniones.

    Nadie, por el momento, ha definido qué es «respetar una opinión» o «burlarse de una opinión». Nadie me ha puesto un ejemplo de ello. Tengo claro qué es que me falten a mí (o a cualquier persona) al respeto, pero nunca he podido preguntarle a una opinión cómo se siente cuando la contradicen 🙂

    Hay tantas opiniones como personas. Personalmente, opino mucho y no me molesta que hagan lo que quieran con mis opiniones.

    Lo de «dice usted bobadas» no lo convierten a uno en un bobo. O decir «es una gilipollez» no le convierte a quien lo dice en un gil.., en fin.

    Fijaos: E no es mc2, ¿lo repito? E no es mc2; es una opinión ridícula digna de lunáticos blogueros de ciencia 🙂

    El pobre que diga eso pensándolo seriamente ya tiene bastantes problemas.

    Hay un dicho maravilloso que suelo emplear demasiadas pocas veces que es «Más vale callar y parecer un tonto, que hablar y demostrar que lo eres» 🙂

    Cuando opinas te expones. Así lo veo yo.

    Pero bueno, es otra opinión 🙂

    Salud!

  26. #26.- Enviado por: Rawandi

    El día 10 de marzo de 2014 a las 16:56

    Una cita del biólogo E. O. Wilson: «Las personas no son desechables, pero las concepciones del mundo sí» (‘La conquista social de la Tierra’)

  27. #27.- Enviado por: Rawandi

    El día 28 de marzo de 2014 a las 18:20

    Ahí va un resumen del libro del cosmólogo Lawrence M. Krauss ‘Un universo de la nada’ (2012):

    “Invocar a “Dios” para evitar responder a preguntas sobre el “cómo” es pura pereza intelectual. (..) ¿Cómo ha ocurrido que hay algo en vez de nada? (…) Así como Darwin eliminó la necesidad de intervención divina en la evolución de la diversidad de la vida, nuestra comprensión actual del universo hace plausible que “algo” pueda emerger de la nada sin la necesidad de ninguna guía divina. (…) El multiverso -una serie numerosa de universos en cada uno de los cuales los aspectos fundamentales de la realidad física, en cualquier cantidad, podrían ser distintos- representa una vía nueva y muy prometedora para comprender mejor nuestra existencia. (…) Sin ciencia, todo es un milagro. Con la ciencia, queda la posibilidad de que nada lo sea. La creencia religiosa, en este caso, se vuelve cada día menos necesaria y también menos relevante. (…) La realidad no está obligada a consolarnos.” (páginas 16, 180, 184, 218, 227 y 232)

  28. #28.- Enviado por: Andrés

    El día 11 de abril de 2014 a las 16:50

    La reseña del libro no es alentadora; parece que es otro pasquín pro-darwinista escrito en un todo panfletario cargado de prejuicios. Todo lo afirmado con respecto al DI es falso, y se limita a desacreditar con falacias todo un movimiento de científicos críticos simplemente porque no acompañan el paradigma vigente. Entonces, se los acusa de ser creyentes, como si eso alguna vez hubiese sido impedimento para los más grandes científicos desde Descartes a John Eccles. Es pobrísima la exposición que se hace del DI, y se lo quiere emparentar forzosamente con pensamientos y filosofías que nada tienen que ver.

    Un libro de divulgación obviamente que no puede ofrecer el mismo rigor que uno de investigación acádemica; pero con todo, es imperdonable la falta de honestidad intelectual del autor de este manifiesto. Si de verdad quiere analizar el DI debería ocuparse de los autores que lo propugnan y analizar la bioquímica de Behe y la genética de Meyer; pero claro, es mucho más fácil (y más rentable en términos de propaganda) obviar la cuestión científica y dedicarse en cambio a la polémica pseudo-religiosa…

  29. #29.- Enviado por: omalaled

    El día 11 de abril de 2014 a las 20:32

    Andrés: veamos, el paradigma vigente es el que es. el DI va en contra. De acuerdo. Ahora bien, ¿tienes tú o alguien alguna prueba irrefutable de que el paradigma vigente está mal? Yo pensaba que la bioquímica era bioquímica, pero no habìa una bioquímica de fulano y otra de mengano; o una genética de fulano y otra de mengano. Bien, ¿se ha podido hacer un experimento donde esa bioquímica, o genética, da resultados diferentes de la aceptada hoy como paradigma? ¿En qué laboratorio? ¿Se ha publicado?

    Salud!

  30. #30.- Enviado por: Andres

    El día 25 de abril de 2014 a las 02:50

    Ya cuando estás pidiendo «pruebas irrefutables» para discutir epistemología, vamos mal.

    Luego es evidente que no comprendés muy bien como funcionan los paradigmas científicos, son esquemas provisionales: se supone que deben ser cuestionados, la crítica es una parte misma de su funcionamiento. Aceptamos provisionalmente un paradigma, lo usamos criticamente, y lo reemplazamos cuando ya cumplió su ciclo.

    En cuánto a tus pedidos, son muy fáciles de satisfacer: basta con leer los libros publicados por los científicos que trabajan en DI y estudiarlos para hacerse una idea. ¿Cuántas personas realmente lo hacen y cuantas no? ¿Cuántos asumen las obligaciones del sentido crítico y la honestidad intelectual y cuántos simplemente se
    conforman con el pensamiento dogmático y los prejuicios?

    Y por cierto, tampoco comprendés la ambigüedad de las disciplinas científicas: no hay una sola geometría (además de la euclidea existen las de Riemann y Lobatchevski por ejemplo) de la misma forma que no hay una sola teoría gravitacional (conviven las de Newton y Einstein) porque así es como evoluciona la ciencia.

    Por lo tanto, es perfectamente posible que haya diversas teorías científicas divergentes o contradictorias; el desafío es quedarse con a mejor, o si es posible, conciliarlas.

    Saludos

Post a comment


5 − = tres

Esta web utiliza cookies, ¿estás de acuerdo? plugin cookies ACEPTAR
Aviso de cookies