Muchos, aunque no todos, de los grandes genios de la ciencia o cualquier otra especialidad, tienen algún recuerdo de su precoz genialidad. Isidor Isaac Rabi decía que «con la física nunca pierdes el contacto con la realidad que tienes delante de ti. Requiere abstracción, una filosofía innata y una curiosidad como la de los niños que no paran de preguntar el porqué de todo». También decía que esa curiosidad la tienen los jóvenes, pero a medida que se crece, va desapareciendo y las curiosidades cambian a ser el ganarse la vida, sexo, dinero, poder, etc. Afirmaba que los físicos nunca pierden su curiosidad. Yo cambiaría las palabras «física» por «ciencia» y «físicos» por «científicos».