Reinas, conspiraciones y cifrados
El 15 de octubre de 1586 se juzgaba a María Estuardo, reina de Escocia, por traición. Había sido acusada de conspirar para asesinar a su prima, la reina Isabel I de Inglaterra y hacerse con la corona inglesa. Sir Francis Walsingham, el secretario principal de Isabel ya había arrestado Babington y a los cómplices que iban a llevar a cabo la acción. Fueron llevados a Londres y según relata el historiador William Camden: los acuchillaron por todas partes, les cortaron sus partes privadas, les sacaron las entrañas en vivo y haciéndoles mirar, y fueron cuarteados. Ahora, planeaba demostrar que María era igualmente culpable y merecedora de la muerte.